El año pasado Martina tenía horas de vida cuando Iratxe Palacios salió a lanzar el txupin en el Teatro Arriaga para dar comienzo a Aste Nagusia. Este año cumple un añito de la mejor manera posible, dando la bienvenida a Marijaia en El Arenal, viendo cómo Aiora Rentería da el pregón y como Izaskun Pinedo lanza el txupín. Este año Martina disfruta por primera vez de Aste Nagusia y con ella conoceremos cómo se viven las fiestas con un bebé de un año.

Como no podía ser de otra manera, y para celebrar a lo grande su primer cumpleaños, este sábado Martina ha recibido a Marijaia con la multitud en El Arenal. Como madre primeriza los temores de llevar a un bebé de un año a un lugar donde se concentra tanta gente estuvieron presentes desde por la mañana, sin embargo, al llegar al recinto de txosnas y ver a muchos más padres con carritos de niños e incluso a bebés más pequeños que Martina, volvió la calma. 

A las 18.00 horas ya estábamos en El Arenal para tratar de encontrar el mejor lugar donde poder ver el txupinazo sin asfixiarnos. Y es que el calor que hizo fue realmente sofocador. Por suerte, en El Arenal corría la el aire y la sombra que daban los árboles permitía pasear con tranquilidad. Mientras buscábamos el lugar idóneo, Martina aprovecho a echarse la siesta. Esa es una de las ventajas que tiene disfrutar de Aste Nagusia con un año, que puedes echarte un sueñecito y recuperarte para seguir con la fiesta a cualquier hora y en cualquier lugar.

Eso sí, encontrar un banco para sentarse a esperar que se despertara fue misión imposible. Aunque no hubo mucho que esperar, ya que el gentío que iba en dirección a la plaza del Arriaga la despertó rápido. Como la siesta fue más corta de lo habitual, los minutos siguientes esperando al lanzamiento de txupín fueron caóticos. Ni brazos, ni chupete, ni carro. Nada la calmaba hasta que vio un oso panda gigante que bailaba, y eso le hizo centrar su atención. Después de calmarse, y habiendo recuperado algo de energía, la espera fue más amena. Lo observaba y señalaba todo, quería ir a todos lados a la vez.

El pregón cantado, un acierto

Por fin empezaron a oírse de fondo los gritos de aquellos que estaban apelotonados en la plaza del Arriaga. Ya estaban en el balcón la pregonera y la txupinera. Todo El Arenal estaba pendiente del pregón cuando Aiora Rentería comenzó a cantarlo con la misma melodía de su ya mítico tema Negua joan da ta. Y esta Martina se la sabía. Nada más escuchar los primeros versos empezó a mover las manitas de un lado a otro. No podría haber habido un mejor pregón para su primera Aste Nagusia, ya que más que con cualquier juguete, Martina es feliz escuchando música. 

Nada más terminar Aiora, Izaskun prendió el txupín que estalló pocos segundos después y que retumbó en todo el recinto festivo. Pero como quien oye llover; Martina ni se inmutó. Entonces resonó a todo volumen Badator Marijaia. Esta no se la sabía, pero cuando llegó el estribillo la bailó con la misma emoción que si fuera su canción favorita. 

La música fue la clave de pasar un primer txupinazo divertido, ya que ver a Marijaia a lo lejos en el balcón del Teatro Arriaga, ni fu ni fa. Le interesaba mucho más el oso panda gigante que volvió a ver después del lanzamiento del txupín y al que no quitaba ojo. Eso sí, de acercarnos a él ni hablamos. 

Una vez habiendo dado comienzo a Aste Nagusia, la dispersión de todos aquellos que se encontraban en la plaza del Teatro Arriaga dificultó poder moverse por El Arenal en carrito, pero eso, al parecer, va a ser el pan de cada día durante los próximos ocho días. Y es que, como dicen, ser madre te cambia la vida, y en este caso, lo que cambia, es la forma de vivir Aste Nagusia.