“Ya era hora”. Esa es la sensación común que invade a los componentes de la plantilla que en 1984, logró el que, hasta esta mismo sábado, era el último título de Copa del Athletic. Aquellos leones dirigidos por Javier Clemente por fin han conseguido ceder un testigo que acumulaba ya la pesada carga de 40 años de sequía.
El gol de Endika, aquel Barça de Maradona al que doblegaron y la célebre tangana final seguirán ocupando un lugar destacadísimo en los historia del club. Pero, merced al triunfo obtenido en final de La Cartuja sobre el Mallorca, dejarán de ser la referencia recurrente e inevitable cada vez que el Athletic vuelva a encontrarse en puertas de conquistar un nuevo campeonato. Algunos destacados representantes de aquel plantel exponen su sentir al despojarse por fin de un papel que han tenido que representar durante mucho más tiempo del que jamás hubieran imaginado.
Dani
Daniel Ruiz Bazán tuvo el honor de levantar en el 84 el trofeo de Copa que siete años antes se le resistió al equipo que dirigía Koldo Aguirre, del que él formaba parte. En la final del 77, el Athletic cayó ante el Betis en una tanda de penaltis en la que Dani falló su lanzamiento. Reconoce que lo pasó muy mal cuando este sábado la prórroga acabó con empate a uno: “No me vino a la cabeza lo ocurrido contra el Betis, sino el nerviosismo de saber que una tanda de penaltis es un cara y cruz y una responsabilidad muy grande para quien lo tira”. Afortunadamente, en esos momentos salió a relucir el temple del joven Julen Agirrezabala.
“No es fácil para un portero que no está jugando habitualmente en Liga. Ha demostrado que es un meta de categoría y hay que aplaudir la decisión de alinearle”, dice el capitán del equipo campeón de los 80.
A Dani no le sorprendió en absoluto que hubiera que sufrir tanto para doblegar al Mallorca: “Aunque estaba en el ambiente que este año sí, a nivel deportivo yo sabía, al igual que Ernesto Valverde y todos los que están dentro del vestuario, que el partido iba a ser muy difícil”.
“Aunque estaba en el ambiente que este año sí, sabía que el partido iba a ser muy difícil”
El mítico león se alegró mucho del éxito precisamente por el técnico de Viandar de la Vera, pero de forma especial “por mis nietos, ya que es la mayor felicidad que he tenido. Lloramos juntos en el campo, eso se me va a quedar clavado para siempre”.
Manu Sarabia
Dani formó una delantera de leyenda junto a Estanis Argote y Manu Sarabia. Al de Gallarta, que siguió la cita desde casa, también se le cayó “más de una lágrima” tras una victoria sobre el Mallorca que él no preveía tan sufrida: “Partíamos como favoritos y había muchas razones para ello. Con todo, estaba convencido de que el partido no iba a ser fácil, pero llegar hasta los penaltis... Quizás por ello la sensación de felicidad y alegría fue más intensa”.
Sarabia se muestra “esperanzado de cara al futuro” con un equipo con el que se siente identificado por su forma de entender el fútbol. “Es importantísimo ganar, pero a la altura de eso está cómo se gana. Y hoy en día ganamos porque nos gusta jugar en campo contrario, dominar, llevar la iniciativa... Somos un equipo valiente y atractivo, con una serie de futbolistas que tienen mucho fútbol en su cabeza y lo llevan muy bien a sus pies. Podemos estar muy orgullosos de ello y en eso Valverde es una pieza fundamental”, apunta.
“Tenemos un equipo valiente y atractivo, estoy muy esperanzado de cara al futuro”
“Esto tenía que llegar, pero han sido 40 años...”, indica aliviado Sarabia, marcado por la experiencia de surcar la ría sobre la gabarra: “Poca gente tiene en la vida el privilegio de hacer feliz a cientos de miles de personas. Toda esa afición a la que le han hablado de la gabarra pero que lo va a vivir por primera vez no se imagina todo lo que supone”.
Julio Salinas, “partícipe”
Junto a los veteranos Dani y Sarabia, en esa delantera despuntaba un joven espigado que llegaría a volar alto. Julio Salinas fue “partícipe, pero no protagonista”, en aquella final de Copa en la que no jugó ni un minuto. El de San Adrián asistió a la cita contra el Mallorca desde La Cartuja como comentarista radiofónico.
“Era nuestro día, eran 40 años, era demasiado tiempo y todo se pudo de nuestro lado. No esperaba sufrir de esa manera, pero cuando se gana así, se saborea más”, se felicita.
El mayor de los Salinas destaca la trascendencia de lo logrado: “La filosofía del Athletic es única en el mundo y se ha puesto en tela de juicio. Está luchando contra el dinero. Nuestro Messi, que es Nico, seguramente se marchará el año que viene, porque te lo van a quitar sí o sí. Para reforzar esa filosofía, a la juventud le tienes que dar vitamina, algo de autoestima para creer que todo es posible. Esta Copa llega en un momento importante, después de 40 años en los que la juventud nunca había vivido esto. Es un subidón, refuerza el ideal del Athletic y nos hace más fuertes”.
“Esta Copa es un subidón, refuerza el ideal del Athletic y nos hace más fuertes”
También da mucho valor a la labor de Valverde: “Ha demostrado que es un pedazo de entrenador y ha hecho una transición necesaria. Además, cuando luchamos contra transatlánticos, la ventaja de ser todos de la casa te da un plus en cuanto a unidad”.
