El primer partido de la temporada trajo consigo la primera sorpresa en forma de debut oficial, y como titular, de un cachorro convertido ya en león: Unai Gómez. El centrocampista bermeotarra, cosecha del 2003, fue uno de los once elegidos por Ernesto Valverde para posar de inicio ante el Real Madrid. Convertido en una de las sensaciones de la pretemporada con gol incluido en la visita al Celtic de Glasgow en su primera titularidad con el primer equipo, si bien se trataba solo de un amistoso, el vizcaino aprovechó la confianza del técnico para hacerse un hueco en la media punta en detrimento de Oihan Sancet. 

Sin el oportuno ritmo de competición tras sumarse al grupo en la recta final de la preparación estival, el navarro comenzó en el banquillo. Iker Muniain, debido a la lumbalgia arrastrada por Alex Berenguer en las últimas semanas, obtuvo también plaza como titular, pero no como enganche. Actuó escorado a la izquierda el capitán dejando su posición predilecta en poder del joven Unai Gómez. Un acentuado trasvase generacional que duró 45 minutos, el tiempo que tardó Valverde en retirar del terreno de juego al de Bermeo, que completó una aseada primera mitad en medio de la adversidad. Activo en la presión tras pérdida y veloz en la toma de decisiones a la hora de intentar dar continuidad al juego, no encontró un entorno favorable para lucir virtudes el ‘30’ del Athletic, pero dejó su impronta en un par de acciones que dejaron patente su calidad. 

Unai Gómez, cosecha del 2003, da la cara en medio de la adversidad y se postula como una firme alternativa más para la media punta

En una de ellas, tras robo en campo rival en un pase fallido de Fran García, a punto estuvo de cantar bingo para recortar distancias en el marcador. Corría el minuto 37, 0-2 en el luminoso, cuando el bermeotarra galopó hasta el área madridista para armar la pierna derecha y disparar sobre el arco defendido por Lunin siendo derribado por Militao una vez el balón tomó dirección portería. Barrido en una aparatosa entrada del brasileño, el bermeotarra quedó tendido en el verde y San Mamés reclamó penalti al unísono. También los propios futbolistas mientras los jugadores del Real Madrid tomaban aire en la banda. Una vez se detuvo el juego, Gil Manzano se echó la mano al pinganillo para acto seguido, ante la incomprensión del respetable, advertir que nada punible había ocurrido. Lo lamentó Unai Gómez, sin fortuna en la acción. 

Capaz de actuar también como interior y con experiencia incluso como lateral izquierdo, su polivalencia es un arma más para Valverde

No tuvo muchas más oportunidades para entrar en juego el centrocampista ante la sólida puesta en escena del Real Madrid, que pobló el centro del campo con cuatro hombres dejando a la dupla de brasileños formada por Vinicius y Rodrygo como únicas piezas ofensivas. No fue sencillo, por tanto, fluir por dentro en un choque de máxima exigencia en el que Unai Gómez dio la cara aun así hasta ser sustituido tras el descanso.

Nueva alternativa

Su inclusión en la primera alineación del curso invita a pensar que sus apariciones, probablemente como hombre de refresco de cara a próximas jornadas, serán recurrentes a lo largo de una campaña en la que Valverde gana un elemento más para la rotación. También para hacer frente a posibles adversidades en una zona en la que amenaza con ganar enteros paulatinamente un futbolista formado en Lezama desde alevines. Capaz de fajarse también como interior y con experiencia incluso como lateral izquierdo en el Bilbao Athletic, Unai Gómez apunta a tener recorrido como león.

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En imágenes: el Athletic no puede con el Real Madrid Borja Guerrero