El 20 de enero de 2022 se recordará como el día en que el Athletic venció por 3-2 al Barça. El 3 de febrero del mismo año aparecerá en el historial como la noche en la que el Athletic también superó al Real Madrid por 1-0. Hoy, 10 de febrero de 2022, la entidad bilbaina quiere que se rememore como la fecha en la que el Athletic. Los dos primeros partidos se disputaron en San Mamés, como el de esta noche. Los tres corresponden a la Copa, la competición que tanto seduce al mundo athleticzale. El Barça hincó la rodilla en octavos de final, el Madrid, en los cuartos; y el Valencia... Como diría Humphrey Bogart en el mítico film Casablanca, tócala otra vez, San Mamés. Se trata de ganar de nuevo, con el matiz de que son ya semifinales, que no se decidirán a un solo encuentro, sino a dos. Ida y vuelta. 180 minutos como mínimo, que es el recorrido que espera el Athletic, consciente de que su comparecencia en La Cartuja por cuarta vez en 15 meses pasa por sacar un resultado satisfactorio en el asalto inicial de una semifinal que dicen se decidirá en Mestalla el 2 de marzo, si es que no cambian la fecha por el perjuicio que se genera al club rojiblanco tal como está la programación, aunque el colectivo de Marcelino prefiere que se ponga ya muy de cara desde las 23.30 horas de esta noche. De ahí el efecto San Mamés, como en los viejos tiempos, como hace 21 días y como hace siete días.

La euforia tiene su razón de ser, por mucho que se reniegue de semejante vocablo. Ya se sabe, lo carga el diablo. La realidad, si embargo, es la que es y esta retrata a un Athletic lanzado, que ha ganado siete de los nueve partidos consumados en lo que va recorrido de este año en las tres competiciones posibles -liga, Copa y Supercopa-, por lo que el subidón es evidente entre su gente, ansiosa de vivir la enésima noche mágica en La Catedral y acariciar un poquito más el objetivo de disputar una final de Copa por tercera temporada consecutiva, lo que supondría otro hito para el club. El refranero dice que quien da primero, da dos veces. El conjunto rojiblanco así lo entiende, sabedor de que gran parte de la suerte de la eliminatoria pasa por estos primeros 90 minutos que marcarán el segundo capítulo a desarrollar en Mestalla en tres semanas, por lo que el Athletic confía en volver a rentabilizar el empuje de San Mamés, a imagen y semejanza de lo que ocurriera frente al Barça y el Real Madrid. Ese aliento no les va a faltar a los leones, a los que corresponde poner su parte en el verde para que se dé la simbiosis idónea para triunfar.

La nueva normativa perfila una gestión de la semifinal con cierta diferencia respecto a las precedentes. No en vano, la supresión del valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate abre un escenario un tanto enigmático a la hora de manejar la situación y no hay más que recordar, por ejemplo, que en la última ocasión en la que los dos equipos se vieron las caras en una eliminatoria de este tipo, en los octavos de la Europa League en 2016, el Athletic salió beneficiado del anterior formato (1-0 en San Mamés y 2-1 en Mestalla). Sea como fuere, el colectivo de Marcelino cree tener las ideas muy claras. Es muy sencillo, firmar la victoria y cuanta más amplia sea esta, pues mucho mejor. Para ello, debe hacerlo prácticamente todo bien para superar a un Valencia que le propondrá un partido dispar al que planearon Barça y Madrid, cortados por un patrón opuesto al del equipo de Bordalás, un calco de su entrenador. El Athletic, así las cosas, aguarda a un rival incómodo, al que gusta parar el juego, poderoso en el físico y con futbolistas de talento en las posiciones ofensivas, pero más vulnerable atrás. En liga ha encajado 36 tantos, el doble de los recibidos por los rojiblancos, un dato revelador. También ha marcado 35, doce más que el Athletic.

Números al margen, Marcelino se mantendrá fiel a su idea, de la que apenas se suele mover. Lo ratificó ayer miércoles: "Si el equipo está bien, el entrenador hace pocos cambios". Se espera, por tanto, el plan que puso en liza ante el Barça y el Madrid, salvo en el caso de Nico Williams, lesionado en el choque ante el cuadro blanco una semana atrás. Su lugar en el once lo ocupará Berenguer, autor del gol que metió al Athletic en semifinales, mientras que la duda se centra en quién será el acompañante de Iñaki Williams. El Valencia, además, recupera efectivos en la zaga, ya que vuelven Alderete y Diakhaby, que se perdieron la cita liguera del domingo ante la Real Sociedad.

la espinita de marcelino

a la tercera debe ser la vencida

No ha ganado al Valencia. Marcelino tiene una pequeña espinita clavada con el que fue el último equipo al que dirigió antes de recalar en el Athletic trece meses atrás. Es la tercera ocasión en la que se mide al Valencia como técnico rojiblanco y en las dos anteriores los leones se tuvieron que conformar con el mismo resultado, 1-1.

La manita a Bordalás. El técnico alicantino regresa a San Mamés un año después de que lo hiciera por última vez, entonces al frente del Getafe, partido en el que, con Marcelino ya en el banquillo del Athletic, sufrió una dolorosa derrota por 5-1.