BILBAO. Imanol Alguacil, más que satisfecho con el rendimiento ofrecido por su pupilo durante la pretemporada, no dudó en darle vuelo en la visita al Valencia en la primera jornada de liga, así como en el choque del pasado fin de semana en Mallorca, donde Odegaard, quién completó otra notable actuación a título individual, se estrenó como goleador batiendo a Manolo Reina en la segunda mitad del encuentro para dar así los tres puntos al conjunto txuri-urdin. “Ha sido un gol fácil para mí”, confesaba el de Drammen al término del partido con una mezcla de sencillez y naturalidad en sus palabras.

En el terreno de juego, lejos de mostrarse tímido, el noruego acostumbra a hacerse notar. Cedido hasta 2021 por el Real Madrid, club que apostó por su talento y proyección en enero de 2015 cuando tenía solo 16 años, Odegaard pretende hablar alto y claro esta temporada con el objetivo de regresar a la entidad blanca con un mayor peso específico. Cuando debutó con el filial madridista en febrero de 2015, no obstante, el noruego presumía ya de haberse convertido en el jugador más joven en debutar en la máxima categoría en su país natal y en la selección absoluta de Noruega. En febrero de 2015, bajo las órdenes de Zinedine Zidane, disputó su primer partido con el Real Madrid Castilla ante el Bilbao Athletic, mientras que dos semanas después consiguió su primer gol contra el Barakaldo.

Cedido en 2017 al Heerenveen y en 2018 al Vitesse, Odegaard ha visto este verano cómo su particular relación con los equipos de Euskadi se veía fortalecida con su llegada a la Real Sociedad, donde fue señalado como uno de los referentes ofensivos del equipo desde un primer momento. Su calidad técnica, tan envidiable como problemática para los defensas rivales, está unida, además, a una capacidad de trabajo en beneficio del equipo que ha cautivado a Alguacil y a los aficionados de la Real, entre quienes no se discute la valía y el nivel futbolístico de un jugador llamado a marcar una época. La apuesta del conjunto donostiarra por un estilo de juego atractivo, con la acumulación de jugadores talentosos del centro del campo hacia adelante juega a su vez en favor del noruego, quien ha encontrado su sitio en un abrir y cerrar de ojos en la Real.

En San Mamés, además de tener plaza reservada en el once inicial, el mediapunta tendrá la responsabilidad de canalizar buena parte del juego txuri-urdin. Por sus botas, no en vano, han pasado en las dos primeras jornadas ligueras gran parte de las ofensivas donostiarras, con Mikel Oyarzabal, Adnan Januzaj y Willian José como socios predilectos.

ELOGIOS DE SU ENTRENADOR

Los cuatro, salvo sorpresa, repetirán hoy en la alineación de Alguacil, quien habló maravillas ayer de Odegaard. Cuestionado por su rendimiento y por su aterrizaje en Donostia, el técnico realista destacó que “Martin se ha adaptado fenomenal al club, a la ciudad, a los jugadores y a nuestra manera de jugar. Tiene mucha calidad, pero lo que más valoro es su manera de concebir el fútbol, porque no deja de trabajar mañana y tarde”. “Piensa 24 horas al día en fútbol, es un jugador que está dando pasos muy importantes en su carrera y la suerte es que lo tenemos con nosotros”, agregó el propio Alguacil, quien volverá a dar galones y responsabilidades esta noche a un jugador que aspira a convertirse en una de las revelaciones de la liga y a quien el Athletic, conocedor de sus cualidades, deberá atar en corto en un derbi que el noruego afronta con ganas. Tras destacar en Mestalla y Son Moix, San Mamés es la siguiente parada para un joven talento capaz de marcar las diferencias con el balón en los pies. Se trata, así las cosas, de la amenaza noruega con la que la Real pretende asaltar La Catedral.