Décimo en la clasificación a cinco puntos de Europa retomó el Athletic la competición tras el parón provocado por el coronavirus y también a cinco puntos de la ansiada séptima plaza, pero en undécima posición, finalizaron anoche la liga los rojiblancos, incapaces de consumar la deseada escalada de puestos a fin de obtener un billete continental que deberán buscar de nuevo el próximo curso. Ayer, en la visita a Los Cármenes, los leones, lejos de revolverse, ofrecieron su peor versión en una cita en la que se dejaron ir hasta ser vapuleados por un Granada que hizo sangre ante un equipo desfondado físicamente. Fue el peor final posible con la mayor goleada sufrida desde la llegada de Gaizka Garitano al banquillo del Athletic, al que le han sobrado las cinco últimas jornadas a tenor de las cuatro derrotas sufridas con el único alivio de los tres puntos sumados en la visita al Levante.

En total han sido 14 de 33 puntos posibles los que han coleccionado los bilbainos desde que el balón volvió a rodar el pasado 14 de junio en San Mamés, donde el Athletic, sin el aliento de su parroquia, sumó dos victorias, un empate y tres derrotas que fulminaron el sueño europeo de un equipo que, cierto es, ha tenido que hacer frente a un exigente calendario tras el regreso a la actividad. Con Atlético de Madrid, Barcelona, Real Madrid y Sevilla como rivales en las once últimas jornadas, los bilbainos lo intentaron hasta donde les llegaron las fuerzas. Estas, más allá de lo que sucedió anoche en una cita digna para el sonrojo, aguantaron hasta el duelo del pasado jueves ante un Leganés que se valió de la temprana expulsión de Unai Simón y del desgaste físico acumulado por el núcleo duro de Garitano. Ahí puso el punto final a la temporada de manera prematura el Athletic.

Con un empate, dos victorias y otras tantas derrotas cosechadas como visitante en un frenético desenlace de liga, merced a los triunfos firmados en las visitas al Valencia (0-2) y Levante (1-2), las tablas selladas contra el Eibar en Ipurua (2-2) y las derrotas sufridas ayer en Granada (4-0) y ante el Barcelona en el Camp Nou (1-0), no cabe duda que la posibilidad de alcanzar la clasificación continental se perdió en La Catedral. Fue ahí, con tres tropiezos consecutivos ante Real Madrid (0-1), Sevilla (1-2) y Leganés (0-2) donde se acabó todo para profundo lamento de los rojiblancos, quienes fallaron en el peor momento posible después de sumar dos victorias y un empate en sus tres primeras apariciones en un San Mamés sin público al vencer a Betis (1-0) y Mallorca (3-1) y empatar contra el Atlético (1-1).

Raúl García, con seis dianas tras el confinamiento y un total de quince tantos en el campeonato de la regularidad, se convirtió en el gran animador del sueño europeo. Desapercibido en la fatídica cita contra el Leganés y en el cierre contra el Granada, el navarro ha sido la mejor noticia que ha dejado una breve pero intensa etapa pospandemia en la que no ha habido rastro goleador de Iñaki Williams y en el que han sido doce los goles a favor sumados por el Athletic y quince los recibidos.

Cuatro de ellos, como nefasto broche final, llegaron anoche en el adiós a una campaña que deja un amargo sabor de boca en Bilbao y que a más de uno, probablemente, reste ilusión de cara a la que viene. En ella deberán dar un paso al frente los leones para mejorar un undécimo puesto que queda sensiblemente lejos del objetivo marcado al inicio de un ejercicio que tocó ayer a su fin en Los Cármenes con un sofocón como colofón.