Las dos dolorosas y consecutivas derrotas sufridas por el Athletic frente al Cádiz y el Alavés en un corto intervalo de 72 horas ha generado un par de semanas largas en la que se han metido asuntos extradeportivos como el frustrado intento a última hora de fichar a Fernando Llorente, la polémica comparecencia ante los medios del presidente y la anterior del director deportivo, el debate sobre el futuro del entrenador€

Se ha hablado mucho y poco de fútbol, en concreto del trascendental duelo que afronta hoy el conjunto rojiblanco en San Mamés frente al Levante y que puede marcar un antes y un después para el mismo Gaizka Garitano en función de lo que suceda sobre las cuatro de la tarde. Una hipotética derrota no haría más que agravar la crisis deportiva y la institucional, pero los principales afectados prefieren tirar balones fuera y centrarse exclusivamente en el encuentro ante el cuadro granota. El propio Garitano no quiso mojarse en estos puntos espinosos y enfocó su discurso sobre la necesidad de vencer al Levante, sin incluso entrar en el aspecto personal cuando se le cuestionó sobre si entendía que está abocado a vivir continuos ultimátums desde hoy mismo. "¿Ultimátum? Intento preparar el partido como todos, siempre piensas en positivo y tratas de hacer un buen partido, lo demás no depende de mí", respondió el de Derio, confiado en sacar al equipo del pozo.Garitano se escudó en el trabajo, en el día a día, y quiso también cerrar el caso Llorente, por el que pasó de puntillas. Fue escrupuloso en lo políticamente correcto. No dijo palabra alguna sobre el papel de los jugadores, de él mismo, de Rafa Alkorta, de Aitor Elizegi y su Junta Directiva, porque, añadió, "no lo he seguido mucho, el mercado está cerrado y no podemos dar más vueltas", momento en que recuperó el discurso en lo estrictamente deportivo, en el partido de hoy: " Al final, nos ocupamos de mejorar, de entrenar, que el grupo lo está haciendo muy bien, de que los jugadores estén unidos y fuertes, estamos en el inicio de temporada y con ganas de ir hacia arriba y ganar partidos, y mañana (por hoy) tenemos una buena oportunidad de ello".

Los tres puntos ante el conjunto de Paco López, que comparte puntuación con el Athletic, acaparan todo el protagonismo para el vestuario y para el entrenador, que reconoce la urgencia de volver a ganar en San Mamés, donde le penaliza una tacada de cuatro derrotas consecutivas. "En el Athletic siempre urge ganar y me parece bien. La presión que llega desde fuera me parece buena. Tenemos que asumir que estamos en un gran club y hay una fuerte presión por ganar, pero a la vez sabemos que acabamos de empezar la temporada y debemos tener equilibrio. Sabemos dónde estamos, qué tenemos que mejorar, no somos triunfalistas cuando ganamos ni catastrofistas cuando pierdes dos partidos. Sabemos que en el Athletic necesitas ganar desde el primer día, desde el partido de Granada", indicó el técnico rojiblanco, que no quiso profundizar en el alto número de bajas por diferentes motivos (Berchiche, De Marcos, Nolaskoain, Ibai y Kodro): "Las lesiones o el coronavirus dan igual. Eso no le importa a nadie y la gente lo que quiere es que ganemos. Nunca podemos poner excusas porque nadie nos la va a comprar".

Garitano sí se refirió a Iñaki Williams cuando fue preguntado por la sequía que obsesiona al bilbaino, que encadena quince partidos sin marcar, y echó un capote al delantero: "Ha entrenado muy bien estos quince días y está como una moto. Un delantero vive de la confianza de hacer goles o de generar. Tiene que empezar haciendo las cosas bien, los movimientos, y así se va a acercar más".