Una caja llena de Rolex, el objeto más caro encontrado en Aste Nagusia
El servicio municipal de Objetos Perdidos, abierto 24 horas en el Ayuntamiento de Bilbao, ha entregado ya 69 pertenencias en plenas fiestas, la mayoría carteras
Entre conciertos, txosnas y fuegos artificiales, en Bilbao hay un lugar mucho menos festivo pero igual de concurrido: el servicio de Objetos Perdidos. En ese establecimiento, ni las carteras, móviles o llaves habituales han sido el objeto más sorprendente recuperado en esta Aste Nagusia. Esta vez ha sido una caja llena de relojes Rolex olvidada en la puerta de un portal. El dueño apenas tardó media hora en acudir al servicio para recogerla, después de que una persona la entregara allí. Una anécdota insólita que refleja hasta qué punto el bullicio de las fiestas convierte a cualquier objeto, por valioso que sea, en víctima del despiste.
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En lo que va de fiestas, el servicio municipal que funciona en los bajos del ayuntamiento ha registrado ya 69 objetos recogidos de los tantos objetos que siguen en la comisaria en busca de su dueño. La mayoría los casos registrados son carteras, aunque también abundan los móviles, las llaves e incluso artículos inesperados como zapatillas, ropa, cargadores de móvil o un humidificador.
Abierto 24 horas
"Estos días el servicio permanece abierto las 24 horas, para que la gente que pierda sus cosas pueda venir a recogerlas en cualquier momento", ha explicado la concejala de Seguridad, Amaia Arregi. Durante esta semana tan especial, además, se traslada a la comisaría del Consistorio. "Se baja al Ayuntamiento porque está cerca del recinto festivo y así resulta más sencillo para la gente", ha señalado. Pasadas las fiestas, todos los objetos se envían a la oficina central ubicada en Miribilla.
La vía por la que llegan los objetos también es variada. "Los encuentran ciudadanos que los traen directamente, otros que los entregan a algún policía en un punto de corte e incluso trabajadores del servicio de limpieza", ha detallado Arregi. En el caso de carteras o llaves, para poder recuperarlas basta con describirlas, pero con los teléfonos el sistema es más estricto. "En los móviles la entrega se hace a través de verificar el Gmail", han comentado los responsables del servicio.
La concejala también ha querido subrayar que la acumulación de teléfonos y documentación no tiene porque ser consecuencia de la delincuencia. "Los móviles y las carteras que están aquí demuestran que no los han robado, sino que se han perdido". Y ha añadido que la oficina recibe una afluencia constante de personas que se acercan en busca de lo que dejaron atrás. "Hay mucha gente que directamente suele venir a preguntar si sus cosas están aquí".
Buen indicador
Objetos Perdidos se convierte así en un curioso termómetro de Aste Nagusia. A primera hora de la mañana suelen aparecer carteras de la noche anterior, después llegan los hallazgos del servicio de limpieza y para culminar se suceden las consultas de quienes cruzan los dedos esperando buenas noticias.
La experiencia de años anteriores demuestra que la cifra puede crecer mucho más. En 2024, por ejemplo, se recogieron 327 objetos durante las nueve jornadas de Aste Nagusia, de los cuales 132 pudieron devolverse a sus propietarios antes de que acabara la semana grande. Este año, con más de medio centenar de pertenencias registradas cuando todavía queda fiesta por delante, las previsiones apuntan a que el balance final volverá a ser elevado.
Porque Aste Nagusia no solo deja recuerdos, música y pólvora en el cielo. También deja un rastro paralelo de objetos olvidados, desde la llave de un portal hasta una caja repleta de relojes de lujo, que encuentran en este servicio municipal el camino de vuelta a sus dueños.