Los investigadores del asesinato terrorista del profesor francés Samuel Paty, decapitado por un joven de 18 años el pasado viernes junto a la escuela de Conflans Sainte Honorine (cerca de París) donde trabajaba, creen que varios alumnos señalaron a la víctima a cambio de dinero y que el ejecutor, Abdouallakh Anzorov, intercambió mensajes con uno de los padres.

El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, indicó ayer que “hay elementos que dejan pensar eso”, horas después de que se confirmara que también habían sido detenidos cuatro estudiantes y que un quinto quedó rápidamente en libertad sin cargos por las sospechas de su implicación en el desarrollo del atentado. Además de los alumnos, hay otras diez personas detenidas.

En una entrevista al canal BFMTV, Blanquer subrayó que si se verifica la versión que sostiene que los propios estudiantes señalaron al docente “sería de una extrema gravedad” y vendría a demostrar “la penetración entre los más jóvenes del islamismo fundamentalista” a través de las redes sociales.

Abdouallakh Anzorov, el joven francés de origen checheno que cometió el asesinato y que no conocía personalmente a su víctima, llegó el viernes desde Evreux, donde vivía, a la localidad de Conflans Sainte Honorine, donde se produjeron los hechos. Las indagaciones apuntan a que se había informado, a través de mensajes colgados en las redes sociales, de la polémica que habían generado algunos padres de alumnos del colegio después de que el profesor hubiera mostrado en una clase sobre la libertad de expresión las controvertidas caricaturas del profeta Mahoma.

Concretamente el padre de una alumna que había sido excluida previamente por razones de comportamiento colgó un vídeo acusatorio y lanzó una campaña contra el enseñante, con la que pedía una sanción.

El ministro de Educación insistió en que “nunca” se contempló ningún castigo, una tesis que deriva “del padre que está en el origen del asesinato” y que, tal y como apuntan las investigaciones, sería quien intercambió mensajes con Anzorov. Por el contrario, los responsables educativos “ofrecieron su apoyo desde el primer momento” a Paty, que presentó una denuncia por difamación, según recordó Blanquer. Aún así, el padre difundió un nuevo vídeo dirigiéndose al profesor y en el que aparecía en compañía del activista islamista Abdelhakim Sefrioui, ambos bajo custodia.

Los investigadores desconocen por el momento el contenido de estos mensajes, si bien el padre ha dicho sentirse culpable por lo sucedido. El progenitor había presentado, además, una queja ante el director del colegio y una denuncia en la Policía. Ayer mismo, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, ordenó el cierre de la mezquita de Pantin por la difusión de vídeos condenando el trabajo de Paty, según informaciones del diario Le Figaro.