La vida de José Francisco Rojo Arroita, Txetxu Rojo o Rojo I, como fue conocido en el mundo del fútbol, se apagó el pasado viernes, en la víspera de la Nochebuena. Una larga enfermedad pudo con el segundo futbolista en la historia del Athletic que en más ocasiones ha defendido su zamarra. Solo José Ángel Iribar, con 641, se la enfundó en más encuentros que el bilbaino, que este martes ha recibido el último adiós de sus seres queridos y de la familia rojiblanca en la basílica de Begoña, en su barrio, donde tuvo lugar su funeral. En las calles de Begoña comenzó a fraguarse la leyenda de un extremo con una zurda exquisita, capaz de cambiar el signo de un partido con una genialidad al alcance de unos pocos elegidos, y que completó toda su carrera en el Athletic. Como le sucedió a su amigo y compañero Iribar, no pudo ganar ninguna liga, pero sí dos Copas, las de 1969 y 1973. Atrás dejó 17 temporadas y 68 goles en un total 541 partidos. El primero, frente al Córdoba en la campaña 1965-66; el último, contra el Barcelona en la 1981-82. Después, inició una larga carrera en los banquillos, de casi 20 años, que le mantuvo ocupado hasta 2004.

Reconocido y admirado, fueron muchos los clubes de Primera y Segunda División que expresaron sus condolencias por el fallecimiento del que fuera jugador rojiblanco durante casi dos décadas. Un recuerdo al que se sumaron numerosos futbolistas y exfutbolistas en las horas posteriores a la muerte de Txetxu Rojo. Un extremo de leyenda que, 30 largos años después de su retirada como jugador en activo, aún ostenta la segunda posición en el ranking histórico de futbolistas que en más ocasiones han vestido la elástica del Athletic.

Sus cuatro hijos ocuparon la primera fila durante la ceremonia religiosa y tampoco faltó a la misma su hermano, José Ángel, conocido como Rojo II, quien también jugó en el Athletic (1970-77). 

La amplia delegación rojiblanca en el sepelio estuvo encabezada por su presidente, Jon Uriarte, que llegó acompañado por varios miembros de su Junta Directiva, así como de hombres de su total confianza como son Jon Berasategi, director general del club, Mikel González, director de fútbol de la entidad, y Sergio Navarro, el máximo responsable de Lezama.

Los cinco capitanes del primer equipo: Iker Muniain, Óscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Iñaki Williams e Iñigo Lekue también arroparon a la famlia de Txetxu Rojo, como Ernesto Valverde y Jon Aspiazu, primer y segundo entrenador del Athletic. Tampoco faltó a la cita Garazi Murua, la capitana de la primera plantilla femenina, acompañada Eli Ibarra y la delegada Saioa González. 

Hubo también una nutrida representación de exfutbolistas rojiblancos: José Ángel Iribar, Dani Ruiz-Bazán, Julen Guerrero, Jabo Irureta, Rafa Alkorta, Miguel de Andrés, Andoni Ayarza, Andoni Goikoetxea, Patxi Salinas, Manolo Sarabia, Genar Andrinua, Andoni Zubizarreta, Santi Urkiaga, José Mari Amorrortu, Ritxi Mendiguren, Santi Urkiaga, Javier Clemente, Ismael Urzaiz, Carlos Ruiz, Javi González, Imanol Etxeberria, Oskar Tabuenka, Andoni Lakabeg o José Ramón Alexanco. Además, el Celta, club al que Rojo dirigió entre enero de 1991 y el final de la temporada 1993-94, estuvo representado por la figura de Vladimir Gudelj, en la actualidad delegado del primer equipo vigués.

En la basílica de Begoña también se dieron cita todos los expresidentes: Aitor Elizegi, Josu Urrutia, Fernando García Macua, Ana Urrutia, Fernando Lamikiz, José Mari Arrate y José Julián Lertxundi. Todos, salvo Ignacio Ugartetxe, que tiene fijada su residencia en Canadá desde hace años.

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, despidió a uno de sus vecinos más ilustres, nombrado como tal hace siete años. Por parte del Consistorio también estuvieron presentes los concejales Kepa Odriozola y Jone Goirizelaia.

Además, Juanjo Baños, director general del Grupo Noticias y quien durante largos años siguió la actualidad del Athletic en las páginas de este periódico, también quiso despedirse de Txetxu Rojo, al igual que decenas de personas. Goian bego.