El trabajo de cocina que Javier Tebas ha realizado en los últimos meses con los clubes de Primera y Segunda División le ha dado sus frutos este viernes. Como se esperaba -lo contrario hubiese supuesto una sorpresa mayúscula-, la Asamblea Extraordinaria que la patronal del fútbol español ha celebrado en Madrid ha aprobado por unanimidad el Proyecto LaLiga Impulso. Con 37 sufragios a favor, cuatro en contra (los ya sabidos de Athletic, Real Madrid y Barcelona, y otro equipo que se desconoce), y una abstención de la que tampoco se sabe su orígen, los 42 clubes con derecho a voto han dado carta de naturaleza a la entrada del fondo de inversión CVC, lo que les permitirá recibir un total de 1.994 millones de euros "para acometer proyectos de crecimiento y consolidación desde el punto de vista deportivo y empresarial".

Una inyección económica en tiempos de pandemia, con las arcas temblando de buena parte de los integrantes de LaLiga Santander y de la Liga SmartBank. Un préstamo a cambio de la venta del 11% de los derechos de imagen y televisión de los clubes en los próximos 50 años. Una línea de crédito muy jugosa y que los clubes que respaldan el proyecto ya habían consensuado con CVC, por lo que la fumata blanca era obvia.

"Estamos ante un nuevo hito en la historia de LaLiga y los clubes. Estamos orgullosos de haber alcanzado este acuerdo con CVC, un proyecto que nos va a permitir continuar la transformación hacia una compañía global de entretenimento digital, fortaleciendo la competición y transformando la experiencia de los aficionados. A pesar de todos los obstáculos que nos hemos encontrado en el camino, hemos sacado adelante este proyecto, que será un antes y un después para los clubes de LaLiga, que van a poder mejorar sus infraestructuras, desarrollar su marca a nivel internacional y dar pasos de gigante para seguir fortaleciendo el deporte y el fútbol en todo el mundo", ha destacado Tebas tras la ratificación del acuerdo.

Durante el cónclave celebrado en la sede de LaLiga, los representantes de los clubes presididos por Aitor Elizegi, Florentino Pérez y Joan Laporta han vuelto a mostrar su oposición al proyecto -recordar que se salieron del mismo el pasado mes de agosto-. Las tres entidades críticas con el plan de Tebas han reiterado su oferta altermativa, a la que han denominado Proyecto Sostenible, que contaba con un préstamo otorgado po JP Morgan, Bank of America y HSBC. Los dirigentes de los clubes críticos estiman que esos 2.000 millones de liquidez que pone sobre la mesa CVC se obtienen mediante una especie de préstamo a devolver en 25 años (con un coste de casi 900 millones de euros) y reiteran que "permitiría ahorrar a los clubes más de 12.000 millones de euros, siendo una propuesta 15 veces más económica y que, además, solo incluye compromisos por 25 años, y no por 50".

RECORRIDO JUDICIAL

Tebas defiende que la nueva formulación aprobada ayer por el órgano competente de LaLiga garantiza la “ausencia de impacto” entre clubes no participantes. “Para los demás, esta inyeccion económica compromete a los clubes a destinar al menos el 70% de los recursos a inversiones vinculadas a infraestructura, desarrollo internacional, desarrollo de marca y producto, estrategia de comunicación, plan de innovación y tecnología y plan de desarrollo de contenidos en plataformas digitales y redes sociales, pudiendo disponder de hasta un 15% adicional para la inscripción de jugadores y el otro 15% para deuda financiera”, afirmó LaLiga.

Un escenario que no comparten desde San Mamés, el Santiago Bernabéu y el Camp Nou. Así se lo trasladaron al Consejo Superior de Deportes, al que pidieron que tomara cartas en el asunto. Pero el organismo presidido por José Manuel Franco se puso de perfil al trasladarles que no tiene competencias para frenar el Proyecto Impulso. Respaldados también por la Federación Española de Fútbol, Athletic, Real Madrid y Barcelona ya han advertido de que el caso acabará en los tribunales. Javier Tebas ha ganado la batalla, pero parece que la guerra por la viabilidad del fútbol español está lejos de terminar. Habrá querella y los jueces decidirán.