Bilbao - Si algo quedó claro tras el encuentro del pasado domingo en el José Zorrilla es que prescindir, aunque únicamente sea durante 45 minutos, de la figura de Raúl García es un lujo que el Athletic no puede permitirse. Las virtudes del futbolista navarro, indiscutible desde su llegada a Lezama en el verano de 2015, son muchas y muy variadas y haría falta una amplia lista para aunar todas ellas, pero por simplificar, el gen competitivo y la constancia ocuparían un lugar de privilegio dentro de la misma. Se trata de dos cuestiones de las que adoleció el Athletic en su enfrentamiento con el Valladolid, especialmente en una primera media hora de juego insufrible, en la que se le vieron todas las costuras al equipo. Los leones mejoraron tras la reanudación, entre otros motivos porque no hacerlo hubiese sido casi un imposible, y la mejoría, curiosamente, llegó con Raúl García sobre el verde tras entrar al terreno de juego en sustitución de un gris Iñigo Córdoba.

Podría ser un hecho casual que atendiera a diversos factores como que el Valladolid, por su imperiosa necesidad de sumar los tres puntos, decidiera dar un paso atrás para proteger el triunfo, o al simple hecho de que la cosa no podía ir a peor, al menos desde el lado rojiblanco, pues de la nada lo único que queda es ir hacia arriba, pero no puede pasarse por alto que la presencia del centrocampista navarro contagió de un plus de energía al resto de sus compañeros. Para muestra, el siguiente dato: en los primeros 45 minutos, con Raúl aguardando su oportunidad en el banquillo, el Athletic solo remató una vez; en la segunda mitad, ocho.

Tentado por lo que estaba viendo sobre el terreno de juego, Gaizka Garitano se mordió la lengua en rueda de prensa cuando fue cuestionado sobre si hubiera realizado algún cambio tras el gol del Valladolid, obra de Waldo en el minuto 21 del partido. Sin embargo, su reacción fue mandar a calentar a Raúl García, que en Valladolid vivió su segunda suplencia liguera desde que el técnico de Derio asumió las riendas del equipo el pasado mes de diciembre. Aguardó hasta la vuelta de vestuarios para dar entrada al navarro y fue entonces cuando llegó la mejora del equipo.

el noveno que más juega en liga Hasta la fecha, con dos jornadas aún por disputarse y sumando los 45 que disputó ante el Valladolid, el navarro acumula un total de 2.193 minutos, los que le sitúan como el noveno jugador con más participación del curso en liga, competición en la que ha anotado siete goles, que le convierten en el segundo máximo anotador del equipo, solo por detrás de Williams (12), y empatado con Muniain. En las dos temporadas anteriores Raúl García alcanzó la decena de tantos en liga y, en su primera campaña como león, la 2015-16, en la que fue fichado tras la disputa de las dos primeras jornadas, marcó siete.

Su aportación al equipo está lejos de toda duda, aunque casualmente el Athletic no ha perdido ninguno de los cinco partidos que ha jugado sin él -se perdió cuatro por lesión-, con un balance de tres victorias y dos empates. A su favor, eso sí, juegan los registros goleadores del Athletic. Los leones han marcado 38 goles en las 36 jornadas disputadas hasta la fecha, 31 de los cuales han llegado en encuentros en los que Raúl García ha disputado al menos algún minuto. Con él sobre el césped el conjunto rojiblanco ha visto puerta en 24 ocasiones y siete los ha visto desde el banquillo.