A una semana vista de iniciar la liga contra el Barcelona en San Mamés, el Athletic afrontó ayer su último test de preparación ante un Mirandés con viejos y recientes conocidos en sus filas. Si al frente del equipo asoma Andoni Iraola, el cuarto jugador con más partidos en la historia del club bilbaino con un total de 510, y como titulares figuraron el central Odei Onaindia y el delantero Mario Barco, ambos con pasado en Lezama, en el banquillo aguardaron su momento el también exrojiblanco Galder Cerrajería y el aclamado Iñigo Vicente. El joven atacante de Derio, cuya cesión al Mirandés consumó el martes el Athletic a fin de conceder la mayor cuota de protagonismo posible al vizcaino en la temporada entrante, disputó los segundos 45 minutos de un partido en el que se reencontró con los compañeros con los que ha completado gran parte de la pretemporada.

Catalogado por Rafa Alkorta como un “talento impresionante como no hay otro en Lezama”, Vicente arrancó en julio su segundo verano con el primer equipo con el objetivo de convencer a Gaizka Garitano. El desarrollo de los acontecimientos, sin embargo, dibujó un panorama distinto para el habilidoso extremo derioztarra, quien no consiguió brillar en ninguno de los cinco amistosos que llegó a disputar. Más allá del gol marcado en el primer compromiso estival contra el Arenas, Vicente, pese a no desentonar, vio sucederse los envites sin lograr el impacto deseado en un equipo en el que la competencia en ambas bandas es máxima.

Sin la opción real de disfrutar de los minutos suficientes en Primera División, Garitano y la dirección deportiva liderada por Alkorta decidieron que el Mirandés, con Iraola al mano de las operaciones, era el destino ideal para no frenar el continuo e imparable crecimiento de un futbolista que, a sus 21 años, puede presumir de haber marcado 20 goles en los 66 partidos disputados durante las dos últimas campañas con el Bilbao Athletic. Ayer, minutos antes del inicio del envite ante el Athletic, el Mirandés le recibió con sumo cariño durante la presentación realizada jugador por jugador. Cuando llegó el turno del mago de Derio, quien posó con el dorsal 17 a la espalda, por megafonía se informó de su celebrada llegada haciendo referencia a sus principales cualidades. “Joven extremo zurdo criado en Lezama. Rápido, habilidoso y encantado de estar ahora en Miranda. Uno de los nuestros ya. Te queremos, Vicente”, se pudo escuchar segundos antes de que la hinchada local rompiera a aplaudir a la espera de sacar el máximo rédito de un rendimiento al alza que el vizcaino no pudo exhibir en el partido de ayer.

Pegado a la banda izquierda desde su entrada al campo en la segunda mitad, Vicente apenas consiguió dar muestras de su clase en acciones puntuales. Fue, sin embargo, el nacimiento del nuevo e ilusionante reto del derioztarra, a quien Garitano confía en que su cesión le sirva para “curtirse un año en Segunda y volver después al Athletic, que es lo que queremos y pensamos que le hemos dejado en buenas manos para ello con Andoni Iraola”. El técnico del Mirandés, por su parte, también se mostró esperanzado en cuanto al nivel que puede llegar a ofrecer Vicente. “En las primeras acciones del partido ha estado afortunado con el balón y nos ha dado posesión, aunque solo llevaba un entrenamiento con nosotros y en cuanto a automatismos ya trabajados tiene trabajo por delante, por lo que intentaremos ayudarle porque con el balón nos puede dar mucho”, destacó el de Usurbil.

primeros minutos antes de salir En el bando rojiblanco, una de las noticias de la tarde estuvo en la salida al terreno de juego de Cristian Ganea, a quien Garitano quiso premiar con sus primeros minutos de la pretemporada antes de salir como cedido.