Iñigo Martínez (Ondarroa, 17-V-1991), tentado de nuevo por el Barcelona, se ha ganado a pulso la condición de líder de la defensa del Athletic desde que aterrizó en Bilbao en enero de 2018 procedente de la Real Sociedad. Josu Urrutia, entonces presidente del club bilbaino, vio en la figura del vizcaino el relevo ideal de Aymeric Laporte, quien abandonó la nave rojiblanca para sumarse a las filas de un Manchester City que abonó los 65 millones de euros de su cláusula de rescisión. 32 millones, por su parte, desembolsó el Athletic para contraatacar y sacar a Iñigo Martínez de la Real, donde el central vizcaino se había formado como jugador desde los 15 años de edad para alcanzar los 237 partidos oficiales con el primer equipo txuri-urdin, 17 goles incluidos. Debutante en Primera División en agosto de 2011, el ondarrutarra se estrenó con la selección estatal absoluta dos años después bajo las órdenes de Vicente del Bosque.

En total son 19 partidos y un gol los que suma Iñigo Martínez como internacional absoluto a las puertas del Mundial de Catar, donde apunta a titular al abrigo de la inquebrantable confianza de Luis Enrique. En Bilbao, mientras tanto, siempre ha gozado del respaldo de los entrenadores que ha tenido. Debutó con José Ángel Ziganda en Girona y desde entonces ha sido un fijo en las alineaciones con Eduardo Berizzo, Gaizka Garitano y Marcelino García Toral. Tanto es así que solo los problemas físicos derivados de percances musculares y las sanciones por acumulación de cartulinas y expulsiones han separado al de Ondarroa del equipo titular del Athletic en los cuatro últimos años, en los que suma 159 encuentros oficiales y 7 goles como león.

De ellos, 137 partidos corresponden a LaLiga, competición en la que el central ha marcado cinco tantos como rojiblanco y en la que presenta un total de 341 envites disputados y 21 goles con las camisetas de la Real y del Athletic. Internacional sub’21 también en 15 ocasiones y presente en los Juegos Olímpicos de 2012, Iñigo Martínez no tardó en llamar la atención de grandes clubes europeos desde que se asentó como líder de la zaga de la Real en la campaña 2013-14 con Jagoba Arrasate como entrenador.

PRIMER INTERÉS DEL BARÇA

El ondarrutarra fue creciendo sobre el verde de Anoeta y el Barcelona, curiosamente con Ernesto Valverde en el banquillo del Camp Nou, se interesó por sus servicios en 2017. El fichaje terminó por frustrarse, en parte, por el temor de la dirección deportiva blaugrana a que la llegada de Iñigo Martínez al vestuario culé provocara un cisma interno en la caseta, dada la amistad existente entre futbolistas con un notable peso en la plantilla y la amenaza de que el de Ondarroa, a un año vista del Mundial de Rusia, pudiera restar minutos a un veterano sumamente querido como Javier Mascherano.

Valverde, entonces, se quedó con las ganas de contar con Iñigo Martínez, pues el Barcelona se decantó finalmente por el colombiano Yerry Mina, quien solo militó una campaña como jugador culé al no adaptarse al club. Unos meses después de aquel fichaje frustrado por el Barça llegó el Athletic y sedujo al vizcaino, cuya importancia en el equipo pone de manifiesto el propio club rojiblanco en la ficha oficial del ondarrutarra, donde se señala que “es el líder de la defensa, un gran ganador, con una regularidad y brillo apabullantes en su rendimiento. Llegó al Athletic Club para ocupar el vacío dejado por Aymeric Laporte en el mercado de invierno de 2018 y ha hecho olvidarle. Es uno de los fijos en las convocatorias de la Selección Española y, salvo contratiempo, estará en el Mundial de Qatar”.