El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este sábado que han abierto negociaciones con el Gobierno de Irak y con las autoridades del Kurdistán autónomo iraquí para elaborar un plan para el desarme de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que recientemente ha anunciado el cese de su lucha armada y su disolución.

"Hay contactos con países vecinos sobre cómo se entregarán las armas de los terroristas que están fuera de nuestras fronteras. Hay planes para que las administraciones de Bagdad y Erbil participen en este proceso", ha apuntado Erdogan en declaraciones a la prensa durante su vuelo de regreso a Turquía desde Albania.

En esta conversación con periodistas Erdogan también ha manifestado su optimismo sobre las posibilidades de lograr un "resultado definitivo" para las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, tras la reunión del viernes de delegaciones de ambas partes en Estambul después de tres años de parálisis. Erdogan ha manifestado la "determinación" de Turquía de seguir con esta mediación para conseguir lograr la paz.

Por otra parte, Erdogan se ha referido a las sanciones de Estados Unidos impuestas al sector de defensa turco y ha asegurado que pronto serán "superadas" gracias a la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, "más abierta, más constructiva", según recoge el diario turco 'Daily Sabah'.

Sobre la posible venta de misiles estadounidenses a Turquía, Erdogan ha apuntado que "se podría decir fácilmente que hay una flexibilización de la CAATSA", en referencia a la Ley para Contrarrestar a Adversarios a Través de Sanciones que afecta principalmente a Rusia o Corea del Norte. Erdogan ha revelado que ha tratado esta cuestión con el propio Trump y con el nuevo embajador estadounidense en Ankara.

Sobre Gaza, Erdogan ha advertido de que "no hay ni un solo día que perder". "Lo decimos en cualquier lugar. La agresión israelí sobre Gaza debe parar", ha apuntado antes de adelantar que "Turquía seguirá utilizando todos los medios para incrementar la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu".