Lázaro Ibarreche, el goleador desconocido

Cuando la posibilidad de que el Athletic regresara a México casi medio siglo después y por tercera vez en su historia parecía un hecho –tras dos giras en 1935 y en 1976– y, con ello, la opción de que quien suscribe estas líneas pudiera cruzar el charco para seguir la actualidad del conjunto rojiblanco a miles de kilómetros de Euskal Herria, un comentario de ama, un “creo que mi aitite jugó en México y no debía de ser malo”, encendió un interés oculto por el fútbol mexicano de hace más de un siglo. Una pequeña escala en Bogotá previa a la llegada a Ciudad de México ordenó parte de la historia y el paso por la Euskal Etxea y una cita con los peñistas del Athletic en la capital azteca terminó por confirmar la creencia de ama. Efectivamente, su aitite, Lázaro Ibarreche, no solo jugó en México, sino que es uno de los grandes referentes en la historia del extinto Club España, uno de los equipos más laureados del país y en el que jugaron dos ilustres exrojiblancos como Gregorio Blasco y José Iraragorri.

Nacido en Laudio en 1894, se marchó muy joven a México –los recuerdos familiares apuntan a que fue un hermano quien le animó a hacer las Américas–. No ha trascendido si durante su infancia tuvo relación alguna con la práctica del fútbol, pero en el país azteca se convirtió en uno de los ídolos del citado Club España. Ganó siete ligas: 1915-16, 1916-17, 1918-19, 1919-20, 1920-21, 1921-22 y 1923-24 y fue máximo goleador en cinco ocasiones consecutivas: 1915-16, 1916-17, 1917-18, 1918-19 y 1919-20. Se retiró en 1923, once años después de su estreno y regresó a Euskal Herria, si bien se asentó en Balmaseda, donde falleció en 1950.

No es mucha la información que se encuentra sobre su figura, aunque el libro conmemorativo del centenario del Club España, que contaba con equipos en distintas modalidades deportivas, recoge algunas cuestiones de interés. En alusión al equipo que ganó la liga en la temporada 1918-19, la publicación sostiene que “era el España invencible de los Arechederra, Ibarreche, Bernardo Rodríguez, Lecanda y Delio Bonet, entre otros”.

Además, en otro apartado, el historiador del Club España, Fernando Castellanos, recogió con cierta ironía y lenguaje propio de hace varias décadas, las características de los futbolistas más importantes de la primera etapa del club. Sobre la figura de Lázaro Ibarreche, apunta lo siguiente: “Es sonoro y rimbombante el nombre de este vasco, ¿verdad? Pues más sonoridad ponía en el vació del balón, el toque formidable de su empeine cuando esquinaba aquellos maravillosos tiros que hicieron que fuera para los goalkeepers sinónimo de cañonazo. Precisión, colocación y fuerza”. Así describían a Lázaro Ibarreche, el goleador desconocido.