Del dicho al hecho hay un trecho y en esa costumbre suya de no dar ni una sola pista, Ernesto Valverde se limitó a decir en la previa del encuentro de la segunda ronda de Copa que enfrentó al Athletic con el Cayón que, efectivamente, haría cambios en el once inicial con respecto al equipo que alineó el sábado contra el Rayo Vallecano. Apuntó también que a partidos como el de anoche “hay que ir con todas las precauciones”.

Así, uno podía imaginar que quizá alguno de los futbolistas que salió de inicio frente al conjunto madrileño repetiría también en el torneo del K.O. Pero qué va. Como ya hiciera en la primera eliminatoria, ante el Rubí, Txingurri modificó por completo la alineación y ni se inmutó. Solo Yuri Berchiche, quien en condiciones normales debería ser titular pero que llevaba varias jornadas fuera del equipo por lesión, figuró en la alineación. Del resto, ni rastro.

Cierto es que el rival daba para lo que daba, un equipo que lucha por salvar la categoría en la Segunda RFEF y que solo lleva dos triunfos en liga, pero el técnico demostró tener confianza en sus futbolistas, al menos ante equipos de inferior categoría, lo que le viene de perlas para dar descanso a los futbolistas más cargados y darles minutos de calidad a los menos habituales, quienes le respondieron con una actuación convincente, aunque sin grandes alardes. Dejaron el partido visto para sentencia antes de la media hora de juego gracias a un doblete de un Asier Villalibre que necesita minutos y goles como el comer, y todo fue rodado. Valverde deseó que la cita ante el Cayón fuera una fiesta y que su equipo se hiciera con el triunfo. Y así fue. Fiesta y victoria.

Se permitió, además, el lujo de realizar distintas probaturas. La más destacada fue la presencia de Berchiche en la posición de central. El técnico lleva tiempo avisando que entre las alternativas que maneja para jugar en el centro de la zaga figura el de Zarautz, pero hasta anoche no había encontrado el momento. Cumplió, aunque quizá se confió en exceso en varias arrancadas con el balón. La otra gran novedad fue la presencia de Unai Gómez ejerciendo, a ratos, como pivote único. En determinados momentos contó a su vera con la presencia de Raúl García, pero el bermeotarra fue suficiente para que el Athletic controlara el ritmo del partido.

El Athletic sigue intratable en las eliminatorias de Copa que se disputan a partido único. Con el triunfo de ayer ante el Cayón ya son 22 las rondas que, de manera consecutiva, han superado los leones en el torneo del K.O. Hay que remontarse hasta la temporada 2003-04, hace 20 años, para dar con la última derrota.

El conjunto rojiblanco no dejó el más mínimo margen para la sorpresa, hizo su trabajo sin complicaciones, y superó en todo momento al Cayón, que hoy mismo regresará a su cruda realidad, esa en la que sus futbolistas tienen que compaginar sus trabajos con su pasión por el fútbol, que apenas les reporta unos pocos ingresos. Quizá alguien debería tomar nota de lo sucedido ayer y evitar que vuelva a repetirse. Si esta Copa está pensada para los humildes, ¿por qué un equipo de Segunda RFEF, con un campo grande y con el césped en perfectas condiciones, tiene que jugar lejos de su estadio? Hubiera bastado con atender a la petición del Cayón y que el choque se hubiera celebrado en la mañana del miércoles por aquello de que no tienen luz artificial en el Fernando Astobiza. El premio para el Cayón fue jugar de local en un campo neutral y con infinidad de aficionados del Athletic. Una locura.

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Cayón-Athletic | El análisis final de José Manuel Monje

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