Bilbao - El fútbol, siempre caprichoso y a menudo indescifrable, mostró su mejor y peor cara a Gaizka Toquero (Gasteiz, 9-VIII-1984), quien se vio obligado a dar un definitivo paso al lado en el Zaragoza tras vivir una auténtica pesadilla durante año y medio por culpa de una lesión que no le permitió volver a vestirse de corto. Ahora, en sus primeros pasos como agente de futbolistas, el exjugador del Athletic y del Alavés, conocido como el lehendakari, afronta una nueva vida agradecido por cuanto pudo disfrutar como jugador.

Athletic-Alavés en San Mamés. ¿Estará en el campo?

-Sí, estaré. Es un derbi, un partido bonito y, además, igual me hacen algo por parte del Athletic. Sé que va a ser un momento agradable y algo especial, como lo fue el homenaje del pasado domingo en Mendizorrotza. No me pongo nervioso por ello. Se trata de disfrutar del instante al ser uno de los últimos recuerdos que voy a tener como futbolista.

Se le acumularán los recuerdos y las emociones el domingo.

-Sí, aunque me pasa cada vez que voy a San Mamés y este año he ido mucho, porque fui también a ver los partidos del Athletic contra el Barcelona y la Real. Verlos desde la grada y no poder participar se me hace todavía un poco raro y me pasará también en el derbi de este domingo, aunque con el paso del tiempo imagino que me acostumbraré y lo viviré todo como un aficionado más.

¿Cómo ve a uno y otro equipo en la actualidad?

-Veo bien a los dos. El Athletic sigue muy fuerte en casa, donde ha sido superior a dos rivales fuertes como el Barça y la Real, mientras que el Alavés hace partidos de pocos goles en los que siempre tiene opciones de llevarse los tres puntos por esos marcadores cortos que suelen darse. Creo que va a ser un derbi disputado y difícil para los dos equipos.

¿Considera favorito al Athletic por jugar como local?

-Sí, más que nada, por cómo los he visto en los dos partidos anteriores en San Mamés. Llevan también una dinámica buenísima desde que está Gaizka Garitano en el banquillo y es un equipo muy difícil de batir en San Mamés.

Usted ha sido y es un ídolo en Bilbao y en Gasteiz. ¿Por qué cree que le quiere tanto la gente?

-La verdad es que no lo sé. Siempre digo que habría que preguntárselo a la gente más que a mí. Siempre intenté hacerlo lo mejor posible para el club que defendía en cada momento. Es lo que hice durante toda mi carrera deportiva y no puedo decirte mucho más.

Comenta que el homenaje que recibió la pasada semana en Mendizorrotza fue muy emotivo por su pasado en el Alavés.

-Sí, siempre es bonito que te muestren ese cariño y te reconozcan el trabajo que has hecho. Es algo bonito, porque no a todos se lo hacen y encima el equipo de tu ciudad. Estaban allí mi familia y mis amigos y fue un momento que voy a recordar siempre.

Recordará también que en su último partido en San Mamés con el Alavés fue despedido en medio de una gran ovación.

-Sí, fue un partido muy bonito también para mí. Recuerdo que empatamos a cero y jugar de inicio y que la gente me despidiera así fue algo muy especial e irrepetible.

Sigue siendo el ‘lehendakari’ en Bilbao. ¿Qué significa para usted?

-Me demuestra el cariño de la gente. Es un apodo como podía haber sido cualquier otro y es como la gente de Bilbao muestra su cariño hacia mí. Siempre que me llaman lehendakari me vienen recuerdos bonitos.

¿Disfrutó siempre jugando al fútbol?

-Sí, siempre. Es verdad que en los últimos años en el Athletic jugaba poco y, por tanto, disfrutaba menos, pero disfruté en todos los sitios en los que estuve. También en mi última etapa en el Zaragoza, en el Alavés y cuando jugaba en Segunda B. Creo que si no disfrutas en el fútbol no puedes hacerlo bien, como pasa en cualquier trabajo, porque si no te gusta no puedes sacar buenos resultados. Yo he hecho la carrera que he hecho, por suerte o por trabajo, pero ponía pasión y me gustaba mucho lo que hacía.

¿Qué es lo mejor y lo peor de ser futbolista de élite?

-Lo mejor son momentos que no se pueden explicar con palabras, como la sensación de meter un gol, ganar un título, que la gente esté contigo o ascender a Primera División. Son emociones que, si no las vives, no se pueden llegar a entender. En cuanto a lo peor, yo no viví ningún descenso, pero también hay otros momentos duros en el fútbol, como no poder estar con la familia o los amigos. Siendo profesional te pierdes muchos momentos que no puedes recuperar. En mi caso, me he perdido bodas y cosas muy bonitas con mi familia que no vuelven, pero me debía a mi trabajo y, a partir de ahora, disfrutaré más de esas otras cosas.

Las lesiones representan otra de las caras más amargas y desagradables del deporte. Usted lo sabe mejor que nadie.

-Sí, la pena fue esa última lesión de rodilla, porque hasta entonces no había tenido ninguna lesión grave, pero al final me tuve que retirar y es una pena acabar así una carrera deportiva.

Vivió una pesadilla desde inicios de 2018 hasta su retirada el pasado mes de mayo.

-Así es. Fue un año y medio muy largo, porque durante el medio año en el que llegué a jugar el play-off de ascenso a Primera con el Zaragoza sufría bastante ya de la rodilla y por eso me operé. El último año fue ya un calvario, con momentos difíciles.

¿Qué fue lo más duro?

-Ya fue duro que en la operación me dijeran que iba a tener que estar casi cinco meses de baja cuando al principio pensaban que era una lesión de menisco y que estaría solo mes y medio fuera. Pensé que no podía ser, no me lo creía, pero se dieron cuenta de lo que realmente tenía durante la intervención y, a partir de ahí, vino todo el proceso de recuperación, en el que iba viendo que no podía.

¿Cuándo se dio cuenta de que la única salida era colgar las botas?

-Durante la recuperación tenía días buenos y días malos, pero hubo uno en el que intenté hacer giros y cambios de ritmo y noté un impacto muy fuerte en la rodilla que me hizo caer al suelo. No sabía lo que había pasado, porque parecía que todo iba más o menos bien con alguna que otra molestia, pero fui al médico y me había hecho un edema óseo en la rodilla. Los médicos me dijeron ya que no podía, porque si en un giro controlado yo solo en una banda de La Romareda, fuera del grupo, me había hecho eso, significaba que no iba a poder seguir jugando al fútbol.

¿Cómo definiría al Toquero futbolista?

-Un jugador trabajador, con pasión por lo que hacía y que siempre pensaba primero en el equipo y después en él.

Fue muy querido en el vestuario del Athletic.

-En eso tuve suerte, porque no fue solo por mí. El vestuario del Athletic es especial, pero siempre me encontré vestuarios muy buenos y no solo como profesional. Desde juveniles pude compartir momentos con gente muy buena y me llevo muchos amigos tras haber disfrutado mucho del fútbol durante toda mi vida.

¿Con qué jugadores del Athletic mantiene una estrecha relación?

-Hay unos cuantos, como Aduriz, De Marcos, Beñat o Balenziaga, por ejemplo.

Hablando de Aduriz, ¿cómo vivió desde la grada su gol de tijera al Barcelona?

-Fue una pasada. Era el primer balón que tocaba con el pie y la verdad es que Aritz no deja de sorprenderte. Cuando está en el campo sabes que en dos minutos la puede liar. Son jugadores únicos, porque hay pocos delanteros con el gol que tiene él.

Se habla del relevo generacional en la delantera. ¿Cómo lo ve?

-Siempre estamos en las mismas, pensando qué va a pasar cada vez que se va un jugador importante, pero el Athletic trabaja muy bien la cantera y siempre salen jugadores de abajo.

Usted continúa ligado al fútbol como representante de jugadores.

-Sí, estoy empezando una nueva etapa tras crear yo solo una empresa de representación y tengo muchas ganas de trabajar. Estoy con muchísima ilusión por poder ayudar a los futbolistas desde otro punto de vista que creo que también es necesario.

¿Aspira a tener un gran número de representados?

-No, lo que quiero es tener un trato muy bueno y personalizado con los jugadores y que se centren solo en jugar relegando el resto de cosas en mí. Para dar ese trato no puedes tener muchos futbolistas.

Uno de los jugadores a los que está ayudando es a Markel Susaeta. Se conocen bien.

-Sí, he empezado ahora, porque hasta finales de julio no tenía la licencia y si necesita cualquier cosa, le ayudaré. Tengo muy buena relación con él, compartí habitación con él en el Athletic durante cinco temporadas y espero que le vaya bien en esta nueva aventura que ha iniciado.

¿Qué le pide al futuro?

-Salud para mí y para mi familia. No pido mucho más, solo poder disfrutar mucho de mis hijas y de mi mujer. En el fútbol no puedo pedir más y en el trabajo creo que me va a ir bien, porque la gente trabajadora acaba recogiendo sus frutos.

¿Se ve también en los banquillos como futuro entrenador?

-No. Me gustaría, pero la inestabilidad que tiene esa vida de tener que estar ocho meses aquí y otros ocho en otro lado, teniendo que viajar y llevando a los niños, no es lo que busco.

“Ver los partidos desde la grada y no poder participar se me hace todavía un poco raro y me pasará también el domingo”

“Como jugador disfruté en todos los sitios en los que estuve; creo que, si no disfrutas en el fútbol, no puedes hacerlo bien”

“Tras hacerme un edema óseo en la rodilla al intentar hacer giros y cambios de ritmo, los médicos me dijeron que ya no podía”

“Estoy empezando una nueva etapa tras crear una empresa de representación y tengo muchas ganas de trabajar”