El Athletic, campeón de Copa cuarenta años después, besó la gloria en La Cartuja tras firmar un brillante recorrido exento de derrotas. Vencedor en sus siete compromisos previos a la gran final ante el Mallorca, el único rival capaz de mantener el tipo frente a los rojiblancos con el balón en juego, el equipo de Ernesto Valverde se adjudicó el título en la madrugada del pasado domingo tras una colección de momentos para el recuerdo.
RUBÍ 1-2 ATHLETIC. Probablemente caiga en el olvido con el paso del tiempo, pero el Athletic sufrió mucho más de lo esperado para superar a domicilio a la Unió Esportiva Rubí en su puesta de largo en el torneo del K.O. Los leones, en su visita al equipo catalán de sexta categoría el 1 de noviembre de 2023, se impusieron por un ajustado 1-2 en un choque disputado sobre hierba artificial en el que terminaron pidiendo la hora. Malcom Adu Ares, con un doblete en su estreno como goleador, se erigió en el gran protagonista de un envite en el que el Athletic no consiguió abrir la lata hasta el minuto 51. Al borde de la hora de juego volvió a marcar el joven extremo, pero el tanto del local Rodri en el 86 obligó a los rojiblancos a un inesperado sobreesfuerzo que valoró positivamente Valverde.
CAYÓN 0-3 ATHLETIC. En la segunda ronda de la Copa, con el CD Cayón de Segunda Federación como contrincante en El Sardinero, llegó la irrupción goleadora de Asier Villalibre. El gernikarra, sin apenas participación en liga, se adjudicó contra el cuadro cántabro el primero de sus tres dobletes consecutivos en una edición copera para la historia en la que su impacto ha sido mayúsculo. Poco efusivo en la celebración de sus dos goles al Cayón por el fallecimiento de su amama, Villalibre allanó el camino hacia unos dieciseisavos de final en los que volvió a resultar clave en Ipurua.
EIBAR 0-3 ATHLETIC. En el primero de los dos derbis que la Copa deparó al Athletic, el Eibar de Joseba Etxeberria, quien se enfrentó a su mentor en la banda, hincó la rodilla en feudo propio con una estampa cargada de simbolismo en el bando rojiblanco. Al segundo doblete de Villalibre en la competición se sumó no en vano un precioso tanto de Iker Muniain con significado especial. Como si de un guiño del destino se tratara, el capitán, que acumulaba un mes fuera de las alineaciones en medio de una progresiva falta de protagonismo sobre el verde, volvió al once inicial para ver portería un año después.
ATHLETIC 2-0 ALAVÉS. El pasado 16 de enero, nueve meses después de la dolorosa derrota ante Osasuna en la prórroga del partido de vuelta de una amarga semifinal del torneo del K.O., la Copa volvió a San Mamés. Y el Athletic no falló contra un Alavés con la liga en mente. Villalibre, en plena racha goleadora, iluminado, finiquitó a su exequipo con un tercer doblete consecutivo que, unido a una formidable actuación de Agirrezabala, dio el conjunto rojiblanco el pasaporte para cuartos de final.
ATHLETIC 4-2 BARCELONA. En una de esas noches mágicas en La Catedral, el 24 de enero, el Athletic se midió al Barcelona con la inyección anímica que supuso el viaje exprés de Iñaki Williams a Bilbao desde Costa de Marfil. Allí conoció el delantero un día antes, en la tarde del martes 23 de enero, la prematura eliminación de Ghana en una Copa África en la que los Black Stars no superaron la fase de grupos. Un garrafal error del portero ghanés primero y un final de auténtico infarto después en el Gambia-Camerún posibilitaron la inesperada vuelta de Iñaki antes de tiempo a la capital vizcaina en un largo vuelo con escala en París que se convirtió en el más seguido del mundo en directo por Flightradar.
Más de 4.000 personas estuvieron pendientes del viaje del 9 del Athletic, a quien el club fletó un jet privado por 6.000 euros desde París para que saltara al césped ante el Barcelona en el minuto 60. Ovacionado por San Mamés, Iñaki hizo el 3-2 en una prórroga en la que asistió también a Nico en el definitivo 4-2 después de que Lamine Yamal perdonara el 2-3 a puerta vacía instantes antes del tiempo suplementario. “Parece que estaba escrito”, lanzó el mayor de los Williams.
ATLÉTICO 0-1 ATHLETIC. En la ida de semifinales, sin Nico Williams, Agirrezabala se doctoró bajo los palos y Berenguer firmó desde el punto de penalti, otro guiño del destino, el único tanto del choque para provocar la primera derrota del Atlético en su estadio en trece meses. Un titánico Athletic que para entonces se sentía capaz de todo aguantó todas y cada una de las embestidas del cuadro colchonero para asaltar el fortín del Metropolitano y dar la puntilla a los de Diego Simeone en San Mamés. En la vuelta, exhibición futbolística mediante con los hermanos Williams como protagonistas con un gol y una asistencia cada uno, los leones golearon 3-0 para plantarse en la gran final.
ATHLETIC 1-1 MALLORCA (4-2 en penaltis). En la final ante el Mallorca en La Cartuja, Agirrezabala apareció en tres momentos clave para sostener e impulsar al Athletic. El primero, de vital importancia, se registró en el primer minuto de la segunda mitad, cuando el donostiarra realizó una gran parada en un mano a mano con Larin para evitar el 0-2. Su segunda gran intervención llegó en los compases finales de la prórroga para negar a Muriqi el 1-2 en un cabezazo con marchamo de gol. En la tanda de penaltis, por último, el guardameta rojiblanco detuvo una pena máxima a Morlanes para reivindicar su papel de héroe en una final que el Athletic sacó adelante tras una suma de momentos que envuelven un viaje de ensueño.
