Penúltima jornada de liga, último partido de la temporada en San Mamés y momento para despedidas difíciles, pero inevitables. A sabiendas de que el choque ante el Sevilla no iba a ser uno más desde el punto de vista sentimental acudió la parroquia rojiblanca a un estadio que no volverá a ver a Raúl García vestido de corto, ni a Iker Muniain con el escudo del Athletic en el pecho, ambos protagonistas en su agur a ‘La Catedral’ goles mediante.
La tarde, sumamente especial en consecuencia para el de Zizur Nagusia y el de la Txantrea, quienes no pudieron protagonizar una despedida más dulce, comenzó con Muniain portando el brazalete de capitán en un once inicial en el que asomó también Raúl García, titular por primera vez en su vigésima y última liga como futbolista en activo. Óscar de Marcos, icono rojiblanco que figuraba con su futuro en el aire a partir del 30 de junio y cuya renovación se anunció al término del envite, fue el otro nombre propio que proyectó la alineación del recién renovado Ernesto Valverde, quien dejó en el banquillo a Dani García, Ander Herrera y Alex Berenguer, los tres leones que finalizan contrato al término del curso.
Acompañado de sus dos hijos saltó al terreno de juego Muniain, quien posó en los prolegómenos del encuentro junto a los otros siete rojiblancos convocados con hijos: Lekue, De Marcos, Yuri, Vesga, Ruiz de Galarreta, Herrera y Raúl García. Tras inmortalizar el momento arrancó un partido en el que tanto Muniain como Raúl García quisieron tomar la palabra. Vaya si lo hicieron. En solo dos minutos, entre el 17 y el 19, unieron fuerzas para poner el 2-0 en el marcador. Celebró con rabia su primer tanto del curso Raúl García, goleador en su primer y último partido con el Athletic en ‘La Catedral’, que entonó el “Rulo, Rulo” instantes antes de cantar “Iker, Iker” para celebrar también el zarpazo del capitán, que embocó un centro de Nico Williams sorprendiendo desde segunda línea.
Se besó el escudo el ‘10’, autor de dos goles en liga y otro en Copa, torneo en el que tanto Muniain, segundo rojiblanco con más partidos en la historia del club bilbaino con 560, como Raúl García, que supera a Pichichi como vigésimo tercer león histórico con más goles (84), marcaron en la tanda de penaltis de la final contra el Mallorca. En el minuto 63, repartiendo besos a la grada, abandonó el césped Muniain para recibir un emotivo abrazo de Valverde con todo el banquillo puesto en pie sin poder contener las lágrimas segundos después. En el 82, después de que Herrera y Berenguer entraran en acción, llegó el turno de Raúl García, quien mantuvo el tipo mientras se repetía la misma estampa que con el capitán.
Vuelta de honor
Al término del encuentro, De Marcos entregó a Muniain una camiseta enmarcada con el ‘10’ y se proyectó un video de los grandes capitanes históricos del Athletic antes de que el de la Txantrea y el de Zizur Nagusia dieran la vuelta al estadio. “Gurekin amesteagatik, mila esker”, rezó una lona con imágenes de los protagonistas, que dijeron adiós en medio de un pasillo de honor.
