Más de 28 horas sin ver portería. Es el tiempo, 1.718 minutos exactamente, que acumula Iago Aspas (Moaña, 1 de agosto de 1987) sin marcar para lamento propio y de un Celta de Vigo que visita San Mamés en puestos de descenso. Huérfano de los goles de su principal referencia ofensiva desde la vuelta de este a Balaídos en junio de 2015 procedente del Sevilla, el conjunto celeste cabalga entre dudas y sonadas polémicas arbitrales mientras espera el ansiado reencuentro del de Moaña con la portería rival.

Sin Aspas no hay paraíso en Vigo. Ni nada que se le parezca. Las tres asistencias que suma el delantero gallego en la presente edición liguera se antojan insuficientes para dar aire a un equipo que necesita más que nunca la aportación goleadora del 10. El Athletic, en la búsqueda de su segunda victoria consecutiva en liga, tiene la misión de apartar del gol una jornada más a un futbolista de indiscutible talento que no por atravesar su peor sequía realizadora deja de intentarlo semana tras semana. Partido sí y partido también llama a la puerta del gol el de Moaña, quien falló incluso un penalti en la visita del Getafe a Balaídos el pasado 8 de octubre.

Hay que remontarse hasta el 18 de marzo, cuando batió a Fernando Pacheco desde el punto de penalti en la victoria del Celta frente al Espanyol a domicilio, para recordar la última diana de Aspas, que ha superado los siete meses sin llevarse el dedo al pecho para señalarse el escudo en una de las celebraciones más veces vista en liga en la última década. En 12 tantos, los firmados la pasada temporada, se establece no en vano el peor registro goleador del gallego desde el ejercicio 2015-16, con las campañas 2017-18 y 2018-19 como las más prolíficas con 22 y 20 goles marcados, respectivamente.

En blanco ahora a las puertas de la decimotercera jornada, Aspas mantiene su condición de indiscutible para Rafa Benítez, si bien ha visto reducidos sus minutos sobre el verde hasta el punto de ser sustituido en seis encuentros y partir desde el banquillo en la visita a la Unión Deportiva Las Palmas. Su figura, no obstante, se mantiene como la más destacada y peligrosa del Celta en caso de analizar el caudal ofensivo celeste, pues se ha erigido en el jugador de la liga que más ocasiones de gol genera.

Olvidados los problemas de espalda que le lastraron en el tramo final del pasado curso, solo el remate final, la definición, se le resiste a un jugador de primera talla que ya superó otras dos largas sequías tiempo atrás. La primera obedeció a los siete meses y diez días que transcurrieron desde su último gol en su primera etapa en el Celta hasta el primero y único que logró con el Liverpool en la campaña 2013-14. La segunda, los nueve meses desde aquel gol en Anfield hasta su primer tanto con el Sevilla un curso después. En ambas ocasiones, sin embargo, Aspas gozaba de una continuidad muy inferior a la de hoy en día, por lo que su sequía actual es la más pronunciada en términos estadísticos.

9 goles al Athletic

El encuentro de este viernes por la noche, el cual ha corrido peligro de perderse por sanción el gallego tras lanzar al suelo el monitor del VAR en el Celta-Sevilla de la pasada semana, se presenta peligroso para el Athletic en el intento de contener al de Moaña, quien colecciona 9 goles en sus 16 partidos contra los leones. Sevilla (12), Real Sociedad (11) y Barcelona (10) son los únicos rivales a los que ha castigado en más ocasiones Aspas, quien aterriza en San Mamés con el gol entre ceja y ceja tras más de siete meses de sequía.