Osasuna ha vuelto a meter mano en la marca Athletic en Nafarroa. La entidad osasunista, de la que se conoce su ambiciosa política de captación en la comunidad foral y con una fijación especial en los clubes convenidos con el club rojiblanco, se ha adelantado en su particular batalla con Lezama y se ha hecho con cinco jugadores que pertenecen a conjuntos bajo el manto del Athletic, que se ha visto incapaz de convencer a los progenitores de estos para que rechazaran las respectivas ofertas de Osasuna y continuaran bajo la órbita bilbaina. Se tratan de Javier Cambra, Tiago Galhardo y Lucas Chamarro, tres cadetes que han ejercido en el Txantrea, el club franquicia del Athletic en Nafarroa; Ibai Arrasate, del Pamplona; y Unai Larrea, del Oberena; cuatro de ellos del año 2005 y el otro, de 2006. En cambio, el Athletic sí se ha asegurado a Jesús Vizcay, delantero centro del Oberena que recalará este agosto en Lezama.
Andoni Ayarza, el número 2 de la dirección deportiva del Athletic, ha visto cómo se le escapan cinco cadetes a los que seguía de cerca con anterioridad al obligado parón a causa de la pandemia del covid-19 e incluso habían participado en el pasado en varios torneos bajo la tutela rojiblanca, hasta el punto de que se manejaba la opción de incorporarlos a la estructura de Lezama el curso venidero. Cambra, Galhardo, Arrasate y Larrea son del año 2005, por lo que, según la normativa foral navarra, disponían hasta este mes de junio de libertad para que sus familias eligieran su futuro, ya que, después de ese plazo, pasarían a tener contrato por tres temporadas. Los tiempos son menores en el territorio navarro, ya que en la Comunidad Autónoma Vasca la tutela familiar se alarga hasta los 16 años, cuando finalizan su etapa en categoría cadete.
Tanto Ayarza como Kike Mayayo, coordinador de los ojeadores rojiblancos en Nafarroa, han liderado las negociaciones con estos cinco canteranos, con más intensidad en las fechas precedentes en los casos de Unai Larrea, central poderoso del Oberena; y de Ibai Arrasate, un media punta que ha destacado en las filas del Pamplona; pero en las dos situaciones se han encontrado con la negativa de las familias de los jugadores, decididos a ingresar en Osasuna, una vez que consideran que es el destino más idóneo para sus hijos, sobre todo por el hecho de continuar en casa y por el proyecto que les ofrece la entidad rojilla, que encuentra debilidades en la fortaleza del Athletic en su terreno. Los tres cadetes de la Txantrea también lo han tenido claro, pese a los intentos de hacerlos cambiar de opinión.
José Luis Nagore, presidente de la Txantrea, señala que este trasvase de clubes convenidos del Athletic a Osasuna “no es algo anormal, siempre ha sido así y no tenemos por qué rasgarnos las vestiduras”. “En la época de los Muniain, San José o Iñigo Pérez, que salieron de aquí hacia Lezama, también hubo compañeros suyos que eligieron a Osasuna, como ha pasado en el caso de estos tres chavales (Lucas Chamorro, Javier Cambra y Tiago Galhardo). Aquí se fideliza bien el Athletic, sigue la atracción por el Athletic, pero al final son las familias y los jugadores los que tienen la última palabras. Son tres chavales de alto nivel, porque Osasuna no viene por el número 20, sino por el uno, el dos, el tres”, concluye Nagore.
El club del populoso barrio de Iruñea (cuna de Iker Muniain, Mikel San José, Iñigo Pérez o Gorka Iraizoz, entre otros) cerrará en las próximas fechas la renovación de su convenio con el Athletic, que expira el próximo 30 de junio, por lo que relación entre ambas entidades se alargará por un mínimo de 47 años, lo que supone todo un éxito de fidelización.
Estos dos clubes, los que presumen de una relación histórica con el Athletic, son también rivales del conjunto rojiblanco en la División de Honor juvenil, en las que el equipo de Imanol de la Sota se ha hecho con el liderato, en tanto que la Txantrea ha sido décimo segundo y el Pamplona, décimo tercero.
El conjunto de la Ribera tiene firmado con el Athletic hasta el 30 de junio de 2021, aunque la relación que nació hace cinco años no ha sido fructífera hasta la fecha, ya que ningún jugador suyo ha recalado en Lezama.
