BILBAO. Ricardo Arrien (Gernika, 1960) afirma que el fútbol no le dejó un regusto dulce, salvo por su etapa inicial, cuando marcaba con asiduidad en el filial. Sin embargo, desde que colgó las botas ha estado muy vinculado al deporte, también en el plano profesional. En la actualidad ejerce de entrenador personal y de rehabilitador.
A usted le reclutaron enseguida para Lezama.
Estuve en el Athletic desde categorías inferiores. Fiché en infantiles, estuve un año, pero volví al Gernika en juveniles porque me resultaba difícil desplazarme para los entrenamientos. Luego, al de un año volví a Lezama, todavía en juveniles.
¿No tenían autobús?
No, a los de la zona de Bilbao sí les llevaban en autobús, pero en otras zonas no había. Tenías que hacer dedo…
Hacía autoestop para ir a Lezama. ¿Y la vuelta?
Pues igual. Las veces que he estado en la salida de Lezama o en Erletxes, con una bolsita, allí, y la gente que pasaba te cogía. Entonces era más habitual lo del autoestop. A veces te pillaba la lluvia y aquello era la leche, pero era así. Y eran tres días a la semana. Bueno, pues estuve dos años en juveniles y en el segundo, con Javi Clemente, llegamos a la final de Copa, en el Calderón contra el Sevilla, perdimos 3-1. Estaban en el equipo Endika, Iñaki Bergara y de los que subieron al primer equipo no recuerdo a más. Luego ya pasé al Bilbao Athletic.
En el filial hizo unas cuantas temporadas.
Desde la 79-80, con Noriega, Sola, Lizeranzu…, hasta la 83-84. Los dos primeros años también con Clemente, que luego ya subió a dirigir el primer equipo. Sí, fueron años, pero es que arriba había un equipo potente y por eso acabé yendo cedido al Salamanca. Creo que hice bien.
En la 82-83 marcó 21 goles en 31 partidos.
Ese fue el año en que ascendimos a Segunda A. Entre Julio Salinas y yo metimos 44 ó 45 goles. Fue un muy buen año. Y el siguiente, también. Recuerdo que jugamos en el Bernabéu contra el Castilla y allí igual había 70.000 espectadores. Estaban enfrente Míchel, Sanchís,… Pero estando en el Bilbao Athletic me pilló la mili y fue horrible porque nos hinchaban a guardias y no podíamos entrenar como es debido. Estaba en Garellano con Zubi, Bolaños y Rastrojo. Clemente me subió y solía entrenarme con el primer equipo.
Sí, Bolaños ya contó en estas páginas los problemas derivados de la mili.
Es que el club antes tuvo relación con los militares, pero por alguna razón se rompieron y cuando entramos nosotros pareció que se arreglaron otra vez, aunque nos complicaron bastante la vida. Si llego a saber me voy a algún equipo cedido de fuera..
Para entonces había debutado con el primer equipo.
Ya, pero sería un partido sin importancia, intrascendente.
Fue un partido con el Atlético de Madrid, de la Copa de la Liga. ¿No se acuerda?
Qué va. Tengo poca memoria.
¿Pero se acordará del único gol que metió con el Athletic?
Pues, no.
Sirvió para ganar al Málaga en el tiempo añadido, 3-2.
Mira, hace poco Alfonso Barasoain me dijo que yo metí el gol que valió para que un año el Eibar eludiese el descenso. Ni me acordaba.
Siga: se fue cedido al Salamanca.
Me daba la oportunidad de debutar en Primera. Me fui en enero y en el debut metí dos goles contra Osasuna. Creo que fue la única vez que mi madre vino a verme jugar. Era un día de agua nieve, ¡un frío! Ganamos 3-1 y en el siguiente volví a marcar y empatamos con el Mallorca de Zubiria y compañía. Pero ese año bajamos y la Real estuvo interesada en ficharme. Volví a Bilbao tras la cesión y me hicieron un contrato de dos años. En el segundo, fui cedido al Racing. Pero desde que volví de Salamanca empecé con problemas físicos y esto ya fue algo que me persiguió siempre, por eso suelo decir que tengo la sensación de que nunca pude dar todo lo que tenía y que el fútbol me dejó un regusto amargo.
¿Qué tipo de lesiones?
Todas musculares y seguramente debidas a que tenía una pierna dos centímetros más corta que la otra. Pero de esto me enteré cuando ya tenía 28 años y estaba en el Sestao, donde me hicieron un estudio. Empecé a sufrir con 21 años y nunca pude progresar. Además, psicológicamente te va mermando. No son lesiones importantes, pero cada una suponía estar parado un mes y luego no es fácil coger ritmo y ya sales a jugar prevenido porque la historia se va repitiendo.
Considera entonces que los problemas físicos le impidieron dar el salto en el Athletic.
Aparte de eso, la plantilla que había. Era muy buena y había mucho delantero. Y así es todo más complicado. Sin embargo, pienso que si hubiese estado en condiciones Clemente me hubiera dado vidilla. El daba oportunidades, aunque es verdad que había una alineación tipo metía a Endika y metía a Txema Noriega. Podría haber estado en esa rueda, pero…
Entre pitos y flautas casi toda su vida en el Athletic discurre paralela a la de Clemente.
Clemente era un referente en aquella época y creo que en ese momento era el más adecuado para llevar el Athletic. En el equipo había muchos gallos, era un equipo con carácter quiero decir, y hacía falta un entrenador con más carácter todavía.
Intervino en nueve partidos en el Athletic durante la 84-85 y en la siguiente, al Racing.
Sí, me llamó Maguregi. Tuve también una oferta del Cartagena, que me daba el doble de dinero, pero en Santander iba a jugar en Primera y el míster me quería. Jugaba a veces, pero es que seguía con las lesiones. Media temporada estuve en le enfermería y al acabar, la Real volvió a interesarse. Firmé para dos años.
Viaje al otro lado de la autopista.
Al principio, bien, jugaba, hasta que me lesioné, empecé con problemas en los tendones de Aquiles y todo el año estuve anclado. Y luego la relación con el entrenador no fue la mejor. Pero ese año quedamos campeones de Copa, contra el Atlético de Madrid en Zaragoza. La Real tenía muy buen equipo: Arconada, Larrañaga, Gorriz, Gajate, López Ufarte, Zamora y Bakero.
¿Con quién competía por el puesto de ariete?
Como he dicho, empecé yo, pero luego no pude seguir y entró Loren, que más tarde fue fichado por el Athletic.
Decía que no se arregló bien con John Toshack.
¿Qué quieres que te diga? Deportivamente me gustaba, era partidario de jugar con tres centrales y los laterales avanzados, los entrenamientos eran buenos, pero la relación con los jugadores era muy fría. Quería estar por encima de los jugadores en todo momento.
Y chocaron.
Aquel tuvo problemas con unos cuantos, también con los gallos del equipo, como López Ufarte y esta gente. En lo que a mí respecta, reconozco que tienes una edad y cierta inmadurez. Hoy no hubiese actuado igual. Tienes la sangre caliente y eso te hace responder, pero no me siento nada orgulloso de este asunto. No es que no fuera profesional, pero debería haber sido mejor profesional, haberme dedicado a entrenar más fuerte y callar. Pero ya digo que el problema con Toshack fue de índole personal, no deportiva. Tuve un enfrentamiento con él al inicio del segundo año: en el primer entrenamiento me descartó, le pedí explicaciones y la cosa acabó en bronca. Nos dijimos a la cara lo que nos teníamos que decir y acabamos mal.
Y también se le acaba el contrato.
Estuve a punto de dejar el fútbol, veía que no hacía carrera por culpa de las molestias físicas, pero me vino Jabo Irureta y me llevó al Sestao. Seguí para adelante. Estando en la Real y como no terminaba de curarme había probado de todo, un tratamiento de acupuntura, me fue a Francia, bah, de todo. No levantaba cabeza, pero Irureta me cogió, firmé dos años, en aquella época había algo de dinerito. Un año estuve con Jabo y otro con Blas Ziarreta. Luego, de nuevo lo iba a dejar definitivamente y recibí la llamada de Alfonso Barasoain para ir al Eibar.
Estaba sufriendo, pero no se apeaba del carro.
Te gusta el fútbol, estás quemado por las lesiones, pero te apetece seguir jugando. Y en el Eibar ya sí, ahí se termina la historia. Estaba para cumplir 31 años.
Ha tenido de todo, pero no puede decir que disfrutase mucho como profesional.
No, no llegué a disfrutar del fútbol. Sí hasta los 22 años, y además mucho, pero luego no y asumo que no estaba curtido para afrontar todo lo que me tocó pasar, me faltó madurez. Estás metido en una vorágine, vives en un mundo que es como es, desde los 11 años entrenar y jugar, ni siquiera te paras un poco a pensar que eres un privilegiado y que puedes llegar a estar disfrutando de lo que haces. Esto mismo le pasa a mucha gente ahora. Solo cuando llegas a la vida real eres consciente de lo que has tenido. Ahora que si, como en mi caso, andas con lesiones continuas tampoco puedes hacer gran cosa. Luego te encuentras también a excompañeros que se les paró el reloj cuando se retiraron y siguen hablando como si tuvieran 25 años. Hay de todo.
Colgó las botas, pero no dejó el deporte.
Empecé con la bici, me federé en squash, he corrido maratones…. Te entrenas porque quieres, tienes ganas de gozar, mientras que en el fútbol fue un sufrir constante. Mi vida siempre ha seguido ligada al deporte. Tuve un par de gimnasios y ahora me dedico a la rehabilitación, soy entrenador personal y utilizó la tecarterapia.
¿Qué trata de…?
Es algo novedoso: a través de una corriente de alta frecuencia se genera temperatura en el cuerpo y esto favorece el riego sanguíneo, lo que es adecuado para recuperarse de cualquier lesión.
Mucho deporte, pero nada de fútbol.
Es que acabé asqueado, no lo quería ver ni en pintura. Pero al de unos años me saqué los tres niveles de entrenador. También soy experto en coaching, coincidí con Imanol Ibarrondo, es un tema muy interesante por sus aplicaciones. Y empecé también a ejercer de entrenador, estuve en el Getxo y luego me llamó Barasoain para que fuera con él de segundo al Sestao, pero no pudimos ni empezar la Liga. Barasoain dimitió por diferencias con el presidente en plena pretemporada.
Su estancia en el Athletic coincide con el equipo de los últimos títulos, pero no tuvo ocasión de catar aquello.
Se dio así. Pero debo de tener estrella porque luego fui a la Real y ganó la Copa. En el sentido que dices no le saqué jugo al fútbol. La gente te dice que si has sido futbolista, que si jugaste en el Athletic, pero bueno, mi carrera es discreta, un sí es no es, ahí me quedé. Eso sí, estoy orgulloso de haber estado en Lezama y en el Athletic, que es el club más grande el mundo.
Al menos conoció muy de cerca el último Athletic campeón.
Era un equipazo, con un carácter de la hostia. Equilibrado física y técnicamente. Tengo que mencionar a Estanis Argote, un jugadorazo. Yo estaba en la general cuando debutó contra el Atlético, con Marcelino marcándole. Te podía pegar quince recortes y además era un tío al que se le apreciaba. Y De Andrés, navarro burro, que me cae muy bien porque decía las verdades a la cara. Goiko, menudo central. Y metía gol la gente de las tres líneas, medios, defensas, todos, y esto era muy importante. Ahora para que un centrocampista marque… Para eso hay que pisar área. Di que con Bielsa también está pasando esto. Me gusta mucho; con él el equipo ha dado un salto cualitativo, ese es el valor que le doy. El cambio me parece muy bueno, el jugador se siente ganado pero es una pena que se vaya dejando puntitos por ahí.
Y toca derbi en San Mamés.
¿No me irás a preguntar que con quién voy? Ah bueno. Y que conste que tengo muy buen recuerdo de mi paso por la Real, allí encontré muy buena gente, pero el corazón es de donde es y madre no hay más que una. La Real está jugando bastante bien, es un derbi, se dice siempre que la clasificación no cuenta, pero viendo cómo saca los partidos el Athletic, confío en la victoria.