Aitor Elizegi y su Junta Directiva se la juegan el domingo por la mañana en la Asamblea General Extraordinaria. Horas antes de que el Villarreal visite San Mamés, no muy lejos del césped, se dirimirá un partido trascendental para el futuro inmediato del club. A la segunda, otra vez de forma telemática, el presidente rojiblanco espera contar con el apoyo de los socios compromisarios, que en diciembre tumbaron las cuentas del pasado ejercicio y los presupuestos de la presente temporada -277 votaron a favor de las cifras de 2019-20 y 439 en contra; mientras que 256 respaldaron los números de 2020-21 y 454 los rechazaron-. Una nueva negativa del máximo órgano de gobierno del Athletic dibujaría un escenario muy complicado para el presidente y su equipo. Una posibilidad que no contempla el mandatario rojiblanco. que en una entrevista concedida a Tele Bilbao, ha negado que baraje la posibilidad de presentar su dimisión: "Soy un fajador, me adapto a resistir como buen chef acostumbrado al fuego en los fogones. Ese es el último que abandona el barco. Hay que proteger al Athletic, ya decidiremos en junio de 2021 o en 2022 si queremos seguir con el proyecto o no".

"No supimos comunicar bien al socio el esfuerzo que debe de hacer, igual fuimos muy exigentes sin saber nadie cuando se abrirá el campo al público", ha asegurado Elizegi, que ha cambiado su plan respecto al último cónclave rojiblanco. Desde los despachos de Ibaigane presentarán una nueva previsión de presupuestos, en los que el déficit aumenta en 9,4 millones de euros, unos números rojos que ascienden a 23,6 kilos (en el cónclave de diciembre fueron de 14,2), con unos gastos totales de 134,8. Este incremento del déficit obedece a dos cuestiones. La primera, que el Athletic ha cambiado su opinión sobre el montante que deben abonar los socios en la cuota de este año. Poco más de un mes atrás, la Asamblea tumbó la propuesta de que cada socio abonara una cantidad equivalente al 12,71% de la cuota que pagó en 2020.

Un no que encontró su razón de ser en la falta de equidad, ya que las pretensiones de la Junta Directiva pasaban porque los socios destinaran el 30% de su cuota a cuestiones tales como el derecho a votar, poder acudir a Lezama y demás inversiones en cantera e infraestructuras, lo que provocaba diferencias superiores a los 200 euros entre unos socios y otros. Estos, con su voto negativo, parecieron más favorables a una especie de cuota social, una cuantía fija idéntica para cada dueño del club. Jon Ander de las Fuentes, contador de la Junta, llegó a cuantificar esta cifra en 170 euros. Ahora, la Junta plantea no cobrar nada por la localidad en 2021. Una decisión que en caso de ser aprobada dentro de dos semanas en el cónclave de San Mamés supondría una penalización a las arcas del club de 7,4 millones de euros, que tienen la consideración de pérdidas covid y que irían contra el resultado neto, esto es, que no se imputan como pérdidas a Elizegi y su equipo.

ACUERDO CON LA PLANTILLA

Sobre la negociación de una rebaja salarial que el club mantiene con los jugadores de la primera plantilla, Elizegi espera llegar a un consenso en breve: "Vamos a llegar seguro a un acuerdo y va a ser superior a la rebaja del 6% anterior. Agradezco a la plantilla su predisposición porque no todos los clubes llegan fácil a acuerdos y los jugadores lo saben".