José Ángel Iribar (Zarautz, 1943) celebra este viernes su 81 cumpleaños. El mito rojiblanco, el que más veces ha vestido la zamarra del club en toda la historia (614) que construyó una fama de imbatible en la portería con su indumentaria negra, cumple años con el conjunto bilbaino en la cresta de la ola.
El Txopo, que desde hace poco más de dos meses cuenta con una estatua en la explanada de San Mamés que se ha convertido en punto de peregrinaje de muchos de los que pasan por la capital vizcaina, seguro que se ha levantado con el ánimo por las nubes.
No es para menos, ya que el Athletic, el equipo de su vida, en el que jugó 18 temporadas antes de pasar por Lezama, por el banquillo y luego como representante institucional de Ibaigane, estará en la final de Copa del próximo 6 de abril en La Cartuja.
Iribar, uno más en el día a día del equipo de Ernesto Valverde, un fijo en muchos entrenamientos en Lezama y en los partidos a domicilio, daría una nota alta a los leones tras su recital ante el Atlético de Madrid.
También a Julen Agirrezabala, que demostró su calidad entre los tres palos. Un suplente de lujo de Unai Simón. Ambos dignos herederos del gran Txopo.
Y porque Iribar no hay más que uno, como decía el popular cántico, no estaría nada mal que el Athletic, con los Iñaki Williams, Sancet, Nico, Guruzeta y compañía, cierren cuatro décadas de sequía en la Copa tumbando al Mallorca.
La leyenda rojiblanca, el mejor portero en los 125 años de vida del club, levantó dos títulos de Copa (1969 y 1973), además de perder otras tres finales, una de ellas en la famosa tanda de penaltis ante el Betis. A ver si dentro de 37 días Iker Muniain puede darle una alegría al Txopo y al resto de la familia rojiblanca.
