El reparto de las invitaciones que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) facilitó al Athletic de cara a las dos finales de Copa que el conjunto rojiblanco disputó en un plazo de dos semanas en el estadio de La Cartuja, levantó cierta polvareda en el entorno de la entidad, pero también provocó una nueva fisura entre los miembros de la Junta Directiva que preside Aitor Elizegi. Un desencuentro más en los dos años y cuatro meses que lleva el actual equipo de gobierno. La gestión del despido de Gaizka Garitano, con distintos episodio, o el fichaje frustrado de Fernando Llorente son algunos de los capítulos, pero no los únicos, ya que antes de la primera de las dos salidas que se han vivido en el seno de la Junta, no todos estaban conformes con las formas de la de María Tato, quien dimitió como vicesecretaria del Athletic en septiembre del pasado año para dar el salto a la RFEF, donde ejerce de Directora del fútbol femenino.

Las fuentes del club siempre que se les ha cuestionado al respecto han restado importancia a estos hechos, sosteniendo que no se trata más que de diferencias de criterio y que no generaron mal ambiente, aunque los distintos puntos de vista son más que evidentes.

La última gran discrepancia se vivió el sábado día 10, justo en el ecuador de las dos finales. La Junta se reunió para debatir la petición remitida por parte del vestuario rojiblanco, que solicitó estar arropado por al menos un familiar en La Cartuja, ya que la plantilla se llevó una sorpresa poco grata cuando en la anterior final se enteraron de que los jugadores de la Real Sociedad iban a estar arropados por familiares. Los dirigentes del club trataron dicha cuestión en la mañana del día 10 y tomaron una decisión definitiva al respecto esa tarde. Se plantearon las dudas sobre la legalidad de dichos desplazamientos con motivo de estado de alarma vigente así como el cierre perimetral y, además, en el cónclave se puso sobre la mesa la posibilidad de que ellos también, como parte del club, pudieran llevar un familiar a Sevilla. Diez fueron los partidarios de dicha cuestión, entre ellos el presidente Elizegi, y cinco los detractores: Itziar Villamandos, Joana Martínez, Tomás Ondarra, Mikel Martínez e Iker Goñi.

Los favorables al sí argumentaron que en su condición de miembros de la Junta Directiva este hecho tendría que reportarles alguna ventaja. Además, en otras conversaciones mantenidas días después con distintas personas estos han recalcado que son ellos quienes pusieron en juego su patrimonio en el aval que tuvieron que presentar ante LaLiga para que el ente que dirige Javier Tebas les diera el visto bueno una vez ganaron las elecciones. En sentido contrario se esgrimió que no se compartía beneficiarse de un privilegio que no estaba al alcance de la masa social del club.

fuera de la burbuja

Así las cosas, los partidarios de llevar a un familiar lo hicieron y los detractores, no. Por si fuera poco, los primeros viajaron hasta la capital andaluza fuera de la burbuja que había creado el club, ya que no formaron parte de ninguno de los dos vuelos chárter organizados por el Athletic -el primero, el que llegó el jueves a Sevilla con los jugadores y el cuerpo técnico; el segundo, el que aterrizó el sábado al mediodía con los distintos invitados además de los cinco miembros de la Junta restantes-. Nueve de los quince directivos -el presidente Elizegi viajó el jueves vía Madrid, donde acudió a una reunión de la RFEF- se desplazaron a Sevilla en un vuelo que partió de Loiu a Málaga a las 7.00 horas del viernes.

Desde el club sostienen que el billete de avión se lo pagaron los directivos y sus respectivos acompañantes, pero al aeropuerto malagueño les fue a buscar un autobús con un distintivo rojiblanco y que era idéntico a los que el jueves y el sábado recogieron al resto de la comitiva, a excepción de los jugadores, que se desplazaron en el autocar que emplean habitualmente durante el año. La vuelta, eso sí, la realizaron el domingo por la mañana junto al resto de invitados, plantilla y cuerpo técnico, ya que solo se habilitó un avión para el regreso.

Además, se alojaron en el mismo hotel, al que llegaron pasadas las 12.30 horas del viernes, pocos minutos antes de que Rafa Alkorta atendiera a los medios de comunicación a las puertas del hotel de concentración del Athletic, para sorpresa de los periodistas que aguardaban allí y que se encontraron, sin esperarlo, con la llegada de parte de la Junta Directiva y algunos acompañantes, entre ellos, la mujer del presidente, quien desde el club sostienen que ha ejercido de representante institucional en más de una ocasión. Pese a que se alojaron en el mismo hotel que el resto que sí estaban en la burbuja, ese mediodía varios de ellos salieron a comer a la ciudad.