Iker Muniain, homenajeado por el Athletic y por el Sevilla, que le hizo entrega de una camiseta del conjunto hispalense firmada por todos sus jugadores con el número 560 a la espalda en referencia a sus partidos como león, subrayó al término del partido que “ha sido impresionante, una semana cargada de emociones.
Después de la despedida del otro día tocaba despedirse en el último partido en San Mamés y no quería pensarlo mucho, porque iba a ser complicado para mí, pero el guion ha sido perfecto en una tarde redonda con mi gol y el de Raúl García”.
“Me quedo, sobre todo, con el amor, el respeto y todo el apoyo de la gente. Ha sido maravilloso sentir este cariño en San Mamés”, afirmó el de la Txantrea, quien admitió que tras ser sustituido en el minuto 62 “cuando he llegado al banquillo me he venido un poco abajo y Lekue me ha cobijado en sus brazos. Nos hemos emocionado los dos y ha sido una tarde para recordar toda la vida”.
“Me voy feliz por todo lo vivido y conseguido. También me voy un poco triste, porque cuando uno se va de su casa siente esa tristeza, pero me voy sintiéndome pleno y con la conciencia tranquila de habérmelo dejado todo. Esta siempre seguirá siendo mi casa”, remarcó Muniain, quien aplaudió la renovación de su amigo De Marcos. En cuanto al futuro del equipo y del club, el de la Txantrea indicó que “soy optimista con lo que viene”.’