El aficionado neutral es muy posible que disfrutara en grandes dosis con el desempeño del Athletic y el Valencia en una tarde de esas que invitan poco al optimismo por aquello del cambio de hora y la prontitud con la que anochece, que sume en cierta pereza y desgana al personal. Más difícil que el de ese hincha al que el resultado ni le va ni le viene parece medir el grado de satisfacción que dejó el empate entre bilbainos y valencianos en sus respectivas parroquias, aunque es posible que se conformaran con el reparto de puntos, pues para nada pareció injusto. En un partido de mucha ida y vuelta y cierto descontrol, esos que poco o nada acostumbran a gustar a los entrenadores, pues los fallos se hacen más visibles que nunca, el Athletic se topó con un equipo muy joven que le igualó en valentía y entrega, como quedó demostrado en un San Mamés reivindicativo, pero no en exceso, con la causa Palestina. La de ayer domingo fue una tarde de reivindicaciones y errores.
De inicio, Ernesto Valverde pareció dar la razón a aquellos que consideran que Imanol García de Albéniz merecía una oportunidad en el costado izquierdo de la defensa para reemplazar al lesionado Yuri Berchiche en lugar de un Iñigo Lekue al que se acostumbra a señalar prácticamente cada vez que se viste de corto. Claro que el desempeño del zurdo de Gallarta dejó mucho que desear. Se le vieron las costuras en defensa, convirtiendo la banda en una autopista por la que Fran Pérez campó a sus anchas, hasta el punto de que marcó su primer gol como valencianista.
Lejos de poner remedio a un problema más que visible, que se agravó pasada la hora de juego, pues el Valencia detectó fácilmente el problema en la zaga bilbaina, Valverde agotó los cambios –el último en entrar al terreno de juego fue Iker Muniain, con 20 minutos aún por disputarse– y mantuvo sobre el verde a un Imanol que solo pudo tener algo de brillo en el tramo final, cuando se soltó en ataque. Sin duda, es en campo contrario donde ofrece sus mejores prestaciones.
Lekue, al que muchos echaron en falta, cosas de la vida, se limitó a calentar durante un breve espacio de tiempo y después recuperó su sitio en el banquillo. Es difícil aventurar que habría pasado con él sobre el verde, no hay respuesta para ello, pero es probable que otro gallo hubiera cantados si en lugar de estar dos largos meses en el banquillo, García de Albéniz habría dispuesto de alguna oportunidad más para foguearse desde el 27 de agosto. Partidos ha tenido para ello, tantos como siete, y resultados más que favorables para los intereses del Athletic, pero ese es un debe de Valverde y no parece que a estas alturas de la vida vaya a cambiar su forma de actuar.
Más flexible se mostró, eso sí, para dar entrada a Beñat Prados en lugar de un Aitor Paredes al que tampoco se le vio nada cómodo sobre el campo y que, para colmo, vio una cartulina amarilla en el minuto 10. Superado en muchas acciones, especialmente cuando le tocó correr a su espalda o al ir a tapar a la banda izquierda, el central dejó su hueco a un Prados que parece entrarle por el ojo al técnico, que le ubicó en el eje de la zaga.
Sí se reivindicó, o eso espera al menos, Alex Berenguer, que se estrenó de cara a gol esta temporada con el tanto del empate ante un equipo che al que ya le marcó el curso pasado también en La Catedral. Su sutil testarazo a pase de Iñaki Williams en el tiempo de descuento puso la igualada en el marcador en un partido agónico, en el que se lucieron los dos porteros, y en el que esta vez sí, a diferencia de lo sucedido en el Camp Nou, fue la primera opción para salir desde el banquillo para reforzar el juego por bandas. El navarro, que entró revolucionado al campo y por momentos pudo precipitarse, puso fin a cinco meses de sequía, en los que ha jugado doce encuentros, tres del curso pasado y nueve del presente.
La cifra
162
Son los días que ha necesitado Alex Berenguer para volver a marcar con el Athletic. El extremo, que ha perdido cierto protagonismo en la presente temporada, se estrenó en el apartado goleador ayer con un sutil cabezazo a pase de Iñaki Williams para poner el empate en el marcador.
