Gaizka Garitano no pudo ser más claro en sus dos últimas comparecencias ante los medios de comunicación. En la víspera del encuentro ante el Granada lanzó un claro mensaje a la dirección deportiva al solicitar, por segunda ocasión en apenas dos semanas, que quiere reforzar al equipo. Suspira por la llegada de alguna cara nueva que genere una mayor competencia en el seno de la plantilla, y apuntó concretamente a la posición de extremo. Asumiendo la imposibilidad de atraer a Mikel Oyarzabal, cuya cláusula de rescisión, 75 millones de euros, es prohibitiva a día de hoy, todas las miradas se centraron en Alex Berenguer, futbolista navarro que milita en las filas del Torino. Un puñado de horas después, tras el mal arranque de liga y sin apenas tiempo para digerir ese primer mensaje, el técnico no dudó tampoco en señalar a sus futbolistas. "No tenemos la pegada del Granada". Apuntar, a modo de curiosidad, que ambos tantos del conjunto nazarí fueron obra de dos centrocampistas: Yangel Herrera y Luis Milla, este último, en su estreno en la máxima categoría.

El problema del gol no es nuevo en el Athletic. Ahí están sus últimos registros de tantos anotados en liga, 41 en la última temporada, y la retirada de un futbolista como Aritz Aduriz, quien focalizó desde su regreso al equipo en el verano de 2012 el deber del gol, no invita a pensar en que los números vayan a ser mucho mejores, no al menos a corto plazo y mientras no se den más oportunidades a otros futbolistas, como podría ser el caso de Asier Villalibre. Así, es posible que Garitano tuviera parte de razón al exigir más a sus futbolistas, hecho este que concretó en la figura de Iñaki Williams, que finalizó el curso pasado con solo seis tantos en el torneo de la regularidad, y que lleva doce partidos sin ver puerta. "Tiene la obligación de marcar más goles, lo sabe", dijo del atacante bilbaino, cuando también admitió algo que resulta, aunque con ciertos matices, una obviedad: "En la posición de extremo o extremos puros estamos teniendo dificultades para encontrar jugadores que tengan uno contra uno o que sean profundos, y sobre todo que aporten gol desde la banda. Necesitamos que los jugadores que juegan en banda hagan goles o lleguen para hacer gol. Eso no lo hemos tenido hasta ahora".

Realizar un análisis pormenorizado por demarcaciones refleja, como es lógico, que fueron los delanteros quienes más goles aportaron de los 41 conseguidos en liga, de los que uno fue obra de Víctor Gómez, del Espanyol, en propia puerta. Aunque aquí, como sucede también en la posición de extremo, existen dos alternativas de estudio, ya que a Williams se le puede contabilizar como delantero o extremo. Si se acepta que el bilbaino es delantero al uso, el registro goleador de estos, con Raúl García (15) a la cabeza -Williams (6), Villalibre (3), Aduriz (1) y Kodro (1) completarían el cuadro- asciende a los 26, lo que supone un 63% del total. En cambio, si se le computa como jugador de banda, el registro se quedaría en 20 (un 49%). La aportación de los extremos, siendo Iñigo Córdoba (un gol) el único contribuyente a la causa, pasaría de un 0,2% al 17%, ya que sumando los del bilbaino la cifra asciende a siete.

Raúl García controla el balón ante el Sevilla. Foto: Athletic Club

Idéntico registro lograron los centrocampistas, entre quienes destacó Iker Muniain, autor de cinco tantos. Una posición en la que solo Unai López (1) y el debutante Oihan Sancet (1) se sumaron a la fiesta. En defensa merecen una mención especial los laterales, ya que entre Ander Capa (3) y Yuri Berchiche (2) sumaron el mismo número de goles que el capitán rojiblanco, y a ellos se unió Iñigo Martínez (1), quien curiosamente logró, de tacón, su primera diana con la elástica del Athletic.

PROBLEMAS VISIBLES

Resulta sencillo identificar dónde están los problemas del equipo en lo que al gol se refiere. Incorporar un mayor número de futbolistas a la fiesta del gol se antoja vital, aunque en este sentido se echan en falta mayores oportunidades del técnico hacia sus jugadores, que para eso maneja, y manejó el curso pasado, una plantilla larga con distintas variantes. Por partir de los futbolistas citados con anterioridad, Williams merece una mención especial. Lo dijo el técnico y seguro que el atacante es consciente de ello. Por delante tiene una bonita oportunidad para tirar la puerta abajo y convertirse en eso que él siempre ha demandado: el nueve del equipo. También Córdoba debe mirar más a gol, ya que cerró la liga con 24 partidos (1.451 minutos) y un pobre registro de un solo tanto, el segundo en tres temporadas completas en el primer equipo, que se antoja insuficiente. Por detrás, además, Jon Morcillo viene pisando fuerte.

Del resto, Muniain podría ser quien más papeletas tiene para superar sus cinco tantos en liga del curso pasado. El navarro, de hecho, ya mejoró ese registro en el torneo de la regularidad en tres ocasiones (2013-14, 2016-17 y 2018-19), cuando marcó siete. Lo mismo se espera de Villalibre, aunque su principal hándicap es la poca confianza que hasta la fecha ha depositado Garitano en él. Unai López, que marcó de falta su primer gol como león, lo intentó durante la temporada con disparos desde lejos, pero sin excesiva fortuna. Dio un paso al frente en el trabajo sin balón, pero también debe aportar más en la portería rival.

Futbolistas como Mikel Vesga o Dani García, con un marcado rol defensivo, se podría decir que no estuvieron ni cerca de ver puerta, lo que sin duda va en perjuicio del equipo, ya que de los pivotes solo Unai vio puerta. Algo similar ocurre en la posición de central, donde Yeray y Núñez, ambos con más de 20 partidos a sus espaldas, tampoco hicieron gol. Con la importancia del balón parado en el fútbol de hoy en día, este debe ser, sin duda, un punto a mejorar. El resto, los Ibai, Larrazabal, Lekue, De Marcos y compañía también se quedaron a cero en liga. Cada uno con sus particularidades, lesiones o falta de confianza por parte del entrenador, pero todo lo que sea que puedan aportar este curso, será bienvenido. En el lado opuesto, eso sí, asoman Capa y Yuri, salvadores en distintos momentos de la temporada gracias a sus goles.

¿Es Alex Berenguer la solución? La pregunta tiene difícil respuesta, aunque sí está claro que el navarro es del gusto de Garitano. Aunque sí es cierto que en la última liga dio un paso al frente en el apartado goleador al anotar seis tantos en la Serie A, el polivalente futbolista, que puede actuar en cualquier posición de la banda, se quedó en dos hace dos temporadas y en uno hace tres, en la de su estreno en el campeonato italiano. Su llegada a Bilbao aumentaría la competencia en el seno del equipo, aunque está por ver si tendría un gran impacto goleador, sin duda el mayor problema del Athletic.

41

Los goles que logró el Athletic en la pasada liga (un tanto fue en propia puerta, de Víctor Gómez del Espanyol).

Efectividad de los delanteros. Han sido autores de 26 goles de 41, el 63% de los tantos. 20 de 41, el 49%, si a Williams si le cuenta como extremo. Raúl García lideró la tabla con 15 dianas, frente a las seis de Williams, tres de Villalibre y uno de Aduriz y otro de Kodro

Impacto de los extremos. Iñigo Córdoba fue el único en marcar gol, el 0,2% del total; que serían 7 de 41, el 17%, si se cuenta a Williams como extremo.

Centrocampistas. 7 goles de 41, el 17% de los obtenidos. Marcaron Muniain (5), Unai López (1) y Sancet (1).

Defensas. 6 goles de 41, el 15%. Capa (3), Berchiche (2) e Iñigo Martínez (1) los autores.