La primera noticia que arroja la cita de Mestalla, salvo sorpresa mayúscula, es que Gaizka Garitano continuará una jornada más en el banquillo del Athletic. El técnico, que había llegado hasta Valencia de nuevo con la espada de Damocles sobre su cabeza, coge aire tras un 2-2 que podría haber sido algo mejor. Pero habrá que esperar a lo que ocurre el martes en la visita al Real Madrid, ya que la propuesta futbolística del derioztarra sigue generando dudas.

Sus pupilos abandonaron la ciudad del Turia con el regusto amargo de un empate, conscientes de que habían dejado escapar dos puntos. Los de Javi Gracia se escaparon vivos. Pero de nuevo los errores defensivos condenaron a un equipo que hizo méritos propios para lograr la victoria.

Después de remontar el partido tras el gol inicial de Carlos Soler en el primer acto, que vino precedido de un penalti muy claro provocado por Dani García, un grueso error de Unai Simón en un balón aéreo sirvió en bandeja la igualada a Manu Vallejo. Los tantos de Villalibre y Raúl García desde los once metros no sirvieron para tumbar a un rival que mostró muchas de sus carencias.

Como de costumbre, el Athletic arrancó la primera parte con intensidad. El Valencia, que tampoco está para tirar cohetes, sufría para enlazar tres pases seguidos con criterio. Algo parecido que los rojiblancos, que con varios centros de Berenguer y Capa buscaron el peligro. No encontraron rematador estos buenos servicios desde los costados. Ni Villalibre ni Williams, este durante todo el duelo, anduvieron finos para rematar. Pero los de Garitano no sufrían.

Hasta que llegó el penalti sobre Maxi Gómez. Justo antes Racic gabía mandado el balón al palo tras un fuerte disparo desde el borde del área. El delantero uruguayo se adelantó dentro del área al de Zumarraga, que regresó al once titular tras tres suplencias, y este, de forma clara, le derribó con una patada. Del Cerro Grande no lo dudó y se fue a los once metros. Desde allí, Carlos Soler no falló y engañó al portero de Murgia. Era el minuto 25. Un premio demasiado grande para lo que había demostrado hasta ese momento el equipo local. Pero el fútbol es esto. Si cometes errores se pagan. Y Dani García no eligió la mejor opción.

Entretanto, Mikel Vesga, que ya había visto una tarjera amarilla, se jugó la expulsión en un par de acciones. No tardó en calentar Unai López, que tras el descanso reemplazó en la medular al gasteiztarra. Con Yuri como principal generador de peligro, el Athletic dio un paso adelante tras el paso por los vestuarios. Se veía dominador del juego y, sin mucho brillo, inquietaba los dominios de Domenech.

Hasta que Villalibre, en el minuto 55, hizo un gran movimiento de delantero centro para rematar un gran servicio del lateral zurdo. El Valencia no se encontraba y Muniain, poco brillante en esta ocasión, provocó un penalti de listo a Racic. Raúl García, en el primer balón que tocaba tras sustituir a Villalibre, puso el 1-2. El navarro, con cara de pocos amigos, ni lo celebró. Fue su primer tanto de la temporada. Era el minuto 79.

Todo parecía de color de rosa hasta que llegó el falló de Simón. Es verdad que pegaba el sol en su portería, pero el centro que se comió el portero internacional del Athletic fue flagrante. Manu Vallejo no desperdició el regalo. Solo habían pasado tres minutos desde que los leones se habían puesto por delante. Acto seguido, en un cambio que no se entendió, Garitano dio entrada a Unai Núñez por Muniain para jugar lo que quedaba de partido con tres centrales. Ya no volvió a disparar entre los tres palos el Athletic, que regresa a casa con un sabor agridulce.