Una delegación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha visitado la nave industrial que da cobijo a los cerca de 2.000 migrantes que se encuentran varados desde hace dos semanas en la frontera bielorruso-polaca, a fin de inspeccionar las condiciones sanitarias del improvisado centro de acogida.

Los representantes de la oficina regional para Europa de la agencia sanitaria de la ONU llegaron a Bruzgui, en el lado bielorruso de la frontera con Polonia, procedentes de Minsk, según informó este domingo la agencia oficial BELTA.

El sábado se reunieron en la capital bielorrusa con el ministro de Sanidad de Bielorrusia, Dmitri Pinevich, quien se mostró abierto a cooperar con los expertos de la OMS en "este difícil momento" en la frontera.

Yuri Karáev, exministro del Interior y actual asistente e inspector para la región fronteriza de Grodno del Presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, explicó a la delegación cómo se ha organizado el día a día en las instalaciones, donde los migrantes reciben alimentos, ropa de abrigo, mantas y asistencia médica. Todo ello con la ayuda de la Cruz Roja bielorrusa.

La delegación de la OMS visitó el interior de la nave industrial, los exteriores, donde hay tiendas de campaña militares para el reparto la comida y una ambulancia donde se atiende a los migrantes. Según BELTA, aproximadamente cien migrantes necesitaron asistencia hospitalaria.

De acuerdo con los vídeos difundidos por la agencia oficial bielorrusa, los expertos de la OMS se interesaron por los principales enfermedades o achaques de los migrantes, las posibilidades de vacunación y las existencias de medicamentos.

Uno de los médicos explicó que la mayoría se queja de resfriados tras días acampados en el bosque cercano a la frontera polaca en el frío y la lluvia, y de presión en la zona del pecho. Las autoridades bielorrusas aseguraron que examinan a los niños y las mujeres embarazadas y si hace falta les trasladan a un hospital.

La OMS también quiso saber si además de los casi 2.000 migrantes en la nave industrial aún hay grupos de personas en el bosque. Karáev aseguró que no hay grupos ya en la frontera, pero sí admitió que hay personas sueltas que intentan cruzar a Polonia.

Los expertos de la OMS preguntaron además hay migrantes que han expresado su deseo de regresar a sus países, como los más de 400 iraquíes que volvieron la semana pasada a su país. El asesor presidencial aseguró que la Guardia Fronteriza y voluntarios preguntan a los migrantes por sus planes, pero que "hasta ahora no hay muchos que expresan su voluntad de regresar". "La mayoría quiere ir a Alemania", les explicó Karáev.

A la pregunta de cuánto tiempo prevé que esta situación aún dure, el asesor de Lukashenko dijo que "hasta que nuestros líderes resuelvan el problema". "Hasta entonces seguiremos prestando toda la ayuda necesaria", añadió. La delegación de la OMS también habló con los migrantes dentro y fuera de la nave.

Uno de ellos les mostró en su móvil un vídeo para denunciar en inglés el uso el pasado día 16 de gas pimienta contra ellos en el puesto de control fronterizo y de los muchos resfriados que hay entre ellos, especialmente los niños. "Nadie puede dormir de noche por las toses y los lloros de los niños. Tenemos una situación muy, muy mala aquí. Por favor pase ese mensaje a todo el mundo", se dirigió a los expertos de la OMS.