Lo que mal empieza mal acaba suele decirse. No fue el caso este domingo en San Mamés, donde el Athletic tiró de garra, fe y fútbol para levantar un 0-2 al abrigo de una mayúscula capacidad de reacción que provocó el éxtasis en las gradas. En un partido loco como los que tanto apetecen ver y que solo en contadas ocasiones se dan, el conjunto rojiblanco firmó una remontada que inició desde los once metros VAR mediante. La tecnología, en el ojo del huracán en función de los ojos con los que se mire y del bando en cuestión, resultó favorable a los de Ernesto Valverde en la señalización de dos penas máximas que generaron máxima expectación en medio de la siempre tensa espera del respetable. 

Nico Williams, iluminado al igual que en la visita a Osasuna ocho días atrás, provocó ambas y Mikel Vesga las ejecutó a la perfección. Sangre fría tras ver en las dos ocasiones cómo el colegiado César Soto Grado acudía a la pantalla para revisar sendas acciones. En la primera, con dos goles de desventaja en el luminoso, el extremo navarro rompió a la espalda de los centrales esquivando por milímetros el fuera de juego y fue derribado por Rui Silva. El trencilla señaló inmediatamente el punto de penalti, pero fue advertido para revisar el vis a vis con el portero portugués. Se hizo larga la espera, pero mereció la pena desde la óptica rojiblanca pues, a diferencia de lo que acostumbra a ocurrir en estos casos, Soto Grado mantuvo su decisión inicial. Penalti, balón en poder de Vesga y 1-2 para creer en la remontada. 

Engañó el mediocentro gasteiztarra a Rui Silva, con quien volvió a verse las caras 15 minutos después. Los protagonistas fueron prácticamente los mismos. Nico, el VAR, Vesga y Rui Silva. Solo se coló en la foto Guido Rodríguez, el autor del pisotón sobre el menor de los Williams en una acción que no castigó de primeras el árbitro del comité riojano. Tuvo que salir el balón fuera para que Soto Grado corriera en dirección a Nico, quien permanecía tendido en el césped dentro del área bética, y aguardara noticias a través del pinganillo. No tardaron en llegar. El penalti no ofrecía discusión y, tal como ordena el protocolo, volvió a acudir a la pantalla el colegiado desatando el júbilo en las gradas. 

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En imágenes: el Athletic remonta ante el Betis Borja Guerrero

Se procedió a repetir la jugada en los videomarcadores y San Mamés lo vio claro. Lo celebró al unísono incluso antes de tiempo. Solo quedaba la confirmación por parte de Soto Grado, quien apenas tardó en dictar sentencia para que Vesga, de nuevo, asumiera la responsabilidad para poner las tablas en el marcador. Lo hizo, con un disparo al centro y raso, volviendo a engañar a Rui Silva. 

Los datos

Mikel Vesga es el primer jugador en la historia del Athletic en marcar dos penaltis en la primera mitad de un partido de liga

El gol, que terminó de encender la caldera de San Mamés antes de que Gorka Guruzeta y Unai Gómez subieran aún más los decibelios con el 3-2 y el 4-2, estuvo bautizado por una efeméride, toda vez que Vesga se convirtió en el primer jugador en la historia del Athletic en marcar dos penaltis en el primer tiempo de un partido de liga. También la hazaña de Nico tuvo premio en el plano individual, pues ningún rojiblanco había provocado dos penas máximas en un encuentro liguero desde que lo hiciera Joseba Etxeberria ante el Barcelona en septiembre de 2000. 

Los dos datos fueron facilitados por MisterChip, mientras que Adurizpedia puso sobre la mesa otro dato cuando menos curioso. En las 38 jornadas de la pasada temporada el Athletic solo disfrutó de un penalti a favor.

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En imágenes: ¿Has estado en San Mamés? Búscate en nuestra galería Borja Guerrero