Bilbao - La ausencia de Raúl García, por su condición de fijo en el equipo, abre otro interrogante interesante en torno a la alineación. Es una situación que recuerda a lo ocurrido quince días atrás, en vísperas del desplazamiento a El Sadar, cuando se informó de la lesión de Iker Muniain. La diferencia estriba en que si entonces solo había que responder a la indisponibilidad del capitán, ahora son dos las bajas que Gaizka Garitano ha de gestionar y ambas en el ataque. Tampoco es lo mismo articular una solución para una jornada en concreto, pues Raúl García se perderá este próximo partido nada más, que hacerlo para afrontar media docena, que son las que se calcula que habrán de disputarse sin contar con los servicios de Muniain.

Las sesiones a puerta cerrada en Lezama y el habitual mutismo de Garitano serán un impedimento para conocer la decisión hasta minutos antes del inicio del partido que acogerá el Benito Villamarín. Frente a Osasuna el entrenador optó por mantener el bloque y la asignación de posiciones de semanas anteriores, dando entrada a un jugador en el lugar que quedaba libre por el contratiempo de Muniain. El escogido fue Oihan Sancet y la apuesta salió bien: el Athletic se llevó el derbi, ofreció un rendimiento bastante convincente, sobre todo hasta el descanso, y la titularidad del chaval satisfizo la expectativa creada. Había ganas de ver en acción a un jugador que acumula elogios por su rendimiento en el filial y su inclusión se interpretó además como un gesto valiente por parte de Garitano, quien pudiendo haberse decantado por alternativas más conservadoras prefirió promocionar al novato.

Sancet, al igual que el resto de la formación, repitió contra el Granada y parece razonable confiar en que figure de salida ante el Betis en tareas de enlace. En tal caso, la duda a despejar afectaría de nuevo a dos puestos, el de ariete y el de extremo derecho, por cuanto no sería extraño que Iñaki Williams fuese ubicado como hombre más avanzado. En favor de esta posibilidad juegan dos factores: ha sido el delantero en la mayoría de los compromisos de la vigente temporada y ni Kodro ni Villalibre poseen el rodaje deseable para asumir la empresa. La participación del primero se limita al partido de Iruñea, donde una molestia de Raúl García le permitió cubrir la segunda mitad con el añadido de que fue el autor del gol que certificó el triunfo rojiblanco. El protagonismo de Villalibre es inferior. Catalogar de testimonial el suspiro de cuatro minutos que le concedieron contra el Levante resulta hasta exagerado.

Al contar con Kodro en El Sadar, Garitano volvió a dejar claro que, si puede, prefiere no tocar la estructura, aunque al contrario que esta vez tuvo que maniobrar sobre la marcha. Ahora ha tenido margen suficiente para sopesar pros y contras, barajar soluciones y diseñar un plan que se debe activar desde el primer pitido del árbitro. Considerando todos los aspectos señalados, es más que probable que en su fuero interno haya ganado enteros la baza de jugar con Williams arriba.

De confirmarse, el míster maneja diversos nombres para el ala derecha. Descartado Óscar de Marcos por sus molestias en el tobillo izquierdo y en función de su utilización, de mayor a menor, los aspirantes serían Ibai Gómez, Gaizka Larrazabal e Iñigo Lekue. Ibai partiría con cierta ventaja por haber sido el recurso más frecuente durante el último mes. Siguiendo este criterio, Larra asoma como el peor colocado, puesto que ha ido desapareciendo a medida que corría el calendario y acaba de cumplir un mes sin competir, mientras que Lekue lleva jugados cuatro ratos nada más, pero Garitano se ha decantado por él en las dos jornadas más recientes para ejercer de extremo diestro.

sube y baja Otros aspectos a considerar en la decisión son el hecho de que el encuentro se disputa a domicilio, las características del Betis, su dibujo táctico, y que el escogido se emparejará presumiblemente a Pedraza o Álex Moreno, laterales que acostumbran a desdoblarse con frecuencia a fin de asociarse con Joaquín, por lo visto últimamente. En definitiva, que en esa banda se prevé un constante sube y baja. Hablamos de una exigencia que, por ejemplo, en la izquierda Córdoba asume con naturalidad, prestando una impagable ayuda a Yuri y que seguramente aconseja emplear a un jugador capaz de sacrificarse sin balón también en el costado opuesto.

Detalles y reflexiones que en teoría invitan a pensar más en la titularidad de Lekue, que compensa su natural tendencia alegre con muchos encuentros partiendo desde el puesto de defensa. El suyo es un perfil distinto al de Ibai y Larra, extremos puros, hombres de incuestionable vocación ofensiva. Como siempre, existen más variables en las que se apoya Garitano para diseñar el once, empezando por el momento de los futbolistas, una información inaccesible sin asistir a los entrenamientos diarios. No obstante, la aproximación realizada, sumada a los antecedentes, puede acabar coincidiendo con el parecer del responsable.