Por primera vez en su vida, a Aritz Aduriz le tembló la voz en San Mamés. El donostiarra está acostumbrado a hablar con sus goles, pero su cadera le ha obligado a expresarse con palabras y el viernes, en su primera comparecencia como exfutbolista, tuvo que hacerlo ante una Catedral vacía. Le tembló la voz, el pulso y las piernas; pero se despidió de su estadio fiel a su estilo: con emoción, humildad y franqueza. “Esto es mucho más de lo que merezco, no necesito homenajes con 50.000 personas porque yo ya he tenido un montón. Una barbaridad. Cada domingo, cada partido en San Mamés, ha sido un homenaje para mí”, dijo Aduriz. En esta ocasión, la crisis del coronavirus provocó que las gradas estuvieran vacías, pero el exrojiblanco no estuvo solo. En su adiós le acompañaron su mujer, sus hijas y toda la plantilla y el cuerpo técnico del Athletic, para quienes Aduriz tuvo sus primeras palabras de agradecimiento: “Lo más duro no será no jugar los once partidos de Liga que quedan, ni despedirme de los aficionados en la deseada final de Copa, ni que ya no tenga posibilidad de subir a la gabarra. Sin duda, lo más duro va a ser no volver a estar con esta cuadrilla todas las mañanas. Dejo el Athletic en buenas manos”.

El discurso del donostiarra evidenciaba la melancolía de quien no deja el fútbol por deseo, sino por obligación. Y es que Aduriz quería retirarse a final de temporada, tras una histórica final de Copa; pero el confinamiento adelantó tanto los tiempos que su cadera le presionó para recoger los bártulos y operarse en medio de la desescalada: “La pelea entre el cuerpo y la cabeza la llevaba luchando durante bastante tiempo. Lo que pasa es que podía aguantar, soportarla, aunque últimamente podía ayudar muy poco al equipo. Pero después de este confinamiento, después de estar tanto tiempo en casa, la vuelta al trabajo ha sido definitiva porque la balanza se ha desequilibrado por el cuerpo. La cadera había hablado y no había nada más que hacer”. Sin embargo, el donostiarra quiso ser sincero en su última titularidad en San Mamés y reconoció que, aunque la final de Copa se hubiera aplazado al verano, el desenlace probablemente hubiera sido el mismo: “Creo que tampoco hubiera podido aguantar. No hubiera podido físicamente y, por otro lado, creo que también era mejor que yo no estuviera porque el equipo es mejor sin mí en estas condiciones. Así que no hubiera podido estar en la final de Copa y tampoco hubiera estado”.

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"El Athletic es especial y así lo siento. Tenemos un grupo humano bestial y eso nos hace diferentes. Es como una cuadrilla compitiendo contra el resto del mundo". #AdurizLeyenda ???? #AthleticClub ?? pic.twitter.com/z9rQwLBmdG

— Athletic Club (@AthleticClub) May 22, 2020

Al comienzo del acto, el Athletic le quiso homenajear con una exquisita selección de sus 20 mejores goles. 20 de los 172 que ha marcado como rojiblanco. Y justo el último del vídeo, el último que marcó en La Catedral, aquella chilena contra el Barça que levantó a San Mamés en el minuto 88, fue el escogido por el donostiarra como el más especial de su carrera: “Es el que más ha significado porque mis hijas están creciendo y ya son conscientes de lo que pasa en el campo. Y ese día justo estaban en la esquina del campo a la que fui y las vi cómo lo celebraban. Ese es el momento más bonito porque fueron conscientes de lo que hacía su aita”, dijo emocionado. Y, si no dudó en escoger un gol de tantos, tampoco se lo pensó mucho cuándo tuvo que elegir un encuentro, aunque se acabara decantando por dos: la ida y la vuelta de la Supercopa ganada al Barcelona: “No hemos ganado muchas cosas, pero sí un título como la Supercopa. Creo que con el paso del tiempo hemos ido valorando todos un poco más lo que fueron esos dos partidos. Porque pareció muy fácil ganar ese título, pero hay que darle todo el mérito del mundo porque ganamos al Barça de Messi a doble partido”.

La gabarra

Una de las espinas que le quedan clavadas a Aduriz por culpa de esta prematura despedida es levantar una Copa con el Athletic: “Ojalá puedan conseguirla la temporada que viene para que todos podamos celebrarlo y sacar la gabarra”. De hecho, aunque Aitor Elizegi se hizo eco del pensamiento popular cuando dijo que Aduriz tendría un sitio en la embarcación en caso de que el club rojiblanco ganara a la Real -“la afición del Athletic seguirá viendo durante muchos años merodeando el área de San Mamés el 20 de Aduriz”, afirmó sobre él el máximo dirigente de la entidad de Ibaigane- , el donostiarra fue tajante: “No necesito ese hueco, solo que la saquen”. Y es que una de las palabras que mejor definen al exfutbolista es perseverancia, esa que le hizo salir del Athletic para ganarse el retorno y convertirse en una leyenda. Por eso, Aduriz quiere que se le recuerde como “alguien que ha hecho todo lo que ha podido por jugar en este equipo, por vestir esta camiseta de la mejor forma posible. Alguien que lo dio todo por el Athletic”.

Vídeo de la despedida de Aduriz del Athletic en San Mamés