Había ganas de ver a los dos fichajes del Athletic: Andoni Gorosabel y Álvaro Djaló. Y Ernesto Valverde lo sabía, así que incluyó a ambos en el once inicial del primer partido de pretemporada, ese en el que cayó derrotado ante el Burgos. Las dos caras nuevas compartieron banda derecha. Gorosabel por abajo y Djaló por arriba y, aunque es cierto que en ocasiones se pudieron ver las consecuencias de la falta de rodaje, ambos mostraron una gran sintonía por ese carril.

De hecho, durante la primera mitad, esa en la que ambos estuvieron sobre el césped, todas las ocasiones del Burgos llegaron por el lateral opuesto; pero el poco trabajo que tuvo Gorosabel, lo realizó sin sobresaltos. El de Mondragón, que llegó gratis este verano procedente del Alavés y firmó hasta 2028, estuvo activo en la recuperación y bien al corte e incluso se animó con alguna aventura ofensiva cuando Djaló se iba hacia el centro y le dejaba la autopista vacía.

Y es que el extremo, falto todavía de piernas, demostró su versatilidad. Esa polivalencia que tanto alaban desde un Athletic que no dudó en pagar al Braga 15 millones de euros fijos y pactar otros 5,5 en variables para firmar al jugador hasta junio de 2029. Así, Djaló fue de los rojiblancos más activos de la primera mitad, buscando siempre encarar a su par e intentando tirar de esa potencia y explosividad que se le intuye, aunque a estas alturas de la pretemporada todavía hay que trabajar.

Adama Boiro quiere quedarse en el primer equipo

Otra de las caras nuevas que se vieron en el amistoso ante el Burgos fue la de Adama Boiro. El lateral, que la temporada pasada llegó al Bilbao Athletic procedente de Osasuna Promesas, dejó buenas sensaciones en su debut con el primer equipo y, de hecho, demostró muchas ganas de quedarse en él. Boiro está realizando la pretemporada a las órdenes de Ernesto Valverde y este aprovechó que Iñigo Lekue participó como central para colocarle en el carril zurdo en la segunda mitad. Sustituyendo a un Yuri Berchiche que acababa de marcarse en propia.

Y el chaval cumplió. Cierto es que todavía le faltan detalles que solo otorgan la experiencia y la madurez futbolística, pero cerró bien su banda en defensa y se prodigó en ataque, pisando hasta línea de fondo y exhibiendo una gran sintonía con Iñaki Williams, con quien ayer compartió carril.