San Mamés vivirá el próximo miércoles una de las citas más importantes que ha acogido en su corta existencia. Cerca de 50.000 aficionados del Manchester United y del Tottenham Hotspur se desplazarán a Bilbao desde este fin de semana para disfrutar de la ciudad y conocer en profundidad los encantos de la ciudad y de los bilbainos. Desde la tarde de este viernes, ya se han dejado ver los primeros visitantes ingleses en los aledaños del estadio.

La estatua de Iribar, que se erige escoltada por dos tramos de vallado que limitan las zonas de montaje, es la principal atracción para estos turistas que se acercan para descubrir el rostro de la leyenda rojiblanca. El mito del Txopo traspasa fronteras y mares, ya que, aunque no lo reconocen en primera instancia, una vez que leen el apellido del portero inscrito en la base de la escultura proceden a inmortalizar su primer recuerdo en La Catedral

Además de estos visitantes, la explanada es frecuentada durante estos días por trabajadores de las empresas de montaje y por cientos de las personas que formarán parte de la organización en esta importante cita y que pasean con su acreditación colgada del cuello.

Entre ellas están Maider González y Myriam Lizaso, dos jóvenes universitarias de 18 y 19 años, que afrontarán el partido como una de sus primeras experiencias laborales y como una forma de financiarse sus vacaciones durante este verano. “Tenemos muchas ganas, el ambiente va a ser una pasada. Además, nos pagan unos 13 euros brutos por hora que, a nosotras que no tenemos gastos ni obligaciones, nos vienen muy bien”, aseguran.

Su jornada laboral del próximo miércoles comenzará a las 15.00 horas de la tarde y se alargará hasta que el estadio se vacíe tras el final del encuentro, sobre la una de la madrugada. “Esperamos que no haya prórroga, porque sino se podría alargar mucho más”, afirman. En su caso, fue la propia UEFA la que contactó con ellas para ofrecerles el empleo, a través de una empresa de trabajo temporal en la que ya estaban apuntadas.

“No sabemos cuántos trabajadores vamos a ser, pero imaginamos que bastantes, ya que hay que cubrir todo el servicio del estadio. Nosotras vamos a estar en el anillo central, donde se encuentra el palco presidencial y el área VIP”, apuntan. Si hay algo que lamentan González y Lizaso es la ausencia del Athletic en la final de San Mamés. “Hubiera sido muy bonito poder jugar la final en casa, con toda nuestra gente. Lo que más duele es que su verdugo tenga la oportunidad de levantar el trofeo en La Catedral”, señalan refiriéndose al Manchester United.  

1.000 txapelgorris

Algo más de experiencia en este tipo de trabajos tienen Sonia e Iker, otros dos empleados que estarán en el estadio el próximo miércoles. “Hemos trabajado en otros partidos importantes como la final de la Champions League Femenina que enfrentó el año pasado al Olympique de Lyon y al F.C. Barcelona. Sin embargo, no ha habido nada comparado con este partido”, aseguran.

Tal y como ha informado la Real Federación Española de Fútbol, en comparación con esa final celebrada en 2024, se incrementarán en más de 100 personas el número total de voluntarios y voluntarias para este evento.

Respecto al número de trabajadores que estarán en La Catedral, aseguran que solamente entre los txapelgorris, auxiliares de organización, estarán unos 1.000. “Eso sin contar con el personal de seguridad y los voluntarios. No vamos a estar en nuestros puestos habituales, sino que iremos rotando teniendo en cuenta las necesidades que vayan surgiendo”, relatan.

Uno de los asuntos que más les preocupa es que se produzcan disturbios entre ambas aficiones. “Del partido solamente esperamos que no haya conflictos y que haya armonía entre los hinchas. Luego ya que gane el mejor y que no haya prórroga, así nos podemos ir a casa cuanto antes”, aseguran entre risas. 

El tranvía ya luce con motivos de la final de la Europa League. Oskar Gonzalez

Aitor, de 21 años, es un estudiante de Bachillerato que se está preparando para la Selectividad con la esperanza de cursar Magisterio a partir de septiembre. Además de ser un gran aficionado al deporte, juega al fútbol desde que tiene uso de razón. Justamente por la pasión que siente por el balón ha decidido participar en la cita que acogerá San Mamés el próximo miércoles. “No lo hago por el dinero, sino por vivir la experiencia desde dentro. Es algo que vamos a ver muy pocas veces en la ciudad y hay que aprovechar el gran ambiente que se va a dar”, asegura.

Al igual que otros jóvenes de su edad, carece de obligaciones, por lo que destinará las ganancias que obtenga por trabajar en este evento a invitarle a cenar a su novia a un buen restaurante. “El día se va a hacer bastante largo. Van a ser casi diez horas de pie, atento para que todo marche bien y sin apenas poder sentarme, pero creo que merecerá la pena”, afirma.

Uno de los organizadores más experimentados en San Mamés será Jaime, quien lleva muchos años como txapelgorri encargándose de la gestión de los asistentes durante los partidos del Athletic. Teniendo en cuenta su amplia experiencia, asegura que se trata de uno de los mayores retos a los que se ha tenido que enfrentar en La Catedral. “Estaremos disponibles todos los txapelgorris que solemos trabajar durante toda la temporada”, apunta.

Tal y como explica, normalmente se posicionan tres empleados por puerta, aunque dependerá de las necesidades organizativas de cada acceso. “Lo más importante es que todo transcurra dentro de la normalidad y que los ingleses sigan los consejos de la Ertzaintza y de la Policía Municipal para que no se produzcan enfrentamientos entre las aficiones”, avisa.

Entre los requisitos que ha exigido la UEFA para formar parte de la organización de este evento están el haber cumplido la mayoría de edad antes del 1 de mayo, acudir a las formaciones que se han impartido anteriormente y presentarse a los turnos establecidos durante el día de partido con total disponibilidad.