Muchas y variadas son las causas de la crisis de juego y resultados que ha puesto contra las cuerdas a Gaizka Garitano y que mantiene en una delicada situación clasificatoria al Athletic, decimocuarto en la tabla con nueve puntos en los ocho partidos de liga disputados hasta el momento. Con solo tres de margen respecto al descenso y a cinco de Europa con el choque correspondiente a la segunda jornada ante el Barcelona pendiente de disputarse el próximo 6 de enero en San Mamés, los rojiblancos vislumbran un envite de máxima trascendencia frente al Betis tras un parón competitivo que viene como anillo al dedo para analizar los motivos del incómodo escenario en el que se halla inmerso el equipo. Uno de ellos, tal vez el principal en caso de reducirlo todo a lo tangible, tiene que ver con la soberana dificultad que muestran los leones de golpear primero al rival de turno.

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Entrenamiento del Athletic en Lezama

Conocido es que el Athletic no es un equipo al que se le caigan los goles de los bolsillos, ni que a diferencia de épocas pasadas acostumbre a encontrar la vía para remontar partidos que se ponen cuesta arriba, por lo que el hándicap que supone haber empezado por detrás en el marcador en seis de las ocho jornadas ligueras afrontadas no puede dejarse en un segundo plano. Se traduce, no en vano, en un 75% de partidos con una pesada losa a la espalda a la que hacer frente al encajar primero. Ha sucedido como local contra Cádiz (0-1) y Sevilla (2-1), así como a domicilio ante Granada (2-0), Alavés (1-0), Osasuna (1-0) y Valladolid (2-1). En total, tres puntos de dieciocho posibles en dichas circunstancias, mientras que en las dos ocasiones en las que los bilbainos se han puesto por delante han logrado vencer a Eibar (1-2) y Levante (2-0).La condena de tener que atacar defensas cerradas y bloques bajos por aquello de encontrarse al adversario con las líneas replegadas al no tener la necesidad de ir en busca de los leones es un factor que trae de cabeza a los de Garitano, cuyos números en dicha suerte distan sobremanera de los protagonizados en el arranque del pasado ejercicio. Tanto es así que el Athletic, en lugar de verse por detrás en el marcador en un 75% de partidos a las puertas del noveno choque liguero, lo hizo solo en un 25% de los mismos al encajar primero en solo dos de las ocho jornadas iniciales. Ocurrió, para más inri, en las dos únicas derrotas sufridas en dicho intervalo ante Valencia (0-1) y Celta (1-0), dos compromisos en los que los rojiblancos también fueron incapaces de sobreponerse a la adversidad.

Los resultados firmados en los otros seis encuentros, sin dicha losa encima, fueron bien distintos, pues los leones se hicieron fuertes para vencer en San Mamés a Barcelona (1-0), Real Sociedad (2-0) y Alavés (2-0) y empatar como visitantes contra Getafe (1-1), Mallorca (0-0) y Leganés (1-1). Al término del curso, asimismo, fueron solo trece partidos de liga (34%) con el marcador en contra.

los inicios con garitano

La importancia del primer gol, de hecho, viene de lejos con Garitano como entrenador, hasta el punto de que la más que meritoria remontada de posiciones firmada cuando tomó las riendas del primer equipo en sustitución de Eduardo Berizzo en diciembre de 2018 se basó, en buena medida, en una inquebrantable solidez defensiva y en un certero ataque que se vio traducido en la autoría del primer tanto. En los siete primeros partidos del técnico derioztarra al frente del Athletic, sin ir más lejos, los bilbainos golpearon primero o, al menos, no encajaron primero para sumar cuatro victorias y tres empates que revitalizaron al equipo antes de empezar perdiendo y acabar mordiendo el polvo en el derbi contra la Real Sociedad en Anoeta (2-1).

Los leones, con la soga al cuello, ganaron antes en San Mamés a Girona (1-0), Sevilla (2-0) y Betis (1-0) y firmaron las tablas frente al Valladolid (1-1), mientras que fuera de casa se impusieron al Celta (1-2) y empataron contra Alavés (0-0) y Villarreal (1-1) para marcar una tendencia que se mantiene dos temporadas después.