En la previa del encuentro frente al Rubí, el del estreno copero del Athletic en la presente temporada, Ernesto Valverde no quiso ni oír hablar de aquella derrota que sufrió el conjunto rojiblanco ante la Gimnástica de Torrelavega en octubre de 2003, la última vez en la que los leones cayeron a partido único en el torneo del K.O. “No me acuerdo, no sé de qué me estás hablando”, bromeó, con una sonrisa algo incómoda, el técnico, que dirigió aquel encuentro de infausto recuerdo y del que evidentemente se acuerda.

Claro que se acuerda. Pero no quiso mentar a la bicha, por si acaso. Para terminar de cubrirse las espaldas avisó también que se trataba del partido “más peligroso del año”. El Athletic, como si de la noche de Halloween se tratara, pudo elegir entre truco o trato; eligió pactar, cómo no, pese a que le puso mordiente a los minutos finales, y ya está en la segunda ronda de su torneo, ese en el que aspira, como mínimo, a repetir los logros de las últimas cuatro ediciones, en las que siempre estuvo en semifinales.

Aunque todo parecía controlado por parte del Athletic, que se adelantó por 0-2 gracias a un doblete de Adu Ares, la falta de contundencia en el área rival en una acción aislada en el tramo final del choque hizo temer, aunque solo fuera por un breve lapso de tiempo, que pudiera repetirse algo similar a lo vivido hace 20 años en Torrelavega. Habría habido margen para solventar un posible empate a dos con la prórroga, pero mejor no mentar a la bicha. Si no lo hizo Valverde en rueda de prensa...

El inicio del partido, con hasta dos acciones en las que se lució el veterano meta local, Rafa Leva, que evitó con dos excelentes paradas el primer gol de los leones antes de los tres primeros minutos de juego, fue una pista de por dónde irían los derroteros de un choque al que el Athletic, con sus imprecisiones en los metros finales, se empeñó en ponerle algo de picante. Dos sustos del Rubí, timoratos ambos, fueron todo el peligro de los locales en una primera mitad que fue una especie de toma de contacto de los leones con la competición.

La Copa, y más en estas rondas iniciales, suele dejar encuentros que, o bien tienen un desarrollo muy cerrado, o se saldan con goleadas a favor de los equipos de Primera División. La jornada de ayer dejó varios ejemplos, como la superioridad exhibida por Getafe y Betis, o la cortísima victoria de la Real Sociedad. Los dos tantos de Adu Ares en su estreno como goleador con la elástica rojiblanca invitaban a pensar más en un desenlace cómodo, sin apuros, para el Athletic, pero en sus últimas temporadas en el torneo del K.O. ha apelado a la épica en varios momentos y anoche, sin llegar a tal extremo, sí permitió que el Rubí soñara con una gesta histórica.

El pitido final despertó a los locales de golpe y porrazo de su sueño. El Athletic había elegido trato, no quiso ningún truco, ningún susto. Los encuentros de este estilo deben ganarse por lo civil o por lo criminal que diría aquel; las florituras y el juego preciosista que pueden exigirse en otros momentos de la temporada desaparecen en noches como las de ayer. Lo importante es ganar. Que pase el siguiente camino de la final de Copa del 6 de abril en el estadio de La Cartuja de Sevilla. l

La cifra

21

Son las eliminatorias a partido único que ha superado el Athletic de manera consecutiva en Copa. Todas las que ha disputado en las temporadas 2004-05, 2005-06, 2019-20, 2020-21, 2021-22 y 2022-23. La última vez que perdieron en una ronda a un único encuentro fue en 2003, ante la Gimnástica de Torrelavega.