Bilbao - Tras la incontestable derrota sufrida ante el Valencia en Mestalla, el Athletic retoma este viernes su sólida y fructífera relación con San Mamés, donde el Espanyol ejercerá como próximo rival de los leones en un campeonato que encara ya su fase decisiva. A falta de doce jornadas para la finalización del torneo de la regularidad, el conjunto rojiblanco asoma en una tranquilizadora duodécima posición con el objetivo final aún por definir.

Después de temer por el descenso en una primera parte del curso para olvidar y que se llevó por delante a Eduardo Berizzo, el equipo dirigido por Gaizka Garitano celebra estar con diez puntos de margen sobre la zona roja de la tabla y a solo cuatro del Sevilla, sexto clasificado. Europa, pese al tropiezo sufrido el pasado domingo, figura por tanto al alcance de un grupo de jugadores que, a lomos de una ambición nunca reñida con la prudencia, atisba la Champions League a nueve puntos de distancia, como consecuencia de los 42 puntos que presenta el Getafe.

40 suma hasta la fecha el Alavés, quinto, y 33 el Athletic, que tiene ante sí un calendario inmediato teóricamente propicio para continuar escalando posiciones y definir el objetivo por el cual luchar en el tramo final de la temporada. Tres de los cuatro próximos compromisos ligueros, sin ir más lejos, tendrán lugar en San Mamés, toda vez que Espanyol y Atlético visitarán de manera consecutiva el coliseo rojiblanco antes del parón de liga de dentro de dos semanas, mientras que el Levante se desplazará hasta Bilbao en la jornada 30 tras la visita del Athletic al Girona.

La fortaleza a exhibir como local, así las cosas, se antoja de máxima relevancia a fin de afrontar en las mejores condiciones posibles las ocho últimas citas ligueras, en las que los rojiblancos jugarán en cinco ocasiones como visitantes -frente al Getafe, Real Madrid, Leganés, Valladolid y Sevilla- y solo tres en San Mamés -contra Rayo Vallecano, Alavés y Celta-, donde presenta unos números brillantes bajo la dirección de Garitano.

Más allá del choque copero perdido ante el Sevilla (1-3), el Athletic ha hecho de La Catedral un auténtico fortín de la mano del técnico derioztarra, hasta el punto de conceder un solo gol en seis envites ligueros, con cuatro victorias y dos empates de por medio. Solo el Valladolid, en la jornada 17 y con un gol de Óscar Plano sobre la bocina que puso el 1-1 en el marcador, ha sido capaz de batir a Iago Herrerín ante los ojos de la parroquia rojiblanca, que ha visto cómo se quedaban a cero en su casillero Girona (1-0), Sevilla (0-0), Betis (1-0), Barcelona (0-0) y Eibar (1-0). Cuatro de los seis equipos citados, para más inri, asoman en la clasificación por encima de los rojiblancos, que con Berizzo lograron dejar una sola vez su portería a cero en los siete encuentros de liga afrontados en La Catedral.

Leganés (2-1), Huesca (2-2), Real Madrid (1-1), Villarreal (0-3), Real Sociedad (1-3) y Getafe (1-1) cantaron bingo en sus visitas a la capital vizcaina, donde solo el Valencia, en la décima jornada, se quedó sin marcar (0-0).

DUELO DIRECTO El partido del viernes, trascendental para no desengancharse de los puestos europeos después de la derrota en Mestalla, pondrá frente a frente, además, a dos equipos igualados a puntos en la clasificación. El Espanyol, no en vano, medirá la capacidad de reacción del Athletic tras el gris partido completado en Valencia, donde los leones sumaron su segunda derrota en liga con Garitano como entrenador.

Después de la primera, que tomó cuerpo en el derbi de Anoeta ante la Real Sociedad (2-1) el 2 de febrero, fue el Barcelona el equipo que visitó San Mamés. Entonces, con el líder de la liga como rival de campanillas, los rojiblancos supieron resarcirse del golpe recibido y firmar un empate (0-0) que supo incluso a poco a la hinchada bilbaina, que espera ahora una nueva reacción positiva de los leones. La Catedral, inaccesible para los seis rivales que han asomado por Bilbao en liga desde que Garitano se hizo con las riendas del primer equipo rojiblanco, espera de este modo una nueva demostración de fuerza por parte del Athletic.