El circo receta sonrisas en el Hospital de Basurto: "Me ha ayudado mucho a distraerme después de tantos días en la habitación"
La compañía Holiday ha ofrecido un espectáculo emocionante ante pacientes, familiares y sanitarios
Esta mañana las sonrisas y los aplausos han sustituido a los goteros y medicamentos en el Hospital de Basurto. Gracias al circo, el centro ha sido por unas horas un lugar más amable y feliz para los niños y niñas ingresados allí. Como ya es tradición, el circo ha hecho su función más especial de Aste Nagusia ante un público muy entregado. Este año la actuación ha corrido a cargo de la compañía Holiday, que ha logrado congregar a cientos de personas entre pacientes, familiares y personal sanitario. Nadie se ha querido perder este momento que tantas risas, sonrisas y aplausos ha levantado.
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A diferencia de años anteriores, la sesión de esta mañana no ha tenido lugar en los jardines del pabellón San Pelayo, sino bajo una carpa en el Pabellón Dr. Areilza por la previsión de lluvia, que finalmente no ha llegado. Para las 10.30 horas, pequeños y mayores habían llenado ya todas las sillas dispuestas para el espectáculo. Asimismo muchos sanitarios se han agolpado alrededor de la carpa para no perderse nada.
A eso de las 10.45 horas se han empezado a escuchar los txistus que anunciaban la llegada de Marijaia, que ha generado gritos de emoción entre los más pequeños. Junto a ella, toda la comitiva municipal en la que se encontraba el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, la concejala de Fiestas e Igualdad, Itziar Urtasun, así como representantes de la corporación municipal, de la OSI Bilbao-Basurto y de la Comisión Mixta de Fiestas. También han acudido el pregonero, Francis Díez, y la txupinera, Olatz Agirre.
Un presentador de lujo
Tras el recibimiento, ha comenzado la función de la mano de un presentador muy especial: Rody Aragón, payaso, humorista y presentador de TV, y el hijo menor del conocido payaso Fofó. Aunque estaba algo afónico, no le ha sido impedimento para arrancar el show con el tradicional "¿cómo están ustedes?" al que le han seguido, con una alta participación del público, las populares canciones Mi barba tiene tres pelos y Hola Don Pepito, hola Don José.
Un espectáculo que ha empezado por todo lo alto y que desde el principio ha conseguido generar un clima de emoción y alegría entre todos los presentes. "Para mí estar hoy aquí es algo muy especial y relevante", ha asegurado Rody Aragón, antes de dar paso a los artistas que se han encargado de ofrecer la función. Un espectáculo que más allá de su vistosidad y la diversión que ha generado, ha servido como medicina y desconexión para los pacientes más pequeños del Hospital de Basurto. Una de esas pequeñas pacientes es Amy Nuñez, que lleva diez días ingresada. "Me ha ayudado mucho a distraerme después de tantos días en la habitación", ha asegurado la pequeña, que ha disfrutado mucho del espectáculo y ha podido disfrutar también de Aste Nagusia.
Aunque el cambio de escenario y la limitación del espacio han obligado a la compañía a adaptar ciertos números, todo ha salido a pedir de boca. Ejercicios de acrobacias, malabarismo y equilibrismo que han dejado a más de uno con la boca abierta.
El ejercicio más sorprendente ha sido el de Alberto Segura, un joven de 19 años que es el único equilibrista de todos los circos de Europa que es capaz de mantener la estabilidad sobre ocho cilindros. En esta ocasión, únicamente ha utilizado tres por la altura del techo, pero ha mantenido en vilo al público para terminar recibiendo una ovación. Finalmente, el espectáculo ha terminado con la presencia de un ratón y una gallina que han interpretado las conocidas canciones de Susanita y La Gallina Turuleca.
La mejor medicina
El personal sanitario por su parte, también ha valorado muy positivamente la experiencia. "Me parece una iniciativa muy bonita porque les permite disfrutar de las fiestas, salir un rato de la habitación y desconectar", ha comentado Javier Fernández pediatra del hospital. Además, este sanitario ha asegurado que "todo lo que sea alegría, optimismo y diversión repercute mucho en la recuperación de los niños y niñas".
En definitiva, una experiencia muy positiva para pacientes y familiares que permite acercar la magia del circo y de Aste Nagusia a todos aquellos niños y niñas que por su situación no podrían hacerlo de otra manera. Porque como se suele decir, nada vale más que la ilusión de un niño.