La tanda de penaltis, al igual que ocurrió en las eliminatorias coperas del pasado curso ante el Elche y el Tenerife, volvió a dictar sentencia anoche en el Benito Villamarín, donde el Athletic cantó bingo de nuevo para dejar en la cuneta al Betis y presentarse por segundo año consecutivo en las semifinales del torneo del K.O.
Lo hizo la pasada campaña con Gaizka Garitano en el banquillo y repitió ayer bajo las órdenes de Marcelino García Toral, quien celebró desde el banquillo el pase de los leones en un choque de infarto en el que la agónica clasificación fue "justa" a ojos del preparador rojiblanco, quien explicó que "ha sido un partido muy igualado, con pocas ocasiones de gol en el que hemos tenido algunas más claras que ellos, pero al final creo que ha sido un resultado justo, porque en el segundo tiempo generamos ocasiones más claras, aunque ellos marcaran primero".
"Después metió Raúl un golazo para hacer justicia y en la prórroga estábamos los dos equipos muy cansados, pero la lotería de los penaltis cayó de nuestro lado con un Unai Simón colosal al parar dos penaltis y resultar decisivo", profundizó el de Villaviciosa, que no tuvo reparos en admitir que fueron los propios jugadores los que decidieron quiénes lanzaban los penaltis y en qué orden y que en su caso "no vi ningún penalti, ni los del Betis, ni los nuestros y supe si marcaban ellos o nosotros por el ruido".
"Los futbolistas nos están haciendo muy felices y todos debemos estar muy orgullosos de ellos, porque estaremos de nuevo en el bombo como queríamos", indicó asimismo un más que feliz Marcelino, que quiso poner el foco en que "el equipo no decae, trabaja igual cuando va ganando, empatando y perdiendo y si somos capaces de seguir con ello nos va a ir muy bien. Los jugadores se dejan todo, compiten, quieren ganar y esa actitud ganadora les lleva a conseguir grandes resultados".
En cuanto a su incidencia directa en el equipo, el asturiano volvió a resaltar que "hacemos nuestro trabajo lo mejor que sabemos y podemos intentando transmitir una idea de juego partiendo de la organización, pero el desarrollo es lo difícil y eso lo hacen los jugadores, que son los protagonistas de lo que están consiguiendo con su sacrificio, esfuerzo y juego". Cuestionado por "la flor de Marcelino", el técnico, a quien se intuyó sorprendido por la pregunta, indicó que "vale más tener suerte que no tenerla, pero reducir a eso el trabajo de los jugadores me parece bastante simplista, aunque entiendo a cada cual si bien hasta el gol de Raúl habíamos tenido las ocasiones más claras del partido".
De cara al partido del domingo ante el Valencia, el técnico rojiblanco, que espera contar lo antes posible con el lesionado Iker Muniain, afirmó que "tendremos poco tiempo para descansar, pero debemos afrontarlo con el ánimo de ganar para acercarnos a los puestos de arriba".