En horario intempestivo, las diez de la noche de una jornada de labor, en lo que supone una nueva cacicada de LaLiga, más preocupada por renovar su imagen de marca que de cuidar a los aficionados al fútbol, el Athletic recibe en San Mamés a un Sevilla crecido desde la llegada de José Luis Mendilibar, un viejo conocido de la casa. El conjunto rojiblanco, en una gran dinámica, quizá en el mejor momento de la temporada, quiere frenar el efecto Mendilibar aferrándose a las buenas sensaciones que está ofreciendo en las últimas semanas y que están recibiendo el refrendo en forma de puntos también. Además, el empate de la noche del martes entre Betis y Real Sociedad le abre de par en par la oportunidad de colarse de nuevo entre los seis primeros clasificados, algo que no logra desde la décimo quinta jornada, allá por el mes de diciembre. Así, son muchos los alicientes que rodean a la cita de esta noche en La Catedral.

El Athletic tiene en su mano la posibilidad de dar un golpe sobre la mesa. Conocido es ya que los últimos resultados le hacen depender de sí mismo para acabar entre los seis primeros de la liga, incluso aunque hoy no puntúe ante el Sevilla; pero para qué dejar pasar la oportunidad de verse ya en puestos europeos. Para eso, los leones necesitan ganar al conjunto andaluz, que se aleja de la tentación de la Feria de Sevilla para seguir con su buena racha. De hecho, no ha perdido ni un solo partido desde que Mendilibar relevó en el banquillo a Jorge Sampaoli. Cuatro triunfos, tres de ellos en liga y el restante en la Europa League frente al Manchester United, goleada mediante (0-3), y dos empates, ante el Celta en el torneo de la regularidad y el milagroso de Old Trafford en la ida de los cuartos de final de la segunda competición continental son la carta de presentación del técnico vizcaino, si es que a estas alturas de su dilatada carrera en los banquillos necesita exponer sus logros. No lo parece.

Eso sí, Mendilibar no sabe lo que es ganar en San Mamés, campo que ha visitado hasta en doce ocasiones como entrenador de Valladolid (dos derrotas), Osasuna (tres derrotas), Levante (una derrota) y Eibar (tres empates y otras tantas derrotas). Claro que nunca antes ha tenido una plantilla del nivel de la que maneja actualmente en el Sevilla, a la que está sabiendo exprimir al máximo. En lo que a sus enfrentamientos con Ernesto Valverde se refiere, con quien compartió vestuario en las filas del Sestao Sport, el técnico del Athletic sale claramente vencedor, con un saldo de catorce triunfos, un empate y tres victorias para Mendilibar.

cambios obligados

Como quiera que dicen que las estadísticas están para romperse, el conjunto rojiblanco no puede confiarse. Busca su cuarta victoria seguida en liga, algo que no logra desde la temporada 2016-17, la última de la segunda etapa de Valverde en el banquillo bilbaino. Para igualar esos cuatro triunfos, el técnico no podrá emplear a su once tipo, el que parece haber encontrado por fin tras distintas probaturas a lo largo de la temporada. La baja por lesión de Iñigo Martínez, que sufre una sobrecarga, así como la de Mikel Vesga, sancionado por acumulación de amarillas, le obligarán a modificar la defensa y el centro del campo.

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Estas no son las únicas bajas, pues el técnico tampoco podrá contar con los lesionados Iker Muniain, Iñigo Lekue y Jon Morcillo, ni con el también sancionado Oier Zarraga, si bien a día de hoy ninguno de ellos cuenta con un papel relevante dentro del equipo, no al menos para ser titular.

Así las cosas, Vivian sustituirá a Iñigo en defensa, donde De Marcos, Yeray y Yuri son fijos; Dani García ejercerá de pivote defensivo, con Ander Herrera repitiendo en el once por segunda jornada consecutiva; los hermanos Williams y Sancet ocuparán las bandas y la media punta; y Guruzeta completará el once, con Simón bajo palos.