THLETIC y Atlético de Madrid protagonizan un competido mano a mano en el capítulo del gol. Lideran el ranking de equipos de Primera que menos se relacionan con lo que se conoce como la salsa del fútbol, no solo porque marcan pocos sino también porque los conceden con cuentagotas. Presentan unos números muy similares al cabo de las 27 jornadas celebradas aunque por estilo de juego y perfil de los futbolistas no se diría que son conjuntos parecidos. Las propuestas que lideran Gaizka Garitano y Diego Pablo Simeone difieren claramente, pero lo indiscutible es que transitando por caminos distintos sus equipos desembocan en estadísticas prácticamente calcadas.

Representan sendos modelos de constancia, en lo positivo y en lo negativo. Cada cual con sus armas consigue que su área sea un espacio vedado para los rivales; son consumados especialistas en blindarse y cuentan además con el crucial aporte del portero. Unai Simón y Jan Oblak tienen motivos para sentirse bien protegidos, pero en caso de fallo en el dispositivo defensivo, sus intervenciones contribuyen a reforzar la imagen colectiva de solidez.

La lectura de su capacidad de producción en el área contraria es justo la opuesta. Ambos conjuntos arrastran un acentuado déficit rematador. No destacan por su poderío en los metros decisivos, el grado de acierto de sus elementos más ofensivos es muy bajo. Athletic y Atlético se han habituado a convivir con un problema que les penaliza a la hora de concretar sus objetivos, pero palían en buena medida sus efectos gracias a la solvencia de que hacen gala en labores destructivas. Rentabilizan como nadie cada gol que cantan.

En octubre se enfrentaron en el Metropolitano. Era la décima jornada y llegaron a la cita luciendo registros idénticos: ocho goles a favor, cinco en contra. Hoy, en vísperas de volverse a ver las caras, estas son sus cifras: 31 y 21, los madrileños; 29 y 23, los bilbainos. Esto quiere decir que apenas han variado sus rendimientos en las áreas, son fuertes en la propia y flojean en la ajena.

El auténtico significado de estos datos sale de la comparativa con el resto de equipos de la categoría. Empezando por lo bueno, el Atlético aparece como el segundo mejor de Primera en la contención, solo por detrás del Real Madrid (19), mientras que el Athletic completa el podio. Por el contrario, la valoración de su pegada resulta inquietante, pues únicamente los siete equipos que cierran la clasificación y aún no tienen garantizada la permanencia han hecho menos goles que Atlético y Athletic.

Otro enfoque para comprender el comportamiento de ambos equipos sale de revisar su evolución respecto a la campaña anterior. Se observan ciertos cambios de tendencia, pero no demasiado alentadores. Al menos, en lo que concierne al cuadro de Simeone, que ha experimentado un acusado retroceso en ataque. En la última edición liguera hizo 55 goles, marca que solo podría emular rectificando radicalmente su puntería en los once partidos por disputarse. En cambio, sí está en condiciones de repetir el espectacular saldo defensivo, pues ahora está a ocho de los 29 goles que recibió.

Es fácil que el Athletic abrillante su estadística defensiva, dado que se halla muy alejado de los 45 goles encajados en el curso que se repartieron Berizzo y Garitano. Son casi el doble de los que lleva. Y si aprieta el paso, estará a tiempo de aproximarse y hasta superar los 41 goles que firmó. La tímida media que le contempla a fecha de hoy, ligeramente superior al gol por partido, se lo permitiría.