bilbao. Don Winslow, escritor estadounidense, podría haberle tomado como referencia en su novela El poder del perro, un thriller que explora las miserias humanas dentro de los clanes de la droga en México y Estados Unidos. A David Navarro le hubiera venido como dedo al anillo el personaje de Billy Callan, un sicario que cumplía a la perfección el trabajo sucio que le encargaban los jefes del hampa. El central valenciano se ha curtido su propio perfil, que volvió a lucir el pasado domingo en San Mamés, con sus injustificables codazos sobre Javi Martínez y Fernando Llorente.

David Navarro salió indemne de semejantes acciones, gestionadas con una frialdad propia del especialista en la materia. Su historial le delata. De por vida, arrastrará el puñetazo que propinó en febrero de 2007 a Nicolas Burdisso, jugador del Inter, en encuentro de los octavos de final de la Champions y que ocasionó la fractura de huesos de la nariz del interista. El de Sagunto, suplente en el Valencia, pegó y se marchó corriendo buscando refugio entre los suyos. El domingo golpeó a Llorente y simuló una lesión, hasta el punto de salir del césped en camilla.

La UEFA castigó con dureza al valencianista, sancionado con seis meses, al mismo tiempo que su club le impuso una multa de 6.000 euros. Cuatro meses después, salió del Valencia como un nuevo castigo para recalar en el Mallorca durante dos temporadas, periodo en el que se suponía que ablandaría su corazón.

Más lejos de la realidad. David Navarro, que regresó al conjunto ché el pasado curso, sigue ejerciendo de sicario. Fernando Llorente ya lo pudo experimentar, precisamente en la anterior visita del Valencia a San Mamés, el 6 de diciembre de 2009. El rojiblanco duró treinta minutos, ya que se tuvo que retirar por culpa de una contusión en la cresta ilíaca. "Mala fe, no sé (si tenían). Pero desde el principio los centrales tenían muy claro lo que hacían y sabían a donde venían. Y repartieron mucho desde el principio", indicó entonces Llorente. Enfrente estaban David Navarro, Marchena y Albelda, un clan de mal gusto. El delantero, eso sí, no pudo certificar quién de ellos le propinó de tapadillo ese codazo que le impidió continuar.

David Navarro, del que se conoce que es el jugador más amonestado de su equipo en lo que va recorrido de Liga, presume de una colección de jugadores que han sufrido en sus carnes el impacto de sus caricias. Leo Messi es uno de ellos. El valencianista consiguió desquiciar al argentino, poco amigo de encenderse sobre el césped, aunque en muchas ocasiones tenga motivos. Los tuvo en el encuentro que el Barça disputó la pasada temporada en Mestalla. No habían pasado más que 12 segundos y David Navarro marcó su terreno ante La Pulga, al que propinó sin balón un pisotón en su tobillo izquierdo. En plena clandestinidad, como lo manda el hampa.

Quizá Messi no lo haya olvidado, como tampoco Dani Alves, precisamente cuando el Barça vuelve mañana a Mestalla, con David Navarro de nuevo enfrente. El brasileño se refirió ayer a los dos mamporrazos del valenciano en San Mamés. "Si el árbitro (Muñiz Fernández) lo ve, le hubiese sacado tarjeta. No creo que un compañero de trabajo vaya a hacer daño a otro. Pero cuando se repite, hay dudas. No es la primera vez que pasa. Al final, uno acabará creyendo que no es así. Habrá que ir con ojo el miércoles (por mañana)". Quizá Dani Alves se huele algo.

vengativo David Navarro, además de sicario, es también vengativo. Por lo menos así lo subrayó el pasado 7 de febrero Nelson Valdez, delantero del Hércules, que cargó con dureza contra el defensa del Valencia tras el derbi que disputaron ambos equipo. El paraguayo no se pudo callar y rescató la dureza con la que se empleó David Navarro en una eliminatoria de Champions ante el Werder Bremen, equipo en el que militaba por entonces el jugador paraguayo.

Valdez tachó a David Navarro de un "jugador que no sabe perder" y añadió que "siempre ha ido a por mí y no solo a por mí". El delantero del Hércules estalló al recordar que en ese derbi en Mestalla el central ché le propinó un golpe en la cabeza a los 28 minutos de juego y rememoró que en el encuentro de la primera vuelta en el Rico Pérez David Navarro fue expulsado.

Quizá David Navarro se la tenía guardada a Fernando Llorente desde la noche del 11 de noviembre de 2006. Entonces, el rojiblanco firmó en Mestalla el empate (1-1) en el último suspiro con un remate de cabeza ante la impotencia de David Navarro. Quizá lo haya intentado en ocasiones posteriores, tanto en el Valencia como en el Mallorca, pero no fue hasta el domingo cuando el de Sagunto sacó el garrote de forma impune. Su próxima víctima ya puede temblar.