La Eurocopa de Alemania que tocó a su fin el domingo con el triunfo de España sobre Inglaterra en la gran final asomaba como un escaparate peligroso para Nico Williams y los intereses del Athletic sobre un jugador que va camino de convertirse en estrella mundial, si es que no lo es ya. Este tipo de torneos acostumbran a poner en el foco a jóvenes valores del panorama futbolístico que tienen mucho que ganar, por aquello de que cualquier actuación positiva recibe una mayor atención que cuando actúan con sus respectivos equipos, y poco que perder, pues ningún director deportivo dejaría de seguir a una joven promesa porque no haya rendido a gran nivel en una competición como una Eurocopa o un Mundial, donde son muchos y muy diversos los factores a tener en cuenta. Sirva como ejemplo el pobre desempeño de Kylian Mbappe en el recién acabado torneo continental. Bien, nadie en su sano juicio se atrevería a poner en duda ni su calidad ni el acierto del Real Madrid en un fichaje que antes siquiera de su presentación ya está rentabilizando el conjunto madrileño con la venta de camisetas.

En el caso de Nico Williams ha sucedido lo primero. Es decir, la Eurocopa ha sido un escaparate en el que ha revalorizado su valor, tal y como temían muchos aficionados del Athletic. Para colmo, también ha sucedido aquello que se entendía que iba a suceder más pronto que tarde, que un equipo, en este caso el Barcelona, sacase toda la artillería, para hacer saber a la opinión pública que está en disposición de fichar al jugador. Así arrancó semanas atrás el caso Nico, un nuevo culebrón, otro más de los tantos que se dan en los veranos, pero que en esta ocasión salpica directamente al Athletic. Por suerte, con la finalización de la Eurocopa y con Nico fuera de los focos, las aguas volverán a bajar más tranquilas.

El menor de los Williams, que se dio en la tarde-noche de ayer un baño de masas en el Ayuntamiento de Madrid, donde los componentes de la selección española celebraron el título logrado el domingo frente a Inglaterra, iniciará hoy mismo sus vacaciones. El club no ha dado a conocer la fecha en la que el atacante navarro comenzará la pretemporada junto al resto de sus compañeros, pero se entiende que tendrá un mínimo de dos semanas de vacaciones, por lo que todo hace indicar que no será hasta primeros de agosto cuando comience a entrenar.

Se aproximan, pues, días de calma. ¿Tensa? A saber. Por lo pronto, Nico no estará prácticamente a diario atendiendo a la prensa con el beneplácito de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Es plausible el aperturismo y las facilidades de los responsables de comunicación de la Federación Española para que los periodistas realicen su trabajo, pero en ocasiones más vale cortar a tiempo. Algo que, por cierto, tampoco ha sabido hacer Nico Williams, lo que irremediablemente fue haciendo la bola más grande.

Un culebrón en el que han tomado parte distintos agentes externos, algunos de los cuales se han unido a la fiesta de manera interesada, como es el caso de Joan Laporta, presidente del Barcelona, y otros pisando charcos que ni les iban ni les venían, como sucedió con Javier Tebas, presidente de LaLiga. Claro que en Bilbao también ha habido un invitado inesperado en la figura de Jon Rahm, embajador del Athletic con motivo del 125 aniversario del club, distinción que recibió por parte de la actual Junta Directiva que preside Jon Uriarte.

Precisamente, el máximo dirigente rojiblanco puso voz el pasado jueves al malestar existente en la entidad bilbaina con todo lo que ha rodeado a la figura de Nico Williams en las últimas semanas. En una declaración institucional, el empresario bilbaino cargó con la RFEF por permitir un bombardeo de preguntas al futbolista relativas a su futuro y no protegerle evitando su exposición mediática en un sinfín de entrevistas, lamentó el comportamiento del presidente del Barcelona por unas declaraciones en las que aseguraba que Nico le gusta mucho y de manera sutil también le mandó un recado al golfista de Barrika.

Varias respuestas

La Real Federación Española de Fútbol no tardó demasiado en responder al Athletic. Lo hizo de manera indirecta, sin ningún comunicado, pero dejando claro que el trato hacia Nico había sido igual que para el resto. Más tiempo ha necesitado Laporta para volver a hablar y seguir pisando charcos. El máximo dirigente azulgrana fue cuestionado ayer a la salida de los juzgados por la declaración institucional de la entidad bilbaina y se limitó a decir lo siguiente: “Respetamos mucho al Atlético de Bilbao”.

Si no hay más salidas de tono de agentes externos, el caso Nico se tomará una pausa, necesaria a todas luces. Al menos, hasta que vuelva a entrenar con el Athletic.