FUE durante un puñado de temporadas uno de los delanteros más letales de la liga. Referente ofensivo de equipos como Getafe o Valencia, Roberto Soldado (Valencia, 27-IV-1985) se dio a conocer en la élite en las filas de Osasuna, club al que llegó cedido por el Real Madrid de los galácticos. Tras firmar una tarjeta de 19 goles en Segunda con el Castilla e irrumpir esa misma campaña con otros dos tantos en el primer equipo merengue, se marchó a préstamo al conjunto navarro en el verano de 2006. Allí hizo se ganó el mote de Gudari. Héroe en Osasuna (11 goles en 30 partidos), regresó al Madrid, donde vivió a la sombra de Raúl, Van Nistelrooy e Higuaín. Ganó la liga, pero salió al Getafe en busca de minutos y goles; marcó 29 en dos temporadas y fichó por el Valencia. En el equipo de su ciudad alcanzó el cenit y el Tottenham le abrió las puertas de la Premier en 2013. No cuajó. Tampoco en el Villarreal, con una grave lesión de rodilla de por medio, ni en el Fenerbahce. Tras seis años lejos de su mejor nivel, el Granada le firmó en verano para apuntalar su línea de ataque en su regreso a Primera. Ahora, asoma como una de las mayores amenazas para el Athletic en su búsqueda de la final de Copa.
Titular indiscutible en el conjunto nazarí, el delantero no está ni cerca de firmar los registros que logró en liga años atrás, pero llega reforzado anímicamente. No solo por el premio que habrá en juego desde mañana, también porque fue el gran artífice del pase del Granada a las semifinales del torneo del K.O. tras lograr los dos tantos de su equipo, el segundo en el minuto 94, en la eliminatoria de cuartos que enfrentó el pasado martes a Granada y Valencia.
En un equipo sin grandes estrellas, que hace del bloque de futbolistas su principal fortaleza, Soldado aporta experiencia y trabajo. "Su implicación y humildad son tremendas", ha dicho de él su entrenador, Diego Martínez. Hasta la fecha ha firmado seis goles, cuatro en Copa y dos en liga, y ha acallado las dudas generadas entre la parroquia nazarí con su llegada. "Cuando vine pensaba en disfrutar, en sentirme futbolista otra vez y demostrar que podía estar en la liga. Desconocía al equipo, pero con el paso del tiempo nos hemos creído la capacidad que tenemos como equipo. Eso nos ha traído aquí", reconoció Soldado ayer en rueda de prensa.
El delantero, al ser cuestionado acerca de la inexperiencia del Granada en citas como la que acogerá mañana San Mamés, quiso darle la vuelta y quedarse con lo bueno: "En partidos así vamos a mirar las cosas positivas. Esa falta de inexperiencia la tenemos que suplir con la ilusión y las ganas que tenemos de afrontar esta semifinal ante un grandísimo equipo. Es un premio que nos hemos ganado. Disfrutando es como podemos conseguir las cosas y esa es la ilusión que tenemos".
De la eliminatoria, Roberto Soldado no tuvo ninguna duda de que será "larga". "Habrá momentos para los dos equipos y estar metidos en esos 180 minutos con posibilidades es súper importante para nosotros. Y la vuelta es en casa, con nuestra gente, ahí nos sentimos mucho más fuertes. Pasaremos por momentos difíciles en San Mamés, seguro, pero el equipo tiene capacidad y confianza para hacer un gran partido allí", agregó.
un gol cada dos partidos Soldado, que se reencontrará con Raúl García, con quien compartió vestuario en Osasuna y Aritz Aduriz, excompañero suyo en el ataque valencianista, ya sabe lo que es marcarle gol al Athletic. Lo logró por partida triple en le temporada 2011-12 en San Mamés, en el triunfo del Valencia por 0-3, y entre liga y Copa ha marcado otros seis. Los leones son su tercera presa favorita, ya que solo Málaga y Osasuna, ante quienes ha anotado en diez ocasiones, superan los nueve recibidos por el Athletic. Ante los bilbainos, además, la media dice que marca cada dos partidos (nueve tantos en 18 partidos) y no vio puerta en el partido de liga de la primera vuelta... Soldado, la amenaza de un viejo conocido.