El triunfo in extremis del Athletic ante el Granada, al margen del minuto y de la forma en la que se produjo, deja algunas buenas noticias que se concentran en torno a la figura de varios futbolistas. Solo fue un partido, sí, pero del mismo se pueden extraer conclusiones positivas. Y es probable que la lectura que Marcelino García Toral haga del choque vaya también en la misma línea. No obstante, no resulta sencillo cambiar nueve piezas de una tacada y que el equipo sea capaz de responder con la alegría con la que lo hizo en el encuentro del domingo. No cabe duda de que el tempranero tanto de Asier Villalibre facilitó mucho las cosas, pero el bloque en ningún momento ofreció debilidades y actuó siempre como un grupo compacto, sin apenas fisuras.

Precisamente, el atacante de Gernika fue uno de los futbolistas que más y mejor aprovechó los minutos de que dispuso. Su primera media hora de juego fue excelente. Se ofreció en corto, en largo, se mostró contundente en el juego de espaldas a la portería y, lo que seguramente sea más importante para su moral y confianza, marcó un gol. No lo está teniendo nada fácil el búfalo, que vive a la sombra de Raúl García e Iñaki Williams, dos fijos en las alineaciones de Marcelino, por lo que es consciente de que debe aprovechar oportunidades como las del domingo en San Mamés. Su tanto a los tres minutos del partido llegó tras una buena jugada colectiva que arrancó en las botas de Unai Nuñez, pasó por las de Jon Morcillo y Oihan Sancet. Villalibre, con una gran acción individual dentro del área y una mejor definición, le puso el broche.

El gol logrado ante el Granada es el tercero del gernikarra desde la llegada del asturiano al banquillo de La Catedral, con el que ha marcado en las tres competiciones que ha disputado: liga, Copa y Supercopa. A estos hay que sumar los otros dos que marcó a las órdenes de Gaizka Garitano. Con el de Derio se hizo con un puesto de titular, aunque Marcelino apenas le ha alineado en cuatro ocasiones, tres de ellas en Copa: Ibiza, Alcoyano y Betis; y una en liga: Granada. Desde la contratación del técnico de Villaviciosa ha disputado 438 minutos, que se traduce en que ve puerta cada 146 minutos.SANCET, UN MES DESPUÉS

Menos oportunidades que Villalibre ha tenido Sancet desde el cambio de entrenador. Su encaje en el sistema favorito de Marcelino, ese 4-4-2 que parece inamovible, se entiende complicado en la mayoría de los partidos, si bien el domingo se dejó caer más a la banda izquierda, ocupando el puesto y el rol que ejerce habitualmente el capitán Iker Muniain, y ahí sí, se sintió mucho más cómodo que en los tres encuentros anteriores que había disputado con el asturiano, curiosamente todos ellos como titular. Nunca ha salido del banquillo Sancet con Marcelino, quien tampoco le ha permitido acabar un partido. Es más, ante Ibiza y Alcoyano no regresó al campo tras la vuelta de vestuarios.

Se rellenaron varias páginas de periódico y distintas tertulias radiofónicas analizando las prestaciones del navarro en los tres encuentros previos. Quizá por lo que se espera de él, por su gran proyección, la crítica calificó de insuficientes sus actuaciones, pero habría que poner en perspectiva todo ello. Partiendo de los condicionantes del torneo, ya que no resulta sencillo, aunque pueda parecer lo contrario, brillar ante un equipo de Segunda B en Copa. Citas que adquieren una relevancia enorme para los conjuntos de menor categoría, que afrontan dichos encuentros como si fueran sus particulares finales de Champions.

Seguro que el propio Sancet no quedó del todo contento con el nivel ofrecido en esas dos citas coperas y en la tercera, la de liga ante el Valencia. Un mes exacto ha necesitado para volver a disputar un partido. Pero, como Villalibre, aprovechó sus minutos. Con los del domingo, suma 228 con el asturiano.

Otro futbolista al que la llegada de Marcelino le restó presencia en las alineaciones es Jon Morcillo. El extremo perdió el brillo exhibido en las primeras jornadas de liga con el paso de las semanas, quizá por aquello de que los jóvenes lo tuvieron más fácil para coger la forma en un verano corto de preparación y muy condicionado por la pandemia del coronavirus. Sea como fuere, aunque con el asturiano únicamente ha jugado titular en cuatro ocasiones, las mismas que Sancet, sí ha sido un habitual saliendo desde el banquillo. No obstante, ha participado en once de los quince encuentros desde la llegada del entrenador. En estos dos meses, además, Morcillo ha tenido presencia en las semifinales y en la final de la Supercopa o en el partido del pasado jueves de las semifinales de Copa ante el Levante, una cita en la que participó activamente en el gol de Alex Berenguer.

Ante el Granada quizá le faltó ser más certero en los metros finales, acertar en el último pase, pero se mostró bastante activo en su banda y congenió bien con Villalibre, Sancet y Lekue, a quien dejó el carril central para sumarse al ataque. La participación de los tres futbolistas citados, así como las aportación de Vencedor, Dani García o Balenziaga en su estreno como central, fueron algunas de las buenas noticias que dejó el triunfo contra el Granada.