12 de agosto, lluvia en Bilbao y el Real Madrid como rival para hincar el diente a la temporada. La combinación, del gusto del personal, atrajo en masa a la parroquia rojiblanca a San Mamés, que alzó el telón liguero con 48.927 fieles en las gradas. Tras despedir a la plantilla con música de viento en el último partido del pasado curso como local ante el Elche, el verano ha servido para hacer borrón y cuenta. La puesta de largo del ejercicio 2023-24 contra todo un Real Madrid demandaba una respuesta favorable y así fue. Nada que reprochar al respetable. Todo lo contrario.

El aliento a los hombres de Ernesto Valverde fue mayúsculo desde el pitido inicial, a la par que asfixiante para un rival de campanillas que no se amilanó. Tampoco lo hizo en el plano individual Dani Carvajal, autor de la asistencia al brasileño Rodrygo Goes en el 0-1, a pesar de ser abroncado por ‘La Catedral’ en cada intervención por su durísima entrada a Yuri Berchiche en el último compromiso liguero de la pasada campaña en el Santiago Bernabéu. Víctima de una fractura de peroné a causa de una patada fuera de catálogo en un choque en el que los blancos no tenían nada en juego, el zarautztarra permanece de baja y no quiso olvidarse de ello San Mamés, que montó en cólera en el tramo final de la primera mitad por un penalti no señalado sobre Unai Gómez.

“Así, así, así gana el Madrid” se entonó prácticamente al unísono desde las gradas sin que hubiera rastro de la animación dirigida en la Herri Harmaila en señal de disconformidad por las multas económicas recibidas en la zona. El impulso a los leones, sin embargo, fue constante en un encuentro con adverso desenlace.

Actos previos

El ambiente, en medio de la lluvia, comenzó a adquirir temperatura horas antes del inicio del partido. En la explanada de San Mamés, en un simbólico acto programado a las 19.00 horas, el Athletic inauguró un monumento conmemorativo del 125 aniversario de la entidad con la recreación en el lugar exacto de su ubicación de las dos líneas de las porterías de Ingenieros y Misericordia de la antigua Catedral. "En honor a quienes han defendido la camiseta del Athletic Club”, podía leerse en euskera, castellano, inglés y francés en las dos placas colocadas ante la presencia del presidente Jon Uriarte, José Ángel Iribar y otras personalidades como el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.

Minutos más tarde, Iribar y Uriarte repitieron presencia en un segundo acto con Txus Vidorreta como protagonista. El bilbaino, quinto entrenador con más partidos dirigidos en la historia de la Liga ACB de baloncesto, recibió su distinción como embajador del 125 aniversario del Athletic en agosto. Vidorreta se sumó así a una lista completada hasta la fecha por Jon Rahm, Jokin Altuna, Honey Tahljieh, Thomas Hittzlsperger, Marino Lejarreta y Joane Somarriba (en representación de la afición y ciclismo vascos), María Arthuer y Juan Villoro.