Nico Williams (Iruñea, 12-VII-2002) nació y creció en Nafarroa antes de llegar a Lezama con once años, unos pocos meses después de que lo hiciera su hermano, Iñaki, que es ocho años mayor y que aterrizó en la factoría rojiblanca en el verano de 2012. Toda una vida juntos que deparó un momento emotivo hace tres años. Después de varias semanas aguardando el momento, Marcelino García Toral hizo debutar al pequeño con el primer equipo del Athletic, permitiendo que los dos Williams coincidieran en el campo por unos minutos. Carreras entrelazadas. Entonces, aquel 28 de abril de 2021, con la sociedad regresando paulatinamente a una normalidad sacudida por la pandemia del coronavirus, Nico era un proyecto al que se le intuían muy buenas maneras, del que hablaban maravillas en Lezama y al que se le auguraba un futuro muy prometedor. Tres años después, aquel joven que parecía tímido e introvertido es ya una de las estrellas de este Athletic campeón de Copa y el pilar, junto a Oihan Sancet, sobre el que se deben sentar las bases de un futuro que promete ser interesante para la entidad.

Entre aquel primer partido frente al Valladolid en San Mamés el 28 de abril de 2021 y el del pasado sábado en el Metropolitano contra el Atlético de Madrid, un choque marcado por los insultos racistas que recibió por parte de un sector de la afición colchonera, en concreto de la zona en la que se ubica el Frente Atlético, el menor de los Williams ha ido dando forma a una carrera a la que, de momento, no se le intuye techo.

Su progresión ha sido meteórica. Se sabe un futbolista diferente, de esos que están tocados con la varita mágica. A base de regates y una capacidad innata para dejar atrás a sus rivales, se ha hecho con un nombre propio. Si mientras quemaba etapas en Lezama e incluso en sus primeros meses en el primer equipo era “el hermano de...”, ahora es Nico. A secas. Si acaso con el agregado del apellido Williams. Pretendido unos meses atrás por el Aston Villa y seguido por los mejores clubes del panorama europeo, el extremo renovó su contrato con el Athletic el pasado 1 de diciembre. A siete meses de quedar libre, el presidente, Jon Uriarte, y los responsables deportivos de la entidad, con Mikel González a la cabeza, ataron su continuidad hasta 2027. Eso sí, se desconoce el importe al que asciende su cláusula de rescisión, si bien esta no parece desorbitada e imposible de alcanzar para los clubes más ricos. Llegado el momento, si hubiera alguien dispuesto a tirar la casa por la ventana para hacerse con los servicios de Nico, será el futbolista quien decida por dónde quiere que continúe su carrera.

Por lo pronto, le aguarda un verano movidito. Tiene un hueco en la lista de Luis de la Fuente para disputar la Eurocopa, en el que será su segundo gran torneo con la selección española, pues a finales de 2022 disputó el Mundial de Catar, y es posible que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le quiera incluir también entre los seleccionados para disputar los Juegos Olímpicos de París. De ser así, es posible que el Athletic medie para que liberan al futbolista, que podría jugar un papel muy importante en la Eurocopa, pues podría llegar con la vitola de titular, y que de enlazar dicha competición con los Juegos no tendrá prácticamente descanso. A su corta edad, cumplirá 22 años en julio, y tras haber sufrido algunas leves lesiones musculares, cuidar su físico se antoja vital para el futuro.

Mayor incidencia

Nico Williams ha ganado en relevancia dentro del equipo coincidiendo con la mejor temporada en mucho tiempo, en la que el buen trabajo colectivo se ha visto premiado con la consecución del título de Copa tras 40 años de larga sequía. En su tercera campaña completa como león es el máximo asistente del equipo, con nada menos que trece pases de gol, y ha visto puerta en siete ocasiones. Así, en solo 33 encuentros –a los que podría sumar otros cinco– ha participado de manera directa en 20 goles, entre ellos el de la final de Copa, en el que asistió a Oihan Sancet. Con solo 2.404 minutos disputados hasta el momento, el menor de los Williams marca o asiste cada dos horas de juego. Cierto es que la pasada temporada anotó dos goles más, pero también repartió nueve asistencias menos; además, el curso pasado participó en 43 encuentros (3.198 minutos) y en el presente no estará en condiciones de llegar a tales registros.

En un final de temporada en el que sus compañeros en ataque parecen haber perdido la chispa que tuvieron en otros momentos, Nico asoma como el más entonado de todos. Es la principal vía por la que hacer daño a las defensas rivales. Este viernes, en la visita del Athletic al Getafe, volverá a figurar en el once de Ernesto Valverde, el técnico que le ha dado la confianza para terminar de despegar. Con Marcelino, el técnico que le hizo debutar, las preferencias para ocupar las bandas eran Iker Muniain y Alex Berenguer, por lo que participó en 1.635 minutos en la 2021-22, muy lejos de los guarismos que maneja con el técnico de Viandar de la Vera, aunque en su primer curso completo participo en 40 partidos. Ante el Getafe se convertirá en centenario en liga, pues jugará su partido número 100. Otro más que añadir a su carrera. De proyecto a estrella en solo tres años.

La cifra

118

Nico Williams ha participado hasta la fecha en 118 encuentros con el Athletic, de los que 99 son de liga (jugará el número 100 este viernes frente al Getafe), 17 de Copa y 2 de Supercopa. Tiene un título de Copa en su palmarés y en esos 118 choques ha marcado 19 goles y repartido un total de 18 asistencias.