A media tarde se pone en marcha el Athletic con la primera sesión de trabajo en Lezama a las órdenes de Marcelino García, quien minutos antes ofrecerá sus impresiones en una rueda de prensa que después de mucho tiempo tendrá carácter presencial. A este detalle se irán añadiendo diferentes iniciativas, como una concentración en el extranjero y sobre todo el retorno del público a San Mamés, que permitirán la paulatina superación del régimen de aislamiento que ha marcado el fútbol profesional desde marzo de 2019. De no registrarse alguna novedad de última hora, serán 31 futbolistas los que participen en el entrenamiento, toda vez que a la baja prevista de Unai Simón, inmerso en la Eurocopa, se agrega la de Mikel Vesga que dio positivo por covid en la prueba a la que fue sometido el pasado lunes, tal como comunicó el propio interesado. Además, hay dos jugadores, cuya identidad se desconoce, que están confinados.

A diferencia de lo sucedido un año atrás cuando hasta seis jugadores se integraron con retraso a la pretemporada a causa del virus, parece que esta vez la incidencia de la pandemia será mínima, casi una anécdota. No puede decirse lo mismo del desproporcionado número de efectivos que se reunirán hoy en el césped para seguir las instrucciones del entrenador. Justo a la finalización de la anterior campaña, Marcelino expresó su deseo de que el club buscara destino a una serie de jugadores a fin de poder dirigir un grupo que no excediese de 25 hombres, contabilizados tres porteros. Dijo que entiende el exceso de personal como un contratiempo de cara al período de preparación y no es preciso esforzarse para saber que no le haría ninguna gracia que el problema no se resolviese para el arranque de la competición.

La realidad es que la dirección deportiva no ha podido satisfacer dicha petición, aunque se supone que en las próximas semanas habrá algún movimiento. De momento, al margen del adiós de Iago Herrerín, que concluía contrato, solo Iñigo Vicente ha causado baja al haberse acordado su cesión al Mirandés, donde ya militó hace dos ejercicios. Al respecto de esta incómoda situación, Rafa Alkorta continúa remitiéndose a la parálisis que se observa en el mercado. En su día ya avisó de que sería complicado desprenderse de jugadores, pues aparte de que tienen contrato, en bastantes casos sus fichas no son asequibles para equipos que pudieran interesarse en su captación, siquiera de forma temporal.

A la espera pues de novedades en este capítulo, el Athletic va a disfrutar de un margen amplio, cerca de cuarenta días, para pulir conceptos de índole táctica y alcanzar la puesta a punto física. Y esto constituye un salto cualitativo respecto a la etapa previa de Marcelino, la desarrollada entre enero y mayo. La obligatoriedad de atender tres frentes competitivos envueltos en un calendario particularmente denso, impidió al cuerpo técnico transmitir a su gusto las ideas, los cambios que pretendían introducir en el funcionamiento del equipo, al menos con la minuciosidad que aconseja un relevo en el banquillo. Ahora llega la ocasión para realizar esta labor.

estreno de liga: día 16, a las 22.00

El Athletic se estrenará en el campeonato de liga a mediados de agosto. Será en el campo del Elche (lunes, 16 de agosto, a las 22.00 horas), causalmente donde despidió la edición anterior con una derrota que certificó la bajada de tensión posterior al amargor de las finales de Copa. Pero un mes antes el equipo tendrá la oportunidad de ir examinando su progresión. El día 16 de julio la plantilla se desplazará a Suiza y efectuará una concentración de nueve jornadas. En el transcurso de la misma disputará tres encuentros amistosos, ante el cuadro local del St. Gallen (sábado 17), Dinamo Kiev (martes 20) y Borussia Dortmund (sábado 24). Luego retornará a las instalaciones de Lezama, pero el sábado 31 hará el equipaje para viajar a Alemania donde medirá al Unión Berlín. Seguro que habrá otros ensayos en las primeras semanas de agosto, todavía por concretar. No obstante, uno de ellos sería contra el Amorebieta, recién ascendido a Segunda División y probable destino de alguno de los futbolistas que no tienen acomodo en los planes de Marcelino.

siete altas

Volviendo al asunto de la imperiosa necesidad de aligerar el vestuario, apuntar que se computan hasta siete altas en el arranque estival. Álex Petxarroman, de 24 años y procedente del filial de la Real Sociedad, es el único ajeno a la disciplina rojiblanca. Lateral derecho que también ha desempeñado funciones de centrocampista, deberá convencer a un Marcelino que ya cuenta con tres alternativas en su demarcación: Capa, Lekue y De Marcos. Además, retorna Dani Vivian, central que ha dado un buen rendimiento en Segunda defendiendo la camiseta del Mirandés. El cupo de chavales que la pasada temporada militaron en el Bilbao Athletic es similar al que da el salto cada verano. Sus opciones se antojan un tanto condicionadas mientras no se materialicen los descartes. Julen Agirrezabala es portero, Beñat Prados actúa de medio centro, Juan Artola ha sido alineado como enlace y punta, y tanto Nico Serrano como Nico Williams, que intervino en un par de partidos y fue llamado en alguna ocasión más por Marcelino, suelen ocupar las bandas.

Aunque no sea nuevo, entre los meritorios de la pretemporada también cabría mencionar a Oier Zarraga, con contrato del primer equipo desde navidades. El centrocampista tomó parte en cinco encuentros a lo largo del curso anterior, cuatro a las órdenes de Gaizka Garitano. Con el actual entrenador solo tuvo diez minutos escasos en la visita liguera al Levante. Luego sufrió una lesión que le ha mantenido al margen. Por último, recordar la identidad de los prescindibles para Marcelino: Unai López, Ibai Gómez, Peru Nolaskoain, Iñigo Córdoba y Kenan Kodro.